Jaehyun (JaeDo)

Nueve

Jaehyun corrió hacia el claro cuando oyó a Johnny y Sunghoon discutiendo con alguien. ¿Qué demonios estaba pasando ahora? ¿Habrían encontrado al nómada, o habrían capturado finalmente a Minhyun? 

Pero tampoco lo era. Cuando Jaehyun se unió a sus hermanos, quedó atónito al encontrar allí a Kim Suho. El alfa de los leopardos de la nieve rara vez hacia una aparición en territorio oso. A juzgar por las miradas duras en las caras de todos esto no era una visita social. 

Los ojos azules oscuros de Suho se encendieron de rabia mientras su labio superior se curvaba. —Ya era bastante malo que tu padre causara caos. ¿Ahora tengo que lidiar con un humano paseando por el bosque con un rifle de caza? —Su voz estaba llena de asco. —Esta vez voy a tratar contigo directamente, Johnny. Encuentra a ese ser humano, o la manada de Kun será la menor de tus preocupaciones. 

—¿Qué está pasando? —Preguntó Jaehyun mientras se acercaba a Sunghoon. 

En voz baja, Sunghoon dijo —Aparentemente Minhyun vio a un leopardo de las nieve y le disparó. Era el segundo al mando de Suho, Xiumin. —Jaehyun quería encontrar a Minhyun y golpearlo a una pulpa sangrienta antes de que terminara la vida del ser humano. Xiumin no era sólo el brazo derecho de Suho, sino también el hermano menor de Suho. El resto del grupo eran primos o alguna mierda así. Jaehyun realmente no sabía ni se preocupaba. 

—Y justo como le dije a Kun cuando mi padre estaba dejando cuerpos, esto es asunto del clan. Nosotros manejaremos al humano descarriado. Vuelve a mi tierra otra vez sin ser invitado y aprenderás por qué los hombres Seo tienen una reputación tan feroz, —gruñó Johnny. 

—No me presiones —le advirtió Suho. —Tienes problemas con los aliados, Johnny. Todos queremos paz en estas montañas, pero no tengo ningún problema en ir a la guerra contigo. Por lo que oigo, estás en la lista de mierda de Kun. No necesitas a todos los shifters de las montañas persiguiendo a tu clan. 

Por mucho que molestara a Jaehyun admitirlo, Suho tenía razón. Enojarse con una manada de lobos era bastante malo. Si los leopardos y los leones se involucraban la mierda se ensangrentaría. 

Se sentía como un déjà vu de la conversación que habían tenido el año pasado con Kun. Jaehyun se preguntaba si la guerra era inevitable y rezó para que no fuera así. Tenía un cachorro y un compañero que proteger. Doyoung sólo podría tratar de correr de nuevo si se enteraba de las relaciones tensas entre los residentes de las montañas. 

—Sal de mis tierras —soltó Johnny. —Como he dicho trataremos el problema. 

Dos hombres agresivos siempre hacían un desastre. Si Suho no se marchaba pronto, Johnny y el leopardo podrían llegar a los golpes. Tanto como a Jaehyun no le gustaban los gatos él sabía que sería un error enorme. 

—Estas advertido. —Suho cambio y se fue. Jaehyun observó hasta que el gato ya no estaba a la vista. 

—¡Maldita sea! —Johnny se pasó una mano por la cara. Se volvió hacia Sunghoon. —Quiero que encuentres a Minhyun y me lo traigas. No me importa si tienes que peinar cada centímetro de las montañas para encontrarlo. Voy a torturar lentamente a ese cabrón por disparar a Jaehyun y por traer a Suho aquí. 

Las montañas consistían en más de quinientos mil acres. Esa era una misión imposible, pero Jaehyun no señaló ese hecho. Johnny ya estaba cabreado. 

Jaehyun se giró cuando oyó un jadeo. Justo dentro de la línea del árbol estaba Doyoung.

🏕️🏕️🏕️

No sólo había tomado una hora calmar a Doyoung, sino también los esfuerzos combinados de Jaehyun y Mark. Su compañero se había vuelto histérico hasta el punto de que Mark había amenazado con darle una bofetada. Jaehyun había levantado una de sus cejas, preguntándose si llegaría a eso.