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Ambos se miraban fijamente a los ojos, quizás sólo eran microsegundos los que los separaban de mirarse siempre a los ojos, pero la vista no bajaba, no subía y tampoco iba hacia los lados.

Llevaban así un par de segundos, analizando si lo que habían oído era real, ambos sentían lo mismo, su amor era mutuo.

El primero en romper el silencio fue Minho, no con palabras, si no un beso en los gruesos labios del omega.

Este correspondió feliz, tan feliz que no se dieron cuenta que Changbin estaba mirando asustado en la puerta.

—Que carajo es esto jovencitos.—elevó la voz.

—Papá...

—Señor Han...

—Quiero una explicación de esto ahora.—hablo molesto entre gritos.

—Padre, nosotros... N-nosotros.—se tiro más atrás, tal y como si pudiera escaparse.

—Nosotros estamos saliendo.—hablo confiado Minho.—Quiero que Jisung deje de vivir con ustedes y viva conmigo, quiero ver la evolución de su embarazo.

—No, ¡tu no te lo vas a llevar mocoso malcriado!—volvió a gritarle.

—Que pasa con ustedes, porque gritan como estúpidos.—hablo Felix.

—Pues pasa que tu hijito esta saliendo con este.—apunto molesto al alfa.—¿y sabes que es lo peor? Que se lo quiere llevar de nuestra casa.

—Pues bien por ellos, al final son destinados.—hablo con desinterés.

—¿¡DESTINADOS!?

Hablaron los dos alfas y el omega al mismo tiempo.

—Por algo su celo se adelantó, duh.—salió tranquilo de la habitación.

—Están jodidamente locos.—salió molesto Changbin.

—Minho, ¿porque dijiste que estamos saliendo y que quieres sacarme de mi casa?—pataleo en la cama.

—Y acaso, ¿tu no quieres eso? Te veías muy feliz hablando del tema hace unos minutos.—interrogó.

—Entonces, ¿qué somos ahora? Tengo una gran confusión.—solto un chillido.

—Lo que tu quieras.—se tiro hacia atrás.

—¿A que te refieres con "lo que yo quiera"? No entiendo.—abrazo su pancita.

—¿Quieres que seamos pareja? ¿Eso quieres?—se dio vuelta a mirarlo.—me vas a responder con toda la sinceridad.

—Y-yo... Bueno si me gustaría, pero-.—fue callado por un dedo del alfa en sus labios.

—Te pregunté, ¿quieres o no? En ningún momento te pregunté porque no deberíamos.—lo miró a los ojos.

—Uh, bueno, lo lamento.—bajo la cabeza apenado.

—Pero no llores... Ugh, ven acá.—se volvió a sentar y abrazo a un omega llorón.—tranquilo ¿si? Hable sin pensar, perdóname, tu solo dime lo que quieras decir.

—M-minho... Tengo miedo de que luego y-ya no me ames.—volvio a soltar un llanto.

—Nunca te dejaré de amar, nunca o tal vez hasta que me pidas que me aleje.    —acarició el cabello del rubio.

—E-entonces n-nunca t-te vayas.—se abrazo como pudo, ya que debido a su bultito no podía hacerlo bien.

—Ven a vivir conmigo, te prometo una vida tal y como la tienes ahora, no te voy a prohibir nada, puedes incluso venir cada día a ver a tu familia, te consentire cada vez que lo pidas.—beso la coronilla del contrario.

Jisung por alguna razón se sentía como si le estuvieran pidiendo matrimonio.

Como si fuera un sueño.

Pero no, era real.

—Minho... Bueno, no lo sé.—bajo la mirada pensativo.—bien, bien, me voy a vivir contigo, quiero ser feliz a tu lado.

Se recostó en la cama.

Minho también se acomodó, pero se estiró boca abajo y destapó el vientre de sus hijos. Comenzó a darles besitos y caricias.

—Min lindos tesoros.—volvio a besar la panza de Jisung.—no me arrepiento de nada al saber que ustedes están tan fuertes, ya quiero que nazcan, pero a la ves no, porque me quitarán a su madre.

—Minho, que cosas estás diciendo.—rio bajo.—ven acá, yo también quiero besos.

Y Minho le iba a dar todos los besos que quiera.

Se arrastró por la cama hasta estar al lado del omega y comenzó a besar sus labios con besos cortos pero dulces.

—Voy a comprar una casa muy linda, tanto que nunca vas a querer irte.—otro beso.

—Pense que viviríamos en tu departamento, no quiero tantos lujos.—hizo un mohín con sus labios.

—Dejame hacerte feliz, todo lo que pidas te lo daré.—volvio a besarlo.

—Ni una semana saliendo y estás de empalagoso.—acaricio el negro cabello del alfa.

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Minho se paseaba de un lado al otro esperando su turno, había ido a la empresa de uno de sus amigos que era arquitecto, pues no iba a comprar cualquier casa, le regalaría a su novio la casa de sus sueños.

Jisung años atrás le describió su casa soñada, dos pisos, cinco habitaciones, una cocina con una barra en medio, un living grande, con un sofá gigante y cómodo para que el y su futura pareja vean películas hasta dormirse, un baño para cada habitación, con una tina redonda y un jardín delantero con muchas rosas, lirios y tulipanes, y el jardín trasero con una piscina de suelo y una gran área para jugar con su futura mascota.

—Lee Minho.

Salió de sus pensamientos rápidamente y se levantó con los papeles en mano.

Ingreso a la habitación, era bonita, de tonos grises y blancos.

—Buenos Días, MinMin.—hablo animada la chica.

—Wendy, no sabía que trabajabas acá.—se sento frente a la chica.

—Cuentame, porque vienes, es que ya te aburriste de vivir con tus padres.—se burló.

—Tuve una discusión con ellos hace unas semanas, aparte vivo solo desde la universidad, osea hace seis años.—puso los papeles en la mesa.—Wen, no estamos para hablar de mi vida, necesito un favor.

—Se construir casas, edificios y... Bueno, pues de hacer algo.—tomo los papeles.—Oh dios mio, TREINTA MILLONES DE DOLARES EN UN TERRENO GIGANTE.

—Uh, ¿es muy poco? Puedo pagar más.

—MILLONARIO CODICIOSO, ES EL TRIPLE DE LO NORMAL.

—Ah, bueno, pero no vamos a hablar de lo que pague.

—Tsk, ¿Tienes la idea en mente o algún dibujo de lo que sea que quieres?

—Ten.—estiro una hoja donde había una casa muy linda, robo el dibujo a Jisung.

—Bien, esto será fácil, tal vez en medio año o un año este completamente lista.

—Un año, wow.—rasco nervioso su cabeza.

—¿Pasa algo? ¿Lo necesitabas muy urgente?—miro preocupada.

—Uh, bueno es la casa de ensueño que tiene mi omega, y está en cinta.—movia la pierna nervioso.

—Ya veo, haré lo posible, pero no prometo nada, MinMin.—sonrio amable.

Luego de un par de minutos con un montón de papeleos por fin salió de la empresa, ahora podía mudarse a su departamento con su omega por el tiempo.

Si hay algún error me disculpo

nuestro cachorro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora