Mira ese cervatillo.
Que va por el campo con miedo, avanza y se queda quieto.
Míralo andar por la hierba, camina tranquilo y pronto se aterra.
Mira con esos luceros. Brillantes en inocencia, envueltos en falsa ausencia.
Ese que asoma el alma entre rosas, perfumado en sueños. Se queda callado porque tiene dueño.
Es el miedo el que lo manda, cervatillo en trampas. Que se queja, que se va, que vuelve, pero no se quedará.
Mira ese cervatillo que ha llegado al lago.
Quizá lo hizo demasiado tarde, demasiado pronto, sigue de dolor briago.
Firmará su ausencia, su sentencia. Sentenciará a otra y dejará en su boca el amargo cuerpo del "hubiera sido algo".
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Por la tarde | Compilación de escritos. Vol II ✨
PoésieLa belleza del amor, la caída de la desilusión y la promesa del mañana. Por medio de estos poemas, te invito a explorar la transformación de un corazón herido.