Capítulo 11 - Nuevos Amigos

3 0 0
                                    

Fue otro típico jueves y, como siempre, me alisté para ir a la iglesia. Llegué a la iglesia y cuando entré, vi a él y a otro chavo más alto que él. ¿Quién es? Estaban sentados dos muchachos, y también había una niña jovencita como yo que se veía muy bonita. Me senté al lado de ella y la niña seguía hablando con él. 

De repente, él me preguntó, "Sami, what do you think? If I'm texting a girl it doesn't mean that I like her, right?"

 Yo estaba confundida porque me estaba preguntando algo que nunca pensé que alguien me preguntaría, y me lo estaba preguntando a mí. Entonces, me caí de la risa y solo asentí con la cabeza en acuerdo. Mucho después, salimos afuera porque hoy íbamos a tomar una pausa de lo que usualmente hacemos y en lugar de jugar afuera, él sacó de una caja el juego Spikeball. Nunca lo había jugado antes. Me quedé parada mientras los muchachos preparaban el juego. Para no quedarme callada, le pregunté a la niña cómo se llamaba. Me dijo que se llamaba Liliana. Le dije "mucho gusto'" y que yo me llamaba Sami. Me contó que iba a la escuela secundaria y que era un sophomore igual que yo. Cuando terminaron de arreglar el juego, nos preguntó si estábamos listos. Les dije que "no. "

(¿Qué? ¡No me miren así! Yo anuncio mi ansiedad frente a todo el mundo). 

Les pregunté cómo se jugaba y él nos empezó a explicar las reglas. Ya que íbamos a empezar, entraron 2 niños más chiquitos que yo y también iban a jugar con nosotros. 

Él empezó primero y dijo "Okay, Sami and I versus Alex and Lili."

 Me quedé sorprendida. ¿Yo con él?  Y sí, el otro chavo se llamaba Alex. Luego, cuando le pregunté, él me dijo que Alex y uno de los niñitos, que se llama Ivan, son sus hermanos. El otro niñito se llama Jose y es su primo. Juguemos juntos él y yo, pero no muy bueno, que decimos. El juego era bien complicado. Yo, como tonta que no sabía que íbamos a estar afuera, estaba vestida con una blusa azul y unos shorts de kahiki. Ya que agarré la onda del juego, estábamos ganando y me di cuenta de que él es bien competitivo. La primera vez que ganamos nuestro primer punto, empezó a gritar. Lo que me pareció raro y chistoso fue que empezó a enseñar sus músculos y me dio un high five porque ganamos. Esa fue la primera vez que aprendí mi palabra favorita: engreído. Después de que terminamos el juego, ganamos, y él seguía aplaudiendo y hasta nuestras manos se tocaron muchas veces. Me dijo "good game," y con eso me divertí muchísimo y me fui a casa con una gran sonrisa.

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora