Furia de Firebird: Libro III de la Trilogía del pájaro de fuego -COMPLETO-

Capítulo 35: Los idus de marzo

A / N: las respuestas de revisión del Capítulo 34 están en mis foros como de costumbre. Normalmente, si fuera un sabueso de revisión, dejaría este capítulo como está con una gran percha de acantilado, y luego publicaría la conclusión la próxima semana. Pero no soy un sabueso de revisión. La historia está hecha, la lectura beta completa. Entonces, cuando termines este capítulo, sigue hasta el final.

Capítulo treinta y cinco: los idus de marzo

"Nancy!"

Nancy Dibbles susurró: "Cinco minutos más, mamá."

"Señorita Dibbles, necesita despertarse ahora."

Eso no era mamá. Nancy parpadeó y miró hacia arriba en las severas características del profesor McGonagall. "Profesor?"

"Estamos evacuando la escuela, señorita Dibbles. Los elfos ya han empacado tus pertenencias. Vístete y ven, por favor."

Nancy se sentó con los ojos nublados en la cama e hizo una mueca contra las luces aéreas. Shirley, Bea, Debbie, Kate y Mira ya se estaban vistiendo. Sus cinco compañeras de cuarto parecían nerviosas, y Kate estaba olisqueando un poco. Mirando hacia el pie de su cama, vio su pesado vestido de invierno y se lo puso, junto con calcetines de lana y sus gomas, ya que parecía que estaba lloviendo afuera.

El profesor McGonagall ya se había ido, pero unos minutos después una de las chicas mayores metió la cabeza en su habitación. "Hola chicas, ¿están listas?"

En su estado de sueño, le tomó un momento reconocerla. "Dame Luna?"

"Hola, Nancy", dijo Luna. Para la resfriada Kate, Luna dijo: "No te preocupes, nos vamos de aventura. ¡Vamos!"

El salón del primer piso donde dormían la mayoría de los estudiantes estaba lleno de cientos de estudiantes que se inclinaban hacia las escaleras que los llevarían a la planta baja ampliada, que albergaba la cafetería y todas las aulas. Los profesores los dirigían tranquilamente a la puerta principal de la escuela que la mayoría de ellos habían llamado hogar desde el verano.

La vista de los mayores nacidos de brujas con túnicas camufladas no era inusual, ya que hasta la creación del nuevo ministerio, Sanctuary albergaba al ejército de la Orden del Fénix. Todavía, era extraño ver a los estudiantes salir corriendo en la oscuridad antes del amanecer bajo un fuerte aguacero hacia lo que parecían autobuses chárter entre hileras de soldados mágicos usando sus varitas para iluminar el camino.

"Rápidamente ahora, eso es todo", dijo la profesora Sprout mientras dirigía el tráfico. "Llena cada asiento. No intentes salvar espacios para amigos. ¡Rápido, rápido ahora! Bien, este autobús está lleno, ¡el próximo, por favor!"

Autobús tras autobús retumbaba en una línea y cuando cada uno lleno se alejó, otro retumbó para tomar su lugar. Nancy estaba esperando en la fila cuando vio a Harry Potter —, el niño que ayudó a salvarla a ella y a sus padres — caminando hacia el profesor McGonagall.

"Profesor, tenemos que movernos. Ya encontramos dos exploradores."

Nancy no sabía del todo de qué estaba hablando, pero por primera vez vio miedo en la cara delgada y casi translúcida de McGonagall. "Pomona, Filius, tenemos que cargar a todos a la vez. ¡Cuéntalos y forma líneas separadas!"

El profesor Flitwick ya se estaba moviendo y contando estudiantes. Se detuvo en un momento desde el autobús de carga actual y comenzó a apuntar. "Siguiente autobús, corre ahora! Vete. Tú, tú, tú ... "Comenzó a señalar, y esos estudiantes a los que señaló corrieron. Los agentes rompieron su línea y comenzaron a escoltar a cada grupo a sus diversos autobuses.