Capítulo 6. Gorilla. Parte 1.

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Joseph.

Hoy la vería de nuevo, la invité a salir, no era raro salir sólo nosotros dos, habíamos formado una amistad a raíz de la partida de Wesley a Japón, teníamos más que eso pero obviamente nadie lo sabía, iríamos a un bar, pero era uno diferente, había bailarinas exóticas, pero eso ella no lo sabía, tenía un plan en mente y había de dos o funcionaba o me mandaba al carajo.

Joseph: ¿Nos vamos?

Joline: Claro... hueles delicioso. —Se acercó peligrosamente a mi cuello provocando una excitación en mí de manera inmediata.

Joseph:  No deberías hacer eso y menos en público preciosa.

Joline: ¿Tienes miedo?

Joseph: No juegues conmigo te lo he dicho hasta el cansancio. —Dije de manera dominante aunque sabía que lejos de intimidarla le gustaba, era una zorra en toda la extensión de la palabra.

Joline: ¿A dónde iremos?

Joseph: Es una sorpresa no comas ansias. —Íbamos ya en camino y cuando llegamos y volteé a verla su cara era de confusión y  asombro.

Joline: ¿Que hacemos aquí?

Joseph: Divertirnos un rato, vamos. —Nos dirigimos al bar y había ya bailarinas bailando sobre el tubo, había musica de fondo, Gorilla de Bruno Mars, una de ellas bailaba al ritmo de dicha canción, yo veía atento como bailaban de manera sensual mientras tomamos asiento, la veía de reojo y no estaba muy contenta, reí en mis adentros hasta que noté como esa bailarina se iba acercando a mí, me comenzó a bailar sin importarle que ella estuviera aquí, tomó mis manos y las pasó por todo su lindo cuerpo, de fondo se escuchaban gritos y chiflidos, se retiró y me guiñó un ojo, hice lo mismo hasta que la perdí de vista entre aquellos hombres a los que se dirigía.

Joline: ¿A esto me trajiste? A ver cómo una zorra se te insinuaba.

Joseph: Sabes que siempre serás la única cariño. —Dije de manera sínica, me encantaba hacerla enojar, por eso la traje aquí.

Joline: No quiero estar más aquí Joseph, vámonos.

Joseph: Pero si apenas comienza la diversión, pediré unos tragos. —Le hablé al mesero y pedí un par de bebidas para los dos, bebimos mientras yo disfrutaba del show.

Joline: ¿Que pretendes?

Joseph: Disfrutar, hay chicas lindas aquí. —De un sorbo terminó su bebida y me vio molesta.

Joline: Eres un idiota. —Vi como tomó su bolso y se retiró del lugar, no me quedó de otra más que alcanzarla.

Joseph: No me gusta que me hables en ese tono.

Joline: Ya lo hice.

Joseph: Sube al auto. —Vi como abría la puerta del copiloto y la detuve.— Ahí no, en la parte de atrás.

Joline: ¿Que harás?

Joseph: Sólo sube.

—Sin más protestas lo hizo, nos encontrábamos en un callejón poco concurrido cerca del bar, entré con ella y comencé a besar su cuello, me recargue en uno de los asientos y ella se subió encima de mí, comenzamos a besarnos de manera desesperada, frotabamos nuestros sexos sobre la ropa, después la puse de espaldas sobre mí recargada en mi pecho mi mano tomó su cuello y giro su cabeza para continuar besándonos, nos devoramos con tanta necesidad que mi mano bajó hasta su centro desabroché el cierre de su pantalón y metí mi mano masajee suavemente su clítoris e inmediatamente comenzó a gemir.

Joline: Mierda Joe, continúa así.

Joseph: ¿Te gusta?

Joline: Si. —Dijo con una voz apenas audible.

Joseph: Recuestate. —Se acomodó sobre el asiento y terminé de quitar sus pantalones, mi camisa iba con tres botones sueltos, dejaba visible mi pecho y mis dos cadenas que siempre llevaba conmigo, me acerqué y la volví a besar, desesperada por más, comenzó a quitarme el cinturón y después desabrochar mi pantalón, metió su mano y comenzó a masajear mi miembro ya endurecido por encima de mis boxers, se sentía tan bien que no pude evitar soltar un pequeño gruñido cerca de su oído.

Joline: ¿Te gusta?

Joseph: Me gustaría más que estuviera dentro de ti.

Joline: ¿Y que esperas?

Comenzó a quitarse su blusa y yo mi pantalón y camisa, ambos quedamos desnudos y los vidrios del carro cada vez más pañosos debido al calor que estábamos generando, besaba mi pecho subiendo hasta mi cuello al cual le daba pequeños mordiscos sin dejar marcas, metí dos de mis dedos en su boca para después introducirlos en ella y lubricarla bien, después poco a poco y de manera tortuosa me introduje en ella, ambos lanzamos un gemido de alivio al sentir tal sensación, acomodé sus piernas por encima de mis hombros me agaché y comencé a embestirla de manera gloriosa, se sentía tan bien, su cuerpo y el mío volviéndose uno sólo, pequeñas gotas de sudor corrían por sus pechos que comencé a devorar sin dejar de embestirla, sus gemidos se hacían más audibles y deliciosos.

Joseph: Te sientes tan bien.

Joline: Oh Joseph, lo haces tan bien.

Joseph: Me vas a matar con esos gemidos tan deliciosos. —Aumenté mis embestidas, hasta que sentí como se corrió, salí de ella y me vine sobre sus pechos, sonrió al igual que yo, le pasé un poco de papel para que se limpiara y vestirnos.

Joline: ¿Este era tu plan?

Joseph: ¿Estuvo mal?

Joline: No se por que disfrutas hacerme enojar y después cogerme.

Joseph: Es satisfactorio preciosa. Ahora vístete que ya te iré a dejar a tu casa. —Nos cambiamos y nos fuimos para la parte de enfrente del auto, íbamos llegando a su casa sin imaginarme lo que me esperaba al llegar.

ONE SHOT inspirado en Gorilla de Bruno Mars.

"Tienes las piernas en el cielo con el diablo en tus ojos" —Gorilla.

One shots Joseph Quinn/Wesley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora