Capítulo Final: Promesas de Amor

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Ese mismo día, una denuncia fue presentada en contra de Nalin, lo que desencadenó una investigación exhaustiva. Dado a que el caso no fue considerado como grave, Becky siguió bajo la tutela de su madre. 

Durante este proceso, se recopilaron todas las pruebas pertinentes con la intención de presentarlas ante el tribunal, con la esperanza de que el juez revocara la custodia otorgada a Nalin. Sin embargo, Mew y Max no anticiparon que las conexiones de Nalin jugarían un papel crucial, llegando al extremo de influir en el juez encargado. 

Dos meses después se dicto la sentencia, favoreciendo a Nalin, sumiendo a Mew en una gran impotencia ante este flagrante acto de corrupción, que no solo seguiría exponiendo a Becky al peligro que representa su madre, sino que también dejaba a Mew desolado. A pesar de la derrota aplastante, Max le brindó su apoyo, animándolo a continuar la lucha. Aún quedaba la opción de apelar el veredicto, ya que no podían permitir que Nalin saliera victoriosa cuando la seguridad de Rebecca estaba en juego. 

 Gulf lamentó no haber podido estar presente durante el juicio, no haber podido estar a su lado y brindarle su apoyo. Se confió en que Mew prevalecería en el juicio y al terminar, podrían salir todos juntos a celebrar esa noche. Pero no piensa repetir el mismo error dos veces, así que aún más determinado; está considerando obtener un permiso en su trabajo, con el fin de estar junto a Mew.  

Tras el arduo trabajo de Max, se logró presentar dicha apelación ante un tribunal de nivel superior, argumentándose los errores legales que en ella incurrían y extendiendo el proceso por tres meses más. Esta vez, las redes corruptas de Nalin no pudieron ejercer influencia alguna, por fortuna, sus amigos no tenían el poder suficiente.

 La nueva revisión del caso tuvo como resultado la anulación de la decisión previamente emitida por el tribunal de primera instancia. Las irregularidades previamente mencionadas fueron reconocidas y tomadas en cuenta. Esto condujo a la orden de llevar a cabo un nuevo juicio, bajo la jurisdicción de otro juez, dándole esperanzas a Mew y su familia de garantizar el bienestar y la seguridad de Rebecca. 

Llego el día tan esperado, su estómago está totalmente revuelto al grado que esa mañana no pudo probar bocado alguno, angustiando a su familia; quienes comparten su estrés y ansiedad

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Llego el día tan esperado, su estómago está totalmente revuelto al grado que esa mañana no pudo probar bocado alguno, angustiando a su familia; quienes comparten su estrés y ansiedad. En lo profundo de su ser reza porque el juez vele por los intereses de su hija y le conceda la custodia a él. A este punto ya no le interesa si Nalin recibe algún castigo o no, lo único que desea es que su hija esté en un hogar seguro. 

 Junto con sus padres, se dirige al tribunal. Su padre insistió en manejar dado el estado de Mew.

 —Vamos, toma agua por lo menos —dijo su madre, extendiéndole una botella.

Con desgano toma la botella y le da dos sorbos, al sentir que el líquido queda atrapado en su garganta, se detiene y cierra la botella.

 —Mew.

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