Furia de Firebird: Libro III de la Trilogía del pájaro de fuego -COMPLETO-

Capítulo 14: La hora de medianoche

A / N: las respuestas de revisión del Capítulo 13 están disponibles en mis foros como siempre. Gracias a todos por leer.

Capítulo Catorce: La hora de medianoche

Muriel Prewett simplemente no dejaría de aclararse la garganta. La bruja más vieja e importante se paró con los demás cerca del centro cerrado de visitantes Muggle y siguió aclarando su garganta —, una señal de su nerviosismo. Fue desplazado, considerando que ella era una ex Dama antes de que los Prewetts perdieran a sus magos. Uno pensaría que sería un sombrero viejo para ella.

O tal vez, Augusta pensó oscuramente, fue porque sabía que algo estaba sucediendo de lo que nadie le contaría y que no tenía los medios para descubrirse a sí misma.

Fue cruel, Augusta lo sabía. Aunque sinceramente esperaba que sus miedos estuvieran fuera de lugar, fue cruel llevar a Muriel a la batalla en esta etapa tardía. Molly Weasley estaba lejos de ser una Dama perfecta, sin duda. Ella era voladora y demasiado rápida para hacer juicios. Y, sin embargo, Augusta recordó cómo fue Molly quien dio un paso adelante para acoger a las dos chicas Muggle después del fiasco de Hunter. A pesar de todas las fallas de Molly, ella era una verdadera bruja ligera de corazón. El hecho de que el Weasley Coven fuera uno de los más grandes de Inglaterra también fue un factor importante en la decisión de Augusta de sacar a Molly de la ecuación por ahora.

Aún así, ¡si Muriel dejara de aclararse la garganta!

Sallifred McDonald dejó su pequeño bolsillo de amigos y se puso al lado de Augusta. "No me siento cómodo con esto", dijo la Dama. A los ochenta años, todavía era joven para una Dama, pero tenía una buena cabeza sobre sus hombros. "Dame Delia nunca ha estado realmente vinculada a You-Know-Who. Es una tontería asumir que esto es una emboscada."

Augusta, mirando fijamente la colina para la primera señal de la llama azul del Sabbat, dijo: "¿Alguna vez has escuchado la fábula del venado sin corazón?"

Sallifred parpadeó ante la extraña pregunta. "Una de las fábulas de Esopo, creo."

"Un zorro astuto convence dos veces a un ciervo de visitar a un león que estaba demasiado enfermo para cazar. Cuando el león mató naturalmente al venado, el zorro se comió su corazón. El león exigió saber dónde estaba el corazón, y el astuto zorro le dijo que cualquier criatura tan tonta como para visitar a un león en su guarida obviamente no tenía uno."

"Qué tontería."

"Solo cuando recuerdas que en los días de Esopo, la gente creía que los pensamientos se originaban en el corazón. Y esa creencia vino de Aethers del día, nacidos de brujas, que podía ver la magia centrada en nuestros corazones y asumió que era el centro de la vida y la conciencia."

"Yo no..."

"Somos los ciervos, Salli", dijo Augusta suavemente. "Delia y sus compañeras brujas son los zorros. Nos han atraído a la guarida, pero me temo que el león está esperando. Y verdaderamente, cualquier preparación que hagamos no nos hará daño si me equivoco."

La bruja más joven se abrazó con el vestido de su penitente blanco contra una ligera brisa fría. Era una noche sin nubes y sin luna, y las estrellas brillaban con un brillo sin trabas sobre ellas. "Crees que Dennis va a estar bien?"

A diferencia de la mayoría, Sallifred y Dennis MacDonald fueron una verdadera pareja amorosa. Crecieron vecinos y siguieron siendo amigos durante toda su infancia, hasta que se unieron a las quince cuando otra bruja intentó cazarlo furtivamente. Asumieron un segundo cónyuge años después, por supuesto, pero permanecieron inusualmente cerca para un par unido.