Capítulo 13. El regreso. Parte 2.

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Joline.

—Me dispuse a subir a mi habitación con mis piernas ya temblorosas y al entrar mi sorpresa fue a Joe sentado sobre mi cama, me veía fijamente pero no era esa mirada de lujuria que siempre me daba, era una de, ¿Molestia?.

Joline: ¿Estás bien?

Joseph: ¿Cómo quieres que esté si tus gemidos se escuchaban por toda la casa?

Joline: Joe, no tienes por qué molestarte, Wes es mi novio y...

Joseph: Eso lo sé, y no te exenta a qué serás mía.

Joline: Me daré un baño, ¿Me quieres ayudar?

Joseph: No, hazlo rápido te espero aquí.

Las palabras de Joe eran cortantes y frías, opté por bañarme y dejar que cada gota cayera sobre mi rostro, al terminar salí envuelta en mi toalla, había olvidado la ropa y pensándolo bien no la iba a necesitar si ahora Joseph me la quitaría.

Joline: ¿Sigues molesto?

Joseph: Un poco, estuve pensando cómo reprenderte, quiero que te pongas de rodillas pequeña.

Joline: Si, está bien. —No protesté, tenía ese poder sobre mí, me puse de rodilla y conectamos miradas, acarició suavemente mi cabello, bajó un poco y olfateo tranquilamente mi cabello, con una de sus manos acarició mi barbilla y con la otra iba bajando despacio la cremallera de su pantalón.

Joseph: Serás buena conmigo. —Bajó por completo sus pantalones junto con sus boxers dejando al descubierto su erección, a pesar de estar agotada por lo de hace un momento no pude evitar salivar al ya querer tener su polla en mi boca.— No te voy a negar que me exitaba escuchar tus gemidos pero me dejaste esperando mucho tiempo y eso no se hace, pensé en mil maneras de reprenderte ¿Sabes?, quiero que abras tu linda boquita y recibas mi polla que está necesitada de ti.

Asentí, Joe me hizo una coleta con su mano y así tener un control sobre mí, recibí su polla palpitante como un dulce, lo saboree, lamía y succionaba a mi antojo, no quitaba su mirada de mí ni yo de él, veía como las venas de su cuello hacían presencia y eso me encantaba, me dedique a seguir haciéndole un oral que era lo que me había pedido, Joe lanzaba pequeños gruñidos de placer alzando su cabeza hacia atrás, mientras aumentaba las embestidas con mi boca sobre su polla.

Joseph: Mierda Joline, eres jodidamente perfecta en esto, sigue así pequeña perra, joder justo así. —Hacía pequeñas arcadas por sus embestidas pero eso no me detenía y continuaba, sentía que en cualquier momento se iba a correr sobre mi boca y así fue, sentí lo caliente de su líquido blanco llenarme tragué todo y le mostré mi boca, sonrió y me paró para ponerme sobre mi tocador.—Quiero que veas tu rostro mientras te follo, quiero que no guardes ningún maldito gemido, papi quiere escucharte quiere escuchar esos jodidos gemidos que te provoca.

Joline: S-si Joe. —Colocó una de mis piernas sobre el tocador y la otra quedó posada en el piso, me inclinó un poco hacia el espejo sin perder la visibilidad de mi rostro, se alineó sobre mi centro y se introdujo lentamente, sentía su polla grande y húmeda llenarme por completo, comenzó con leves estocadas hasta que aumentó el ritmo de ellas tomando firmemente mis caderas con una mano y con la otra volvió a hacerme una coleta dándome la posibilidad de ver mi rostro.

Joseph: Te ves hermosa, siempre... Recuerda esto... Siempre... Serás... Mía. —Dijo entre gemidos.

Joline: Continúa así Joe, mierda...

Joseph: Te gusta que te dé duro, ¿Verdad?

Joline: Mi...er..da.. s...si.

Joseph: Quiero escucharte gemir. —Aumentó sus estocadas y no pude evitar gemir fuerte, mis piernas temblaban mi centro estaba aún sensible y no tardaba en correrme.—Mierda Joline me estás apretando joder se siente tan bien. —No lo pude evitar y me corrí, lancé un fuerte grito de placer viendo mi rostro en el espejo, un rostro agotado y cansado, pensé que terminaría todo pero sólo me alzó y me acostó sobre la cama para continuar.

Joline: ¿Que haces Joe?

Joseph: Continuar, aún no termino pequeña. —Sonrío se quitó su playera y se puso sobre mí, comenzó a besar mi cuello bajando hasta mis pechos y succionandolos, bajó lentamente hasta llegar a mi centro y comenzar a jugar con su lengua sobre mi clítoris, tenis pequeños espasmos por mi reciente orgasmo, sentía la sonrisa de Joe sobre mí, de nuevo se puso sobre mí, puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó a darme leves estocadas y así aumentando el ritmo poco a poco, sentía que volvería a correrme por lo sensible que me sentía, Joe aumentó sus estocadas nuestros gemidos se hicieron al unisono del placer que nos estábamos generando, el pequeño y travieso rizo de Joe se hizo presente en su frente, sentía mi orgasmo cerca y sin más me volví a correr y Joe también, Joe cayó rendido a un lado mío intento recuperar el aliento al igual que yo.

Joline: Eres increíble Joe.

Joseph: Y tú también, no me canso de tener sexo contigo.

Joline: Quédate esta noche.

Joseph: Con gusto pequeña, vamos a darnos un baño, y dormiremos un poco para recuperar energías para la madrugada.

Joline: Me agrada la idea.

—Sin más nos tomamos una ducha y después nos fuimos a acostar, dormí sobre el pecho de Joe tan profundamente al igual que él, ambos habíamos terminado rendidos y yo más...

One shots Joseph Quinn/Wesley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora