Furia de Firebird: Libro III de la Trilogía del pájaro de fuego -COMPLETO-

Capítulo 33: Un triunfo frío

A / N: las respuestas de revisión del Capítulo 32 están en mis foros como de costumbre. Como dije allí, con solo tres capítulos más después de este, terminaré la trilogía Firebird este mes y comenzaré a publicar Revenge inmediatamente después. Gracias a todos por leer.

Capítulo treinta y tres: un triunfo frío

Lord Voldemort se paró en la cima de la Torre Eiffel y miró su reino con satisfacción.

El ministerio francés era ahora suyo. Con la caída de los franceses, ahora controlaba las poblaciones mágicas de Bulgaria a Portugal, dado el rápido colapso del Ministerio español. Florencia seguía liderando una resistencia ineficaz en la península italiana, pero hasta ahora habían podido hacer poco.

Estaba algo decepcionado de que su estratagema con el Ministerio de Norseland fracasara. Tenía al imbécil de Potter justo donde lo quería, golpeado y roto a pesar de su preciada precognición de batalla, solo para perderlo debido a esas malditas putas Veela.

Se habría frotado las cicatrices en la espalda si no fuera una muestra de debilidad. Detrás de él, la recién nombrada Ministra de Magia francesa, Francoise Durand, se aclaró la garganta. "Las Fuerzas están listas, señor", dijo.

"Lo sé", dijo Voldemort. "Vamos a seguir nuestro camino."

Con un par de pops, los dos magos desaparecieron de París y se enfrentaron en todo el país al pequeño pueblo medieval de Saint-Valery-sur-Somme en la costa de Picardía. La casa en la que llegaron solía pertenecer a un magnate de negocios de Muggle, que actualmente se desempeñaba como elfo de la casa humana bajo mucho Imperio. Dentro de la casa, descansando en un amplio comedor, se sentaban sus lugartenientes europeos, de los cuales Durand era el más importante. Ninguna era mujer, aunque por juramentos forzados tuvo brujas luchando por él.

"Qué noticias de América?" Voldemort exigió una vez sentado con una bebida en la mano.

"La incursión brasileña en América ha fallado", señaló Wilhelm Schroeder, su principal colaborador alemán. "Sacrificado a la última bruja. La situación en América del Sur se ha vuelto inestable. En lugar de atacar directamente, los estadounidenses han estado sembrando el descontento entre los muchos vecinos no ICW de Brasil. Si bien los estadounidenses lo están haciendo para detener cualquier ataque futuro, puede funcionar para nosotros. Argentina se ha resistido especialmente al sistema Sabbat y puede unirse a nuestra causa."

Voldemort asintió. "De hecho, envía un enviado. ¿Qué hay de Japón y China?"

"Nos ignoran, señor", dijo Durand. "El Ministerio chino es estrictamente aislacionista dadas sus experiencias bajo los comunistas, y los nacidos de brujas japoneses todavía están dispuestos a reparar sus actos durante la última guerra mundial que recaudó la ICW. India está tan dispersa con varias facciones mágicas luchando entre sí que son en gran medida irrelevantes. Los australianos se han opuesto abiertamente a nosotros, pero carecen de los números para ser una amenaza. Después de la purga de Stalin, hay tan pocos nacidos de brujas en Rusia que, como Australia, no son una amenaza"

Voldemort asintió con satisfacción. "Esas son buenas noticias, muy buenas noticias. Europa es nuestra, caballeros."

Uno de los lugartenientes se aclaró la garganta con delicadeza. "Señor, ¿puedo hablar?"

"Por supuesto, Armand. De todos nosotros aquí, te has sacrificado mucho por la causa. Te has ganado el derecho de decir tu pieza."

"Qué pasa con los duendes, señor?"

Voldemort se inclinó hacia atrás y juntó los dedos no tanto para parecer siniestro, sino porque les dio algo que hacer para evitar gestos nerviosos como tocar, que había comenzado a hacer después de que Veela casi lo destrozara. "Son aliados peligrosos, esto es cierto. ¿Qué estás sugiriendo?"