Capítulo 3. Nothing in the world belongs to me

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El silencio reino la sala, Liam podía sentir los hombros tensos de Amara. Liam, inconsciente se acercó más a Theo.

- No quiero ser maleducado - rompió el silencio Theo - ¿pero como sabe quien soy?

Liam podía sentir las gotas de sudor que caían por su cuello, los nervios envolviendo su estómago, su garganta repentinamente seca. Amara carraspeo, llamando la atención de todos.

- Ella es un diosa, Theo, ella sabe todo. Probablemente sabe también quienes son tus padres. - Salvado el día como siempre, por estas cosas Liam sigue siendo su amigo.

Theo asintió comprendiendo, aunque Liam podía apuntar con el dedo como sus ojos mostraban una extrañeza.

Si era honesto consigo mismo, no cree que haya una cosa que no conozca sobre él. Pasado y presente.

En un acto de valentía, rodeo su brazo en su cintura. Acercandolo sutilmente, le susurró - Creepy, lo sé. Una vez hice un amigo y al otro día me llegaron papeles con información completa de él. Incluido el nombre de su mascota. De la vergüenza, me aleje.

Theo se tapo la boca para no reírse, sus ojos brillaban hermosamente. Liam podría empezar a gritar.

Alejándose antes de cometer un error, como empujarlo contra una pared y besarlo enfrente de todos los dioses.

Los demás dioses de la sala eligieron ignorarlos y seguir con lo suyo. Sin embargo Atenea se acercó a ellos.

- Mi bella nieta, ha pasado mucho tiempo - Atenea abrazo a Amara, quien le devolvió el abrazado fuertemente.

- Si, lo siento, estuve ocupada con el trabajo - Amara contesto sonando arrepentida, pero Atenea le beso las mejillas.

- No pasa nada amor, has trabajado duro para llegar a donde estas.

Atenea se giro para verlos, una ceja se levantó al ver como los brazos de Liam y Theo estaban pegados. Sonrió descaradamente.

- Bueno Liam, a pesar de que has recibido educación de alto nivel y te sabes todas las leyes, sigues, sin dudar, rompiendolas.

Liam sonrió arrogante y respondió. - Theo es de alta confianza, vale cualquier cosa, incluso las reglas impuestas.

Atenea no lucio sorprendida ante su arrebato, sin embargo, miro fijamente a Theo, evaluandolo.

Finalmente, una compresión brillo sobre ella. Liam pudo ver cierta tensión en sus hombros.

- No dudaré de tu juicio, no has sido menos que excelente en ello. Sin embargo, debo advertir, que no muchos dioses estarán felices. Tienes mi valoración.

- Atenea, no seas tan dura, son jóvenes. Déjalos vivir. - Afrodita se anunció, apareciendo a lado de Atenea, quien la miró como si se hubiera vuelto loca.

- ¿Si sabes que Liam tiene doscientos años, no? - Afrodita le hizo un gesto de desgana a Atenea. Se acercó a Liam y lo abrazo.

- Tanto tiempo, pensé que no volvería a verte - Liam se rio y le devolvió el abrazo. Afrodita lo apretó contra ella y susurro solo para él - Te prometí algo, haré lo que sea para cumplirlo.

Liam sintió un escozor en sus ojos. Apretó un poco Afrodita. La dejó ir cuando sintió que nudo en su garganta bajo.

Afrodita lo soltó y se dirijio a Theo, a quien también abrazo. Theo se vio sorprendido pero una vez que pasó, le devolvió el abrazo.
Despegandose un poco, Afrodita le agarro las mejillas y sonrió.

- Si no conociera a todos mis hijos y nietos, te diría que tú eres uno de ellos. Tus ojos cambian de color dependiendo de donde los veas, mis hijos tienen los mismos.

Líneas de amores - thiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora