El encuentro de los cisnes

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¡Vengan todos a escuchar el encuentro de los cisnes!

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¡Vengan todos a escuchar el encuentro de los cisnes!

Escuchen cómo se desliza el piano, el agua suave entre sus plumas. ¿Será eso espuma? Probablemente sea el deseo que hace efervescencia ante la ausencia de una dulce compañía.

Qué manía de los cisnes, enfrascados en sus lagos. Se han juntado, sin mirarlo, porque de aceptarlo, saldrían volando. ¡Pobres aves afectadas! Por la flecha de cupido, que estaba bien afilada. Un poco helada, por la corriente de los no creyentes. Siendo ellos de lo anterior suplentes, porque no aceptan que son románticos incipientes.

¡Miren allá! Vienen entre la bruma, es que los abruma mirarse a los ojos, tener despojos. Bailan a lo lejos, al son de un vals, se observan con cuidado; esperan que no sea truqueado. Quieren ver reflejos de lo que el corazón espera, pero juzgan con su mente entera. No dejan al corazón entrar, porque podría en tragedia terminar.

Se encontraron sin siquiera buscar, porque el amor es difícil de interpretar. Dulces cisnes, no teman ya, porque el cuento puede acabar. Tan solo por el hecho de temer su final, suelten, vivan y déjense amar.

¡Miren todos! Han decidido comenzar. Tienen pánico en el alma, ¡no dejan de temblar! 

Pero así es la vida, ellos entenderán. Esperemos pronto vuelen, dejen todo. Alas extendidas, aunque sea en el lodo... y se decidan quedar. Mis dulces cisnes, hoy se venían a enamorar.

 Mis dulces cisnes, hoy se venían a enamorar

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Por la tarde | Compilación de escritos. Vol II ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora