XXXVII

1.4K 253 50
                                    



Esta vez no sintió temor alguno. Incluso cuando Park Jihoo estaba parado frente a su escritorio, con los puños apretados y, aunque su rostro estaba fuera del alcance la vista de Chanyeol, sabía que estaba furioso. Pero su padre estaba ahora parado sobre su tablero y no había reglas para ganar.

Estaba nervioso, sin embargo, por lo que pudiera ocurrirle a Baekhyun ahí fuera rodeado de las personas más tóxicas que él había llegado a conocer. Quería a su omega y a su hija a salvos.

—Desobedeciste —murmuró Jihoo con tono siniestro, pausado y bajo—. Creo que nunca fuiste muy obediente, de hecho.

—He sido un buen hijo, padre, por muchos años, ocultando todos sus negocios sucios del mundo. ¿Acaso no le serví bien? —preguntó con tanto sarcasmo y acidez como pudo.

—Siempre tan agresivo —tarareó—. Sí, fuiste un buen hijo, haciendo lo que debías para mantener a esta familia en la cima. Pero últimamente has sido una gran decepción.

—¿Porque me enamoré? —casi rugió.

—Porque dejaste que tu corazón liderara sobre tu razón —graznó, golpeando la mesa al darse vuelta para enfrentar a su hijo—. Dejaste que un muchachito sin un poco de gusto te dominara. ¡Una vergüenza como alfa!

—No es cierto. Él me hizo más fuerte —refunfuñó—. Él me volvió un ser humano.

—Las emociones no sirven de nada —masculló con tono repulsivo—. ¿Acaso crees que ese amor durará para siempre? Ese muchachito no será nunca tu felicidad. ¡Júralo por mi sangre!

—Eso no lo sabes. ¡Y no me importa lo que digas! Él es lo que quiero, él y mi hija. No dejaré que les sigas haciendo daño.

—Niño estúpido. ¿Crees que has ganado? No dejaré que cometas esta insensatez.

—No estoy pidiendo tu permiso, padre.

El viejo Park se retorció en un gruñido, blasfemando sin cuidado y vociferando en tono duro. Aun así, Chanyeol no se inmutó y clavó su mirada severa sobre el hombre.

—Es la última vez que te lo pediré. Deja a Baekhyun y a su familia en paz.

—¿O si no qué harás? ¡No lances contra tu propio padre amenazas vacías!

—¿Vacías? No, no es así. Sé lo que has hecho padre —declaró—. Tus negocios, aquellos que ocultaste muy bien de todo el mundo.

—Tú me ayudaste a esconderlo todo, ¿lo olvidas? Y si te atreves a contarlo, no seré solo yo encerrado, y sin tu protección, ese omega es todavía más vulnerable.

—Admito que te ayudé a resolver muchos de esos problemas solo por el bienestar de nuestra familia. Pero incluso ocultaste cosas de mí, ¿cierto? Tus vínculos con la mafia es algo que siempre asumí, pero nunca llegué a pensar que eran tan fuertes como para matar por ello.

Park Jihoo tensó la mandíbula, pero su mirada seguía siendo tan dura y altiva como siempre. Chanyeol supo que él no se avergonzaba de sus actos y que el remordimiento no lo rozaba, solo era la impresión de ser atrapado lo que lo sacudía.

En ese momento se dio cuenta lo poco que conocía a su propio padre.

—Sojin. ¿Ella merecía morir por tus secretos?

Jihoo esbozó una sonrisa torcida, burlándose anticipadamente.

—Ella no era más que una zorra entrometida —se excusó él—, que pretendía contarle todo a la fiscalía sino yo no le daba una generosa suma.

A Bed of Thorn and Roses (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora