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Minho fue bajando su mano a la cintura del omega notando lo pequeña y delgada que era. Poco a poco bajó aún más hasta llegar a sus muslos y comenzar a acariciarlos.

Jisung suspiraba de a tanto en el beso, se sentía tan bien, sentir el tacto de Minho en su piel era exquisito.

De a poco Minho fue tocando más y más hasta llegar a los redondos y tiernos glúteos de Jisung para comenzar a amasarlos a su antojo ganándose un pequeño gemido.

—M-Minho espera.

El alfa detuvo sus movimientos para voltear a verlo.

—¿Que ocurre?

—E-es que...yo nunca...

Sin mucha explicación supo a lo que se refería, rápidamente lo levantó para poder acostarlo por completo en la cama.

—Iremos despacio— susurró en sus labios para luego besarlos una vez más.

Fue bajando por su mentón hasta su mandíbula en un recorrido de húmedos besos para terminar en su delgado cuello. Se encarga de lamer y chupar la zona mientras Jisung se volvía un desastre de puros jadeos.

Con su mano comenzó a acariciar la parte interior de los muslos tanteando la zona, de repente pudo comenzar a sentir el olor a lubricante llenar la habitación mezclado con el aroma de Jisung.

Se separó levemente para levantar la camisa del menor y besar el centro de su pecho y seguidamente bajar por su plano abdomen.

Escuchó como Jisung gemía al llegar cerca de su ombligo y comenzó a lamer y chupar la zona ganándose lloriqueos de placer del omega. Siguió bajando hasta llegar a su ropa interior y besar sobre la tela haciendo que Jisung intentara cerrar las piernas.

Minho tomó sus muslos y los separó para comenzar un lluvia de besos en una de las caras interiores muy cerca de su entrada. Jisung podía sentir como la excitación lo empezaba a consumir, jamás pensó que estar en este tipo de situación le gustaría tanto, inclusive comenzaba a sentir ese extraño dolor en sus partes bajas que según era muy característico de la excitación.

Dolía, pero también le gustaba.

El alfa le quitó repentinamente la ropa interior dejándolo desnudo de la cadera para abajo. Lo tomó de la cadera alzándolo dejando a la vista su rosada y húmeda entrada, se relamió los labios y sin dudarlo comenzó a besar aquel dulce agujero.

Jisung llevó sus manos a la cabellera del alfa mientras gemía en voz alta, podía escuchar como el alfa chupaba y sorbí su esencia como si fuese un exquisito manjar. El sonido que provocaba era obsceno, morboso, totalmente lascivo que hacía que el omega se sonrojara cada vez más si es que era posible.

Metió su lengua todo lo que pudo en la pequeña cavidad causando gemidos cada vez más altos en el omega. Dios mío, jamás pensó que el que te lamieran allá abajo se sentiría tan bien, debía ser insano que exista algo tan deliciosamente placentero.

Mientras Jisung se deshacía en puros gemidos y lloriqueos, Minho le siguió dando gusto usando sus papilas gustativas para crear una pequeña fricción e intensificar la sensación ganándose súplicas del menor. Cuando sintió que fue suficiente se separó posicionándose sobre él.

El omega abrió los ojos viendo la cara sonrojada de Minho con los labios y el alrededor lleno de su esencia. El alfa le regaló una sonrisa lasciva y una mirada oscurecida, se acercó para besarlo y así ambos poder probar el extraño, pero delicioso sabor de Jisung.

—A-Alfa yo...

No pudo terminar de hablar cuando Minho palmeó su glúteo robándole un jadeo ahogado.

Las memorias de un corazón roto ➺ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora