Aún eres mi Esposo || Taylor Y Nick || Rwrb ||

Siempre has sido mio

Nicholas se miro una vez más en el espejo y acomodo por última vez su cabello. Se sentía un poco ansioso, solo esperaba que esta noche todo pueda surgir de una manera tranquila.

Había decidido ponerse algo cómodo pero elegante.

Era la primera vez que luego de haber pasado los peores tres meses de su vida asistiría a un evento. No es que nunca haya asistido a uno, el había ido a varios como futuro heredero de la empresa Galitzine, el problema es que siempre había ido con Taylor ya que las dos familias eran socias.

Lo único que que le tocaba ahora era hacerse a la idea que así será de hoy en adelante. Tendrá que asistir solo, a los próximos eventos que se irán presentado.

Solto un suspiro, se coloco un poco de perfume y miro su anillo de matrimonio aún en su dedo, se preguntaba si Taylor todavía lo tendría.

El sonido del timbre lo saco de sus pensamientos, se observo por última vez y puso su mejor sonrisa.

Llego al primer piso y tomó sus llaves. Al abrir la puerta se encontró con Leonardo tan radiante como siempre y con una gran sonrisa en el rostro, llevaba un traje negro muy elegante que le quedaba bien a su tono de piel.

—Nicholas, permiteme decirte lo magnífico que te ves en esta noche tan espléndida —comento mientras se inclinaba y depositaba un suave beso en su mano.

—Buenas noches Leonardo, debo decir que tu no te quedas atrás —soltó una pequeña risa al ver ese gesto tierno por parte de su amigo.

—No me veo mal, pero a tu lado soy solamente un simple mortal, estas muy bello Nicholas.

—Gracias Leo ¿Vamos?.

—Sí claro —se hizo a un lado para que el pueda salir primero.

Se dirigieron al auto de Leonardo y el amablemente le abrió la puerta para que pueda entrar.

Encendió el auto y emprendió el camino hacia el lugar donde se realizará el evento.

El se había comprometido con los papás de Nick para ir a recogerlo y luego regresar lo a su casa, sano y salvo.

Nick por una parte agradecía ese gesto que tiene con el, por acompañar lo, así ya no se sentiría mal por ir solo.

El el camino colocaron un poco de música he iniciaron una conversación tranquila, Nicholas se sentía cómodo y cuando Leonardo le preguntó por sus hijos, a el le brillaron los ojos.

Hablar de ellos que son su vida, siempre lo ponía un poco melancólico.

Le comento que Mati ya iba a cumplir cinco años y que Santi estaba empezando a querer hablar, Leo lo escuchaba con atención y lo felicitaba por tener unos hijos tan lindos.

Cuando llegaron a su destino Leonardo fue el primero en bajar, le abrió la puerta y le tendió una mano.

—Permite me Nicholas —su sonrisa se hizo más grande cuando Nick acepto su mano, para que lo ayudara a bajar.

—Gracias Leo, eres muy atento —contesto, tratando de poner su mejor sonrisa, debe confesar que se sentía tranquilo hace cinco minutos antes de haber llegado, pero ahora apunto de entrar debe admitir que le ha entrado una ansiedad profunda. Se repitió en su mente que debía tranquilizarse, todo saldría bien, además Leonardo iba con el así que lo demás será fácil de manejar.

Le entregaron las llaves del auto al señor del estacionamiento y emprendieron camino.

—Se que he pedido permiso por todo, pero debo decirlo ¿Señor Nicholas, me permite nuevamente acompañarlo y asegurarme de que pase una buena noche junto a mi compañía? —preguntó, mientras le ofrecía su brazo.