My Muse (Reynax Sage) (ReyGe)

• Capítulo 4

Reyna deja de masticar, parecía que lo que iban a decirles era más importante de lo que creía, lo que hace que le preste toda su atención a la alemana.

– En realidad no es nada grave, no me miren así – Les dice Killjoy al ver la expresión de ambas.

– Pero habla que estoy perdiendo la paciencia – Le responde Reyna aún con comida en su boca.

– En realidad es como un favor que les queremos pedir – Responde esta vez Viper – Pero primero Raze les va a dar el contexto.

– ¿Qué? ¿Por qué yo? – Pregunta confundida la brasileña mirando a sus esposas, para luego suspirar – Ok, mis esposas aquí presentes quieren ser madres, las dos al mismo tiempo, por lo que queremos que nos dejen pasar tiempo con Jett y Neon, queremos aprovechar que tenemos un viaje a Disney para la próxima semana y que nos dejen llevarlas, nos sirve para pasar tiempo con las niñas y también un poco como práctica.

– Eso fue más rápido de lo que habíamos planeado – Le susurra KJ a Viper.

– ¿Cómo? ¿Por cuánto tiempo? – Pregunta Sage mientras Reyna intentaba tragar lo que tenía en la boca.

– Por una semana, justo comienzan sus vacaciones y queríamos aprovechar ese tiempo.

– Raze, más lento amor, están confundidas – Se le acerca Viper.

– Tu pusiste esta responsabilidad sobre mí, sabes que no me ando con rodeos – Reyna y Sage se quedan mirando, ninguna sabía qué decir – Las vamos a cuidar bien, tu sabes que me encantan los niños – Luego, ambas madres miran a sus hijas, quienes las miraban en silencio mientras comían su desayuno.

– Nunca me he alejado ni por un día de Neon, desde que nació hemos estado juntas – Reflexiona Reyna mirando a su hija quien la miraba en silencio.

– Yo tampoco, a lo más un par de días, pero nunca una semana.

– ¿Nos dejan tomar nuestro desayuno y después hablarlo con nuestras hijas? – Pregunta Reyna, a lo que Raze asiente.

El desayuno estuvo más tranquilo y callado que de costumbre, Reyna aún procesaba la petición y aunque confiaba en su prima, también era cierto que tenía un apego inmenso por Neon, amaba a esa niña además que le recordaba a su madre, aquella mujer había sido muy importante en su vida, la sintió como la hermana que nunca tuvo y la mejor amiga que cualquiera podría desear, su pequeña tenía una personalidad muy parecida, lo que hacía que su apego crezca más y más. Luego de un rato, Reyna cae en cuenta de algo que había dicho Raze.

– ¿Solo ellas quieren ser madres? ¿Tú no? – Le pregunta a Raze tomándola por sorpresa.

– Claro que sí, sabes que me encantan los niños, lo que no quiero es parir.

– No quiere estrías, perder la figura, los cambios hormonales, nada de eso – Le responde Viper, casi burlándose de Raze – Igual mejor, las tres quedamos en que son mejores dos que tres.

– Que contradictorio, tomando en cuenta que ustedes son TRES en una relación – Menciona Reyna.

– Pero las tres sabemos que somos tres, no solo dos de nosotras – Reyna se ofende, sabía perfectamente a qué se refería Viper con esa afirmación y la expresión reprobatoria de su rostro lo demostraba.

Pero quien se ofende mucho más es Sage, quien sin decir una palabra se levanta y se va de la mesa, yendo directo a su habitación, dejándolas a todas perplejas y su desayuno a medio comer sobre la mesa.

– ¿Se me pasó la mano? – Pregunta un tanto preocupada Viper.

– Piensa un poco, anoche llegó empapada, debe estar sintiéndose fatal físicamente, porque probablemente le haya dado gripe, además le piden que se separe por una semana de su hija, una semana que ella ya tenía contemplada para estar con ella, porque pidió sus vacaciones y súmale el comentario que le afecta directamente, ahora nada más imagina si anda con la regla, yo que tu, corro a pedirle perdón – Las tres se miran entre sí, luego miran a Jett, quien parecía estar tranquila conversando con Neon de cualquier cosa – Sage me contó lo que pasó y si, tuvo una reacción negativa al trauma – Dice Reyna en voz baja para que solo ellas la escucharan.