Volumen 2, capítulo 35 - Recibiendo Su Primero Misión Individual

15 1 0
                                    

La misión de los gemelos Tona era asistir a una ceremonia.

Se les había ordenado asistir a varios eventos y fiestas organizados por el emperador de Vermont y los duques del imperio para conseguir favores con ellos.

En realidad, llamar "misión" a esta invitación a las fiestas era una vergüenza. No había absolutamente ningún riesgo de que vieran sangre o conflicto durante esta misión. Todo lo que tenían que hacer era comer los excelentes platillos preparados en las fiestas y divertirse en el imperio.

— ¡Ugh! —.

— ¡¿Una ceremonia?! En el Imperio Vermont, además... —.

Sin embargo, las caras de los gemelos Tona se arrugaron una vez que escucharon los detalles de su misión.

"Participar en ceremonias" era un tipo de misión que solo se asignaba a los miembros directos del linaje Runcandel.

El clan podía ignorar las invitaciones y similares de una nación normal, pero la invitación del imperio era una historia diferente. Los Runcandel no podían rechazarlas tan fácilmente.

Por lo tanto, uno de los hijos de los Runcandel tenía que aceptar la invitación y asistir a los eventos.

Así que cada vez que llegaba una invitación del Imperio de Vermont, los niños Runcandel rezaban para no ser elegidos.

Ninguno de ellos quería asistir a esas fiestas enfermizas y aburridas.

— Mis condolencias, chicos. Gracias a sus sacrificios, sus hermanos no tendrán que ir al imperio a bailar sin rumbo —.

— Haaaa... —.

— ¿Es un suspiro lo que oigo? Aunque sea una invitación a fiestas, esta es una misión de buena fe. Si vuelven a mostrar este tipo de actitud, les daré una paliza tan grande que me rogarán que los mate —.

Los gemelos Tona asintieron mientras ocultaban sus expresiones de asco.

Esta misión era más o menos un "castigo" para ellos. Sus hermanas mayores los estaban castigando, ya que no habían podido pisotear a su hermano menor ni siquiera después de pedir prestado un cadete de 5 estrellas de su facción.

Asistir a las fiestas era un suplicio para los gemelos, ya que no tenían ni una pizca de habilidades oratorias y no habían aprendido el sutil arte de sobrevivir en situaciones sociales.

«Cielos, las Hermanas Mayores Myu y Anne son tan desagradables.»

Jin río para sus adentros.

— Es una misión que alguien tiene que cumplir. Y cuando lleguen al lugar, verás a docenas de personas poderosas, ya sea por su destreza en el combate o por su autoridad e influencia. Asegúrense de observarlos cuidadosamente —.

— Entendido, tío... —.

— Y tú, Jin —.

— Sí, tío —.

— La misión que se te ha asignado es... —.

Zed se detuvo a mitad de la frase. Los gemelos Tona prestaron mucha atención a sus siguientes palabras.

Tenían curiosidad por saber la locura de misión que sus hermanas habían asignado a su hermano menor.

Esperaban que fuera algo que rompiera a Jin física y mentalmente. De hecho, en el mejor de los casos, Jin no regresaría de la misión.

— Una tarea de asesinato. Tu objetivo es el juguete del Maestro del Palacio Oculto Talaris. Hm... Básicamente tienes que matar a un holgazán —.

EL HIJO MENOR DEL MAESTRO DE LA ESPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora