VI

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Fue inevitable que un sonrojo asomara en las mejillas pálidas del omega. La vergüenza latía en sus venas y le ensordecía los oídos. Lo que era peor, los ojos del alfa seguían puestos sobre él, todavía analizándolo.

«Me siento como una bacteria», pensó al verse sometido a análisis tan minucioso.

«Pero eres una bacteria muy linda, o al menos eso piensa Chanyeol», le contestó su alegre conciencia.

—Yifan dijo que tú no estarías aquí. Dijo que te mareaba el agua.

El alfa alzó desafiantemente una ceja, la izquierda, pero sus labios no se fruncieron como señal de disgusto, sino en una mueca divertida.

—No me gustan las fiestas en los yates porque me parecen monótonas, no porque me maree. De hecho, me gusta más navegar en mi propio yate.

Baekhyun rodó los ojos por ese tonito tan presuntuoso.

—No sabía que estarías aquí.

—Yifan me invitó, pero pensaba en retirarme ya. Iba a buscarlo para despedirme.

—El barco ni siquiera ha zarpado.

—Mejor así, no quiero tener que bajarme en medio del río. No sé nadar muy bien.

—Sería una pena que te cayeras.

El omega entornó la mirada.

—¿Es una amenaza?

—Claro que no. Una advertencia. Tenemos muchas cosas pendientes.

—Creí que querías tu dinero de vuelta. No tengo seguro de vida, así que, si me arrojas al agua, no obtendrás nada.

—Solo la satisfacción de verte sufrir un rato.

Psycho.

Sin quererlo, ambos empezaron a buscar a Yifan; caminaron hacia el frente del yate donde la música era todavía más fuerte. Con un collar de luces y un mojito en la mano encontraron al alfa y a su novio. Eran todo un espectáculo.

Baekhyun los miró con fijeza. Realmente ellos lucían bien como pareja. Encajaban. Yifan siendo alegre y dominante, y ese muchacho, más tímido y recatado. Al verlos bailar juntos entre risas y comentarios susurrados a oídos, le hizo pensar lo mucho que él quería algo así. La costumbre de estar solo no tapaba la sórdida realidad de desear algo de amor. Quizás un romance como en esas tontas novelas que leía.

—Debí decirte antes que Yifan estaba tomado ya.

—¿Qué?

—Te hubiese evitado este enamoramiento por él.

—No estoy enamorado de Yifan. Es como mi hermano mayor.

Chanyeol por supuesto no le creyó y le miró con la incredulidad tallada en su rostro.

—No me mires así. Digo la verdad.

—Entonces, ¿por qué los miras así? Casi parece que te vas a arrastrar hacia ellos.

—¡No! Solo..., bueno, ellos se ven muy lindos. Me dio algo de envidia —admitió en tono bajo, con la esperanza de que Chanyeol no lo escuchara.

—¡Chanyeol!

Yifan y Tao fueron hasta ellos, envueltos todavía en su aire romántico y alocado. El joven omega chino se cohibió al ver al hermano de su novio, a quien solo conocía por fotos y noticias de periódicos.

A Bed of Thorn and Roses (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora