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Tsunade dejo su trabajo de lado y guió a los tres chicos a uno de sus hospitales de mayor confianza, al llegar le dieron una habitación con todo lo necesario para una pequeña interrogación para saber el estado del sujeto.

-¿Desde hace cuánto no comes Naruto?— empezó a interrogar la Hokage ofreciéndo sillas a los presentes en la sala—

Cada uno se sentó en su silla esperando la respuesta del ojiazul, el cual se veía inquieto, temía que en una de esas preguntas confiese la razón de su desaparición ¿qué pensarían de él?

-Bueno, hace semana aproximadamente... —respondio algo inseguro por el ambiente pero su respuesta fue sincera no había ningún truco en ella—

-Bien, ¿cuanto tiempo llevas en tu casa?—preguntó nuevamente la que ahora era su doctora y el, él pasiente—

-Nueve días.—hablaba nervioso, sabía que era una terrible respuesta, pero ya estaba preparado para ser sincero en sus palabras bueno... algunas—

-¿Porque no saliste?—preguntó con incredulidad, ¿tanto tiempo había estado encerrado voluntariamente? preguntas sin responder vagaban por su mente—

Naruto trago seco.  No sabía que responder, no se le ocurría nada que fuera convincente.

-¿Paso algo con Sasuke?—tsunade habló la oración no parecía una pregunta si no una afirmación para si misma—

El corazón de Naruto latía fuertemente, no quería confesar su situación, no se sentía confiado por ninguno en la sala, no importaba si eran tres personas en las que Naruto tenía la seguridad de contar hasta lo que comió ayer, esto era diferente y lo que ocultaba le hacía ver el mundo de forma no coherente, desconfiada y dada la vuelta, encargandose de hacerse a la tarea se sobrepensar si en serio esas personas eran de confiar, porque si sueltas las palabras con la persona equivocada olvídate de que eso era un secreto muy bien escondido, pero en la punta de tu lengua, todos lo sabrán y no habrá nada que puedas hacer para que la gente metida no se de cuenta, ahora a Naruto toda esa gente que antes pasaba desapercibida le sabía a mierda.

-Es que, nos peleamos y nos dimos un tiempo...—mintió el rubio, por fin una buena respuesta, pero el no tuvo en cuenta su tono, sonado descaradamente no muy convencido, solo le quedaba esperar que le creyeran, valla la inutilidad que tenía a la hora de mentir—

-Pero, esa no es razón para dejar de comer o salir Naruto.—hizo una afirmación obvia, un bache suelto para la mentira de nuestro protagonista que solo podía mantener la mirada baja y esperar salir victorioso de toda esta falsa palabrería, sin decir ni una sola sílaba de su evento canónico.—

-Es que... quería mi espacio, pero ya veo que estuvo mal...—mintio de nueva cuenta pero la verdad ese contraresto no estuvo tan mal—

Naruto se veía inquieto, como si estuviera mintiendo, lo cual no paso desapercibido por nadie, pero si realmente Naruto quería su espacio tenían que darcelo, eso pensaban los amigos del rubio un punto para el pobre despechado.

-Bien según tu estado lo mejor sería llevarte a un nutricionista, porque tú no comes muy sano que digamos, te hare un examen para saber si tienes algo más —salió de la habitación dándole la victoria a el blondo el cual rebosaba de felicidad—

Tsunade preguntaba en la recepción si podía utilizar un cuarto a parte para examinar a Naruto, el cual se lo dieron sin problemas.

-Bueno chicos cambiamos de habitación, pero esta vez solo podrá entrar Naruto, si quieren pueden irse o quedarse en la sala de espera ustedes elijen.—decia asomándose a la puerta dando la información desde el marco haciendo una seña al rubio para que le siguiera el paso—

Tú... ¿¡me engañaste!? (M-preg SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora