Jaehyun (JaeDo)

Cuatro

Doyoung entró en la magnífica casa de Johnny. Mientras que la casa de Johnny era paredes blancas y cristal, Jaehyun era más rústico y en opinión de Doyoung, hogareño. 

Todavía no podía creer que las historias sobre los hombres Seo fueran verdaderas, y menos aún cuan modernas eran sus casas. 

—Hola —Un rubio con un bebé en sus brazos sonrió a Doyoung. —Soy Mark, y esta pequeña monada es Donghyuck. 

Mark tenía razón. Donghyuck era un diablillo hermoso. Su cabello era una mezcla del rubio de Mark y el de Johnny, pero tenía los ojos azules de Mark. 

—Soy Doyoung. 

Mark lo llevó a la cocina, donde el tipo colocó a Donghyuck en su sillita. 

—Estaba a punto de darle de comer. ¿Te gustaría algo de beber? 

 Un corto de whisky habría hecho feliz a Doyoung. —Agua está bien. —Mark tomó una botella de agua de la nevera y se la entregó. 

—¿Crees que estás perdiendo la cabeza, no? —Se sentó al lado de Doyoung. —Eso es lo que pensé cuando Johnny me golpeó en la cabeza y me arrastró aquí. 

Doyoung sabía que Mark estaba bromeando. —¿Cómo un hombre de las cavernas? 

Mark sonrió. —Básicamente. No le creí cuando me dijo que estaba embarazado. Pensé que toda la familia estaba loca. —Mark se levantó y cogió un tazón de la nevera. Se sentó de nuevo y abrió la tapa de las verduras y le entregó una rebanada de zanahoria a Donghyuck. —¿Te molesta si echo un vistazo a tu estómago? 

¿Por qué todo el mundo estaba tan fascinado con el vientre de Doyoung? Con un encogimiento de hombros, levantó su camisa. 

Mark asintió con la cabeza. —Entonces es verdad —Él sonrió. —Realmente me gusta Jaehyun. Es divertido y dulce. Me alegro de que haya encontrado a su compañero. 

—Espera, ¿qué es verdad? —Preguntó Doyoung.  

—¿Ves esa línea que corre desde tu ombligo hasta tu entrepierna? —Doyoung asintió. Se había preguntado por eso, pero no se lo había pensado mucho. Habían pasado demasiadas cosas locas como correr de osos, leones de las montañas y un lobo trastornado. 

—La línea de concepción crecerá más oscura a medida que tu embarazo progrese. Cuando se vuelva roja, tú lo tendrás. 

Los dedos de Doyoung estrangularon su camisa. —Estás loco como todos los demás. 

Recordó a Jaehyun diciéndole a Johnny algo que se llamaba la línea de la concepción, pero Doyoung había estado demasiado ocupado preocupándose por el regreso del león de montaña, y demasiado ocupado pensando que aún estaba en algún tipo de sueño extraño. 

—Sé que es difícil de creer, pero Donghyuck es la prueba. —Mark colocó un cuenco en la bandeja de la sillita. Donghyuck aplasto los dedos en ella, riéndose cuando los vegetales pasaban entre ellos.

Una parte del cerebro de Doyoung decía que Mark estaba diciendo la verdad. Pero Doyoung no quería creerlo, se negaba a creer en lo imposible. Los hombres no se quedaban embarazados, por mucho que Jaehyun o cualquier otra persona tratara de convencerlo de que podía suceder. 

—Sé que no me conoces y no tienes motivos para creer que digo la verdad, pero ya lo verás —Mark le palmeó la mano. —Confía en mí cuando te digo que Jaehyun hará todo lo que esté a su alcance para protegerte y cuidarte. Pensé que venir aquí era una sentencia de prisión, pero el año pasado ha sido el mejor año de mi vida. 

Doyoung pensó en los magníficos ojos gris-verdoso de Jaehyun, en su hermosa sonrisa y en cómo hizo que el cuerpo de Doyoung se incendiara en los bosques anoche. Había entrado en modo de batalla cuando ese león de montaña se acercó, y había corrido a la defensa de Doyoung cuando ese lobo lo atacó.