Gulf creyó haber encontrado por fin a esa persona especial que lo acompañaría a lo largo de su vida, capaz de electrificar su corazón tan solo con su presencia y a quien poder llamar buttercup. Sin embargo, la vida rara vez es sencilla, las personas...
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Un beso, los besos pueden tener distintos significados o tal vez ninguno, puede transmitir afecto dependiendo a quién esté dirigido. Pueden simbolizar un saludo, un gesto de cariño, de amistad, de amor o pasión. Pueden llegar a expresarlo todo y convertirse en ese puente emocional por el que trascienden los sentimientos más profundos, destinados a nuestra persona especial. También, pueden ser, tan solo un juego previo que aumente el placer.
O simplemente, solo ser un contacto físico y nada más. Todo dependerá del contexto que la persona quiera darle.
Esa es la forma de pensar de Mew Suppasit, un joven de 17 años que no tuvo reparos en aceptar la extraña sugerencia de su vecino, Gulf Kanawut. Quien llego a pedirle prestados sus labios para aprender a besar y ganar esa confianza perdida tras su desastroso primer beso, que lo inundaría de inseguridades.
Un problema minúsculo e insignificante para muchos, pero en la cabeza de un adolescente promedio, puede llegar a equivaler con el fin del mundo por muy exagerado que suene. Y cuya resolución, desencadenara sentimientos inesperados, llenándolos de nuevas inseguridades y curiosidades que deberán afrontar.
Los invito a esta nueva aventura de este par de adolescentes, que tienen locuras por contar.
Historia corta y sencilla, con capítulos cortos.
No tengo fecha aún, pero espero publicarla pronto, y sobre todo, actualizar con mayor frecuencia.