Tú... ¿¡me engañaste!? (M-preg SasuNaru)

17

Naruto en este momento puede visualizar la gran puerta de entrada hacia la aldea, por fin había llegado, estaba muy emocionado.

Corrió y corrió hasta que finalmente llegó.

-¡Hola izumo, kotetsu! -se detuvo el rubio saludando a los guardias de la entrada-

-Hola Naruto.-decia Izumo con una sonrisa-

-Hola, hace mucho no te veíamos Naruto.-saludo con calidez en sus palabras-

-Si, es que no he vuelto a salir desde hace mucho, lo siento pero tengo que irme, ¡adiós chicos!-dijo adentrándose más a la aldea levantando un brazo en forma de despedida-

-¡Adiós Naruto! -dijeron los dos al mismo tiempo viendo como Naruto iba a paso apresurado hacia su departamento-

Naruto en su misión no pudo dejar de pensar en su novio gruñón e infantil en algunas ocasiones, aquel amigo de su infancia que llegó a ser algo más entrando a su corazón.

Llegó a su departamento tiro su mochila en su cama y se dirigió rápidamente al barrio Uchiha para darle una visita inesperada a su amado azabache antes de entregar su reporté como en todas sus misiones, lástima para Sasuke por qué Naruto no le dijo en qué día iba a llegar.

Naruto abrió la puerta con una de sus llaves, gracias a que ambos se tenían confianza cada uno tiene una llave de la casa del otro, extrañamente todo estaba oscuro, no había ningún ruido así que el rubio pensó que su Sasuke estaría en un sueño profundo ya que no se dio cuenta que alguien había entrado a su casa.

Naruto siempre trataba de sorprender al azabache entrando a su casa de imprevisto pero el que terminaba sorprendido no eras más y nada menos que Naruto.

Y hoy no fue la excepción, de cierta forma...

Se dirigió a la habitación del azabache, encontrándose con una escena la cual le pediría al cielo y las estrellas nunca haber presenciado.

Sasuke se estaba besando con sakura.

No un beso de pico, si no algo fuerte...

-Oh, hola Naruto.-dijo separándose del beso, algo apenada- ¿Cómo entraste, qué haces aquí?-pregunto doblemente la de cabellos rosados-

-¿S-sakura...?-la voz del rubio se tenuó siendo casi imperceptible, sin querer solto pequeñas lágrimas por cada segundo que pasaba, estaba en shock-

-¿Por que lloras?-decia la pelirosa, algo triste por Naruto, pensaba que lloraba por ella pero, tu y yo sabemos que no es así-

-...No, por nada, tranquila es que... no me siento bien...-miró hacia otra parte, las lágrimas caían como una cascada que por más que quisiera no podía retenerlas y eso lo hacía sentir como una mierda-

-Sakura voy a hablar con Naruto.-anunció Sasuke el cual intento acercarse y agarrar de la muñeca al rubio pero fue rechazado hábilmente por el mismo-

-N-no... no hace falta -dijo con la voz rota pero en ella se podía escuchar el odio que se había generado en el rubio el cual dió la media vuelta para irse de ese lugar y posiblemente no volver nunca más-

Sakura se sentía mal por Naruto, ya que pensaba que el rubio lloraba por qué la vio besándose con sasuke, pero ella nunca se imaginaría que Naruto en realidad lloraba por qué Sasuke le había sido infiel...

El rubio al salir empezó a correr como loco hasta su hogar, no quería que nadie lo viera y más en ese estado, solo quería desaparecer, que la tierra se lo tragase y lo escupiera en un lugar en el que nadie podría encontrarlo o simplemente despertar de ese mal sueño y que la vida le diera paz al pensar que todo fue un mal chiste de su mente, pero tristemente no era lo que era aparente.

El rubio entro a su vivienda dirigiéndose lenta y tortuosamente a su habitación, no quería pensar en nada, solo tenía ganas de llorar y no parar.

En el resinto Uchiha.

Bueno, en que estabamos~ -dijo Sakura en el tono más meloso el cual a solo le disgusto a su ahora su reciente pareja-

-Tal vez otro día Sakura.-dijo firme pero a la vez sin sonar muy duro en sus palabras-

-Pero, ¿por qué? -dijo decepcionada, Sakura se había presentado en la casa del Uchiha ese mismo día, ya que el mismo la había citado, declarándose pero está vez no Sakura sino Sasuke el cual la había besado hasta que entró Naruto-

-Por que no y punto -abrió la puerta haciendo espacio para que se vaya, sonado algo grosero en su invitación a salirse de su casa-

-Bien... (debe ser que a él también le pone triste... sería como si lo traicionaramos, tengo que darle su tiempo, igual ellos eran muy cercanos no quiero que Naruto llore por mi). -habló desconcertada y luego pensó erróneamente-

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