La belleza del amor, la caída de la desilusión y la promesa del mañana. Por medio de estos poemas, te invito a explorar la transformación de un corazón herido.
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11 de octubre.
Puerto Isabella
Hoy encontramos dos veleros atrapados. Dos veleros en el mar.
La gente los miraba desde la playa, lucían extraños. Los ancianos se acercaron para entender mejor, los niños señalaban con los ojos encendidos en curiosidad. Incluso la arena parecía despertarse para comprender.
Las aves tuvieron una mejor vista: Dos veleros dando vueltas sin sentido. Parecían perseguirse, pero nunca se alcanzaron. Avanzaban, avanzaban y seguían en el mismo lugar.
Veremos qué pasa, tal vez desaparezcan.
13 de noviembre.
Puerto Isabella
Los veleros siguen ahí. Tan solo dan vueltas y vueltas.
La gente ha empezado a perder el interés. Vi que el pescador ni siquiera volteó a verlos una sola vez. Tan solo se convirtieron en un adorno del paisaje.
A veces me gusta mirarlos, desde mi ventana. Se alcanza a ver que hacen una figura similar a un corazón. ¿Qué pasaría si se alcanzaran?
24 de diciembre
Puerto Isabella
He soñado mucho con los veleros.
Pienso que tendrán una sorpresa maravillosa, por seguro. Creo que, si han tardado tanto en mostrar sus intenciones, probablemente tengan un propósito importante.
Los dibujo cuando no tengo nada que hacer, para relajarme. ¡No puedo esperar a que lleguen aquí!
1 de enero
Puerto Isabella
Un velero desapareció.
Supongo que era cuestión de tiempo. El otro ha quedado solo en el mar, no sé si venga a puerto, parece hundirse. Quién sabe, a lo mejor ya no puede seguir avanzando y necesita ayuda.
Me gustaría ayudarlo, pero me da vergüenza. Todos se enterarían de que los estuve espiando. Mejor no, que sea un misterio. Los veleros que nunca se llegaron a alcanzar.
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