Volumen 4, capítulo 84 - Un Clan Aterrador

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— ¿Un f-favor...? —.

Los gemelos Tona ladeaban la cabeza.

Ya estaban asombrados de que su hermano menor volviera vivo después de conocer a su padre, pero que les pidiera un favor de la nada les resultaba muy confuso.

— Oh, uh, no es nada demasiado grande. Los cadetes de mi facción... Hasta que vuelva, por favor, cuiden de ellos. También se los diré yo mismo antes de irme —.

Antes de que los gemelos Tona pudieran responder, Jin se alejó. Tenía que decirles a Luna y a Gilly -que probablemente estaban muy preocupadas- que estaba bien.

— No ha cambiado para nada... Logró volver luego de reunirse con papá, ¿verdad? —.

— Sí —.

Observando la espalda de Jin, los gemelos Tona se encogieron de hombros.

— Espera, ¿por qué te preocupas tanto por él en primer lugar? —.

— No lo sé —.

— Hm... Da igual. Bueno, supongo que nos dejará a los cadetes de su facción. Jeje. Supongo que tenemos que lidiar con las clases intermedias —.

En el exterior, los hermanos que custodiaban a Luna y Gilly se sorprendieron al ver a Jin salir ileso por las puertas.

Especialmente Myu y Anne -que realmente querían que Jin muriera- se pusieron pálidas.

— Parece que papá y el menor han tenido una buena charla. Ahora, ¿por qué no apartan sus espadas? Antes de que los mate a todos —.

Ante el tono bajo de Luna, sus hermanos y los caballeros guardianes bajaron inmediatamente sus armas.

El caballero guardián que tenía una espada en la garganta de Gilly estaba a punto de desmayarse, con los ojos en blanco ante la mirada asesina de Luna.

«Maldita sea, pequeño enano. ¡Tienes suerte de sobrevivir cada vez...!»

Pensaron Myu y Anne mientras rechinaban los dientes.

«Como era de esperar, no es un tipo que moriría tan fácilmente. Crece un poco y entretén a tu hermana mayor.»

Mary sonrió mientras miraba a Jin.

— Hermana mayor Luna, creo que deberías hacerle una visita a papá. Parece que tiene curiosidad por algunas cosas relacionadas con los acontecimientos de ese día —.

— De acuerdo, lo entiendo —.

— También he recibido algunos deberes de él, así que haré un viaje a la puerta de transferencia. Te veré más tarde —.

— ¿Puerta de transferencia? Hm, no sé qué clase de deberes son, pero nos vemos —.

Jin y Luna intercambiaron palabras con calma.

De hecho, los demás no tenían ni idea de lo que estaban hablando.

«¿Ese día?»

«¿Un viaje a la puerta de transferencia? Espera, ¿significa eso que va a volver?»

«¡¿Qué quiere decir con eso de que papá le ha puesto deberes?!»

Y tampoco podían preguntar. Los hermanos solo pudieron intercambiar miradas.

— Vamos, Gilly —.

— ¡Oh, sí, Joven Maestro! —.

Gilly no esperaba que la situación se desarrollara sin problemas, por lo que todavía estaba en un estado de asombro. Salieron rápidamente del Jardín de Espadas, mientras Luna se dirigía al estudio.

EL HIJO MENOR DEL MAESTRO DE LA ESPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora