Doyoung tenía que admitir que la comida olía bien. Su boca babeo mientras el olor a salchichas y huevos llenaba la cocina. No había comido desde el desayuno la mañana anterior, y tenía un nudo en el estómago del hambre.
Cuando vio la cabaña rústica Doyoung no estaba seguro de qué esperar, pero el interior era absolutamente hermoso. La cocina estaba pintada en amarillos y cremas, y los electrodomésticos eran modernos. Doyoung seguía observando la ordenada cocina preguntándose si Jaehyun tendría algo de crema de avellana.
Como si leyera su mente, Jaehyun le hizo una taza y se la entregó. —La crema está en la nevera.
La nevera era negra de lado alado, y cuando Doyoung la abrió, sonrió. Tartas y pasteles, strudels y donas llenaban los estantes. —Me parece que te gustan los dulces.
—Soy un oso, cariño. —La mirada de Jaehyun recorrió a Doyoung. —Me encanta comer algo dulce.
Doyoung se sonrojó mientras buscaba la crema. Para su deleite, Jaehyun almacenaba sabores variados. Cogió el pequeño envase de avellana y se sirvió una cucharada en su taza. —El desayuno huele bien.
—Me alegra que lo creas, —dijo Jaehyun. —Una cosa que mi mamá insistió que sus chicos supieran es cómo caminar alrededor de una cocina.
Doyoung cerró la nevera y se sentó a la mesa. —¿Vive por aquí?
El dolor en la cara de Jaehyun hizo que Doyoung se arrepienta de preguntar. Se paró ante la estufa mientras le decía a Doyoung que ella no sólo no estaba por aquí, sino que no estaba en ninguna parte.
—Lo siento.
Jaehyun sacudió la cabeza. —Fue hace mucho tiempo.
—A mí igual, —dijo Doyoung, envolviendo sus manos alrededor de su taza. —Mis padres murieron en un accidente de coche. Minhyun tenía veinte y yo tenía dieciséis años cuando sucedió. Mi hermano me crió durante los próximos dos años, luego me fui a la universidad. Yo estaba en mi primer año cuando tuve que volver a casa. Minhyun no es una persona muy responsable. Había perdido la casa de nuestros padres y terminó mudándose a un alquiler que no podía pagar, así que hizo que sus amigos se mudaran con él. Entonces no tuve más remedio que mudarme también.
Wow. Doyoung no podía creer que había derramado su corazón a un completo desconocido. En verdad, hacerlo hacia que su pecho se sentía bien. Doyoung había dejado que muchas cosas supuraran dentro de él, incluyendo un montón de resentimiento y odio hacia su hermano.
—¿Por qué tuviste que dejar la universidad? —Jaehyun poso el plato de Doyoung delante de él, luego se sentó.
—Él se gastó todo el dinero de la póliza de seguro de vida de nuestros padres. No quedaba nada para pagar mi matrícula o los libros. —Entonces Minhyun se volvió malo, golpeo a Doyoung y le echó la culpa de todo lo malo en la vida de Minhyun. Por otra parte, Minhyun siempre había sido malo con Doyoung y no podía entender por qué. Pero el abuso no había comenzado hasta que Minhyun había sido atado con la responsabilidad de Doyoung.
La única razón por la que Minhyun había aceptado ser el guardián de Doyoung era porque el testamento lo había estipulado. Si Minhyun no hubiera accedido, no habría conseguido su parte del dinero.
Doyoung rápidamente se secó las lágrimas caídas con sus palmas. Jaehyun probablemente pensaba que era un perdedor ahora, pero por alguna razón Doyoung no podía callarse. Sentía como si las compuertas se hubieran abierto y todos sus secretos estuvieran derramándose. —Minhyun sacó su rabia contra mí, culpándome por su podrida vida, por sus desgracias, por perder su trabajo, y... —Doyoung se mordió el labio inferior. —Él empezó a golpearme por ello.

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Jaehyun (JaeDo)
RandomDoyoung está encantado con Jaehyun, hasta que se da cuenta de que esto no es una fantasía y que se ha metido en un mundo extraño lleno de peligro. ⚠⚠ -Contenido homosexual, si no te gusta no leas. -Cambiaformas, mpreg. -Segundo libro de la saga "Co...