Capítulo 4. Tria melius quam dis.

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Wesley. 🔥🔥

—Estaba con Joe viendo una película, estábamos aburridos, Joline estaba por llegar y no tenía idea que hacer, estaba fastidiado de hacer la misma rutina de siempre, se me vino una idea a la mente pero no sé si Joe se atrevería o Joline, era algo completamente loco.

Joseph: ¿En qué tanto piensas?

Wesley: En nada, ya no tarda en venir Joline.

Joseph: Te conozco, no me engañas, suelta.

Wesley: Bien, te contaré pero promete que no dirás nada.

Joseph: Lo prometo, ya cuéntame.

Wesley: Bien... —Comencé a contarle y sólo vi una cara de sorpresa por parte de Joe, después dibujó una sonrisa que me desconcertó.

Joseph: Podemos hacerlo, ahora que llegue, tú sólo sígueme el juego.

Wesley: ¿Seguro?

Joseph: Si, si no acepta al menos lo intentamos. —Ambos sonreímos y enseguida sonó el timbre, Joe fue a abrir y era Joline. Hola linda, adelante.

Joline: Gracias Joe.

Joseph: ¿Quieren algo de tomar?

Wesley: Si, por favor. —Joseph nos dio un par de cervezas y comenzamos a beber, el silencio invadió la sala hasta que Joseph habló.

Joseph: Jo, te tengo una pregunta.

Joline: Dime, te escucho.

Joseph: De Wes y yo, ¿Quién besa mejor? —La pregunta me tomó por sorpresa, ¿Cómo lo sabría? O ¿Cómo lo averiguaría? Dibujé una sonrisa y volteé a ver a Joline.

Joline: No, no sabría decirte Joe, sólo he besado a Wes. —Noté cierto nerviosismo en Joline, pero no la sentía incómoda ante su pregunta así que decidí hablar.

Wesley: ¿Quieres averiguarlo? —Joline abrió los ojos de golpe, no esperaba esa respuesta de mi parte.

Joline: ¿Que dices Wes?.

Wesley: Que deberías averiguar quién besa mejor, adelante, prueba primero con Joseph. —Joline volteó a ver a Joe, Joe sólo sonrió y se sentó a lado de ella dejándola en medio de los dos.

Joseph: ¿Puedo? —Joseph de manera educada aún sin borrar su sonrisa pidió permiso para besarla, Joline me miró buscando alguna respuesta y sólo afirmé que lo hiciera.

Joline: Adelante, hazlo.

Joseph la tomó de una mejilla y se comenzaron a besar, no me equivocaba al pensar que esta situación me prendería de esta manera, pero quería llegar a más, Joseph mientras la besaba me volteo a ver, dándome una señal que comenzara, acaricié suavemente la pierna por debajo de su falda, no pudo evitar apretarlas un poco, cuando se separó del beso de Joseph me vio, y ahora era mi turno, comencé a besarla, la tomé por detrás de su nuca para profundizar el beso, Joseph por su parte comenzó a acariciar por debajo de su blusa, a lo que Joline se sobresalto.

Wesley: Tranquila cariño, déjate llevar, te vamos a cuidar.

Joline: ¿Estás seguro de lo que haces?

Wesley: Sólo si tú quieres.

Joline: Ok, está bien... —Con un poco de timidez y una voz casi audible accedió.

Entre jadeos continúe besándola, Joseph se encargó de deshacerse de su blusa, luego de su sostén, comenzó a masajear sus pechos y apretar sus pezones, entre mi boca sentía los gemidos de Joline tan excitantes, Joe continúo bajando la cremallera de su falda, y quedó sólo en sus bragas húmedas, y exquisitas, quería probarlas, quería bajar y darle lo que necesitaba, nos separamos del  beso y seguíamos sentados en el sillón, Joe por un lado y yo por el otro, sin pensarlo más, bajé y comencé a retirar sus bragas, abrí lentamente sus piernas e introduje mi lengua en ella, después subí hasta llegar a su clítoris, subí sus piernas a mis hombros para darme más acceso le di lo que quería mientras poco a poco introducía tres de mis dedos en ella, Joseph comenzó a besar su cuello y por detrás de su oreja, después a acariciar sus pechos y metió uno a su boca y con el otro comenzó a masajearlo después intercambió e hizo lo mismo con el otro pecho, Joline no dejaba de gemir, Joseph comenzó a quitarse la ropa después comencé a quitarmela yo hasta quedar los tres completamente desnudos.

Wesley: ¿Te gusta?

Joline: Mierda Wes, me encanta.

Nos pusimos de pie, Joe quedó por atrás y yo por delante, Joline pasó una de sus manos por la nuca de Joe y con su otra mano tocó mi miembro y comenzó a masturbarme, en la sala sólo se escuchaban nuestros gemidos, la mano de Joe fue directamente a su clítoris y comenzó a masajear, yo apretaba sus pezones y después a masajear sus pechos, todo se estaba poniendo realmente caliente, Joe la volteo y ahora yo quedé detrás y Joe comenzó a besarla, Joline hizo lo mismo con él, masajeó su miembro y después comenzó a masturbarlo, paró de besarlo y a los dos nos puso enfrente de ella, se arrodilló y comenzó a hacerme un oral mientras continúo masturbando a Joseph, después hizo lo mismo con Joe, mientras nos la chupaba nos veía con una sonrisa y en sus ojos había algo que jamás había visto, un puto infierno, me estaba volviendo loco por completo.

Joseph: Colócate aquí, pon tus rodillas sobre el sofá, y apoya tus brazos en el respaldo, ahora. —La voz de Joseph era dominante y ronca, era como si tuviera un poder sobe Joline ya que ella sin cuestionar ni decir una sola palabra lo obedeció como una sumisa, Joseph quedó del otro lado del sillón y yo detrás, ya sabía a dónde iba, metió su miembro en la boca de Joline, Joseph soltó un leve gemido de satisfacción y lanzó su cabeza hacia arriba, por mi parte se la metí, y comencé a darle estocadas al ritmo que se la chupaba a mi amigo, esto era jodidamente perfecto, me estaba excitando tanto que aumente el ritmo de mis estocadas y escuchaba las arcadas que Joline soltaba, antes de venirme cambiamos de lugar ahora Joe se la metía y a mí me la chupaba, era como estar en el paraíso, ahí estaba ella, a nuestra merced, haciendo lo que queríamos con ella, Joe comenzó a dar estocadas fuertes y a darle nalgadas mientras apretaba fuerte su culo, ver cómo rebotaba sobre él más me excitaba y estaba por correrme.

Joseph: Vamos cariño quiero que te corras para nosotros, hazlo. —Sin más Joline se corrió sus piernas eran como gelatinas pero Joseph la sostuvo de la cadera y la levantó, después la arrodilló y me dio una señal para que me fuera del otro lado, Joseph comenzó a masturbarse y yo también, ambos lo hicimos al mismo tiempo hasta que terminamos de corrernos en su cara, nuestro semen cubrió parte de su lindo rostro y sus pechos, nos vio fijamente y recogió algo de nuestros residuos con sus dedos y lo metió a su boca saboreandolo, después con su lengua nos limpio a ambos los restos de semen que había quedado en nuestros miembros.

Joseph: Ven aquí, fuiste una buena chica, ¿O me equivoco Wes?

Wesley: Muy buena chica cariño. —Sonreí y la ayudamos a sentarse en el sofá.

Joseph: Es hora de darse un baño, estás sucia, pero antes quiero que nos digas algo.

Joline: ¿Que cosa?

Joseph: ¿Quién besa mejor? —Los tres reímos juntamos nuestra ropa y nos metimos a bañar.

One shots Joseph Quinn/Wesley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora