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Naruto termino de lavar los trastes y se apresuró a degustar la cena hecha por su cuidadora, estaba emocionado porque ansiava probarlo desde que lo vió, tenía una "pinta" increíble y algo que lo llamaba a comerlo, era especial.

Pasando el tiempo el rubio un poco entristecido por haberse terminado lo que tenía servido, más raspar lo último existente en la olla en la que fue preparada la escasa sopa, se dirigió a la habitación para descansar, topandose con Satsumi tal y como la había visto la última vez, acostada derecha boca arriba incluso aún con la misma expresión que decia "soy una amargada" que si se pudiera oír, se escucharía a los 4 vientos de tan evidente molestia con el mundo o con el niño que le quitó su jugo en el receso cuando tenía 10 años.

-¿Por qué la cara larga? — bromeó el Uzumaki —

-Umh... no quiero hacer nadaa... — bufó con claro cansancio en su voz —

-Si quieres yo termino de acomodar todo mientras tú descansas. —

-Por favor. — pidió feliz pero aún con desánimo aunque eso no le quitaba el agradecimiento que le tenía al rubio —

Naruto planeó descansar pero como todo ninja igualmente tenía la energía suficiente para correr un maratón, al salir de la habitación se dió a la tarea de pensar en que podría hacer para ayudar, decidiendo montar la mesa que seguía desarmada en su cocina, Satsumi le había dicho que las instrucciones y materiales necesarios estarian en una caja específicamente azul claro, fue a la sala con su objetivo en mente y busco entre varias cajas de colores que tenía Satsumi cuando se hizo la mudanza repentina, muy bonitas de colores claros, pero alejemonos de los detalles.

Al localizar la caja la cargo con dirección a la cocina, sacando varias herramientas extrañas de ella, inútiles para Naru en ese momento, pero que serían de ayuda y necesidad cuando las instrucciones le digan cual eran su funcionalidad. Después de mucho esfuerzo y frustración se podía ver la mesa redonda con una pata central ya instalada ocupando espacio pero dándole un lindo toque la habitación solo que encima de esta faltaba algo que le diera personalidad... ¿Plantas...?

-(¿Qué mierda estás pensando Naruto?). — se maldijo en su mente, las plantas le recordaban a esa cierta persona, que sorpresa para absolutamente nadie —

El rubio buscó alguna caja que dijera "decoración", encontrando una con exactamente esa misma palabra sacando de ella un tazón para después poner en el frutas plásticas también provenientes de la caja y con simpleza la devolvió al lugar en donde la encontró y trato de despejar su mente tomando otras dos cajas con los nombres de "refrigerios" y "Utensilios".

-Otra vez allí... — exhaló aire de su boca con amargura al parecer la mesa sería un recordatorio de lo que quería olvidar por el resto de su vida —

Se encaminó nuevamente a la cocina, abriendo la caja de utensilios que como su nombre lo dice se trataban de platos, tenedores, cucharas, cuchillos, y entre otras cosas irrelevantes siendo acomodadas ágilmente por nuestro protagonista en los pequeños cajones de la cocina, al abrir la segunda caja llamada refrigerios se encontró con bebidas energéticas algo tibias, snacks y varios aperitivos o en su defecto antojos.

Tomó los snacks y los puso en una alacena flotante en donde justamente estaban su colección de ramens que si no fueran de edición limitada ya estarían ayudando en el crecimiento de la pequeña criatura alojada en su vientre "artificial".

Luego de acomodar todo lo que no necesitara martenerse en bajas temperaturas le tocaban a las bebidas frías su momento de orden en su pequeño refrigerador, abrió la puerta del ya mencionado topandose con algo que lo dejo seco...

Un pequeño pay de limón.

¿Qué tendrá de especial para dejar al rubio sin palabras?, la respuesta es muy clara.

Tú... ¿¡me engañaste!? (M-preg SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora