Chapter Two

216 24 12
                                    

Pov's Sam.

Pasaron los días y no me volví a encontrar a ese chico, yo me sentía tranquila; porqué, no lo iba a ver más (o eso creía, tonta estoy). Después de una semana, me encontraba caminando por los pasillos de la escuela y de repente lo volví a ver, él también me vió y se acercó a mi.

-Hola, nena. - dijo con una sonrisa, rodeé los ojos por el "nena".

-Qué no me digas "nena" - hice una mueca y volví a rodear los ojos.

-Ni un hola dices, qué maleducada, eh. - seguía con su sonrisa y yo se la quería quitar de un golpe.

-¿Entraras a está escuela? - pregunté curiosa e ignorando lo qué me había dicho hace un momento.

-Tal vez si, tal vez no, quién sabe.

-Pero técnicamente ya no estás en edad, deberías ir más adelantado tú.

Respondí confundida, cuándo investigué, decía que al parecer tiene 18.

-Es que yo no acabé de estudiar, nos concentramos más en la banda, y lo de estudiar no se me da. - alzó sus hombros, restándole importancia.

-Me lo imaginé, bueno pues adiós. - me despedí y comenzé a caminar hacía la salida.

-Si llegó a entrar, ¿Me harías un recorrido?, y ya sabes, ¿Me ayudarías con las materias? - gritó un poco para que lo escuchará; ya que, ya me había alejado un poco.

-Pues ya qué, no me queda de otra. - grité yo también para que me escuchará salí de la escuela y me dirigí a mi casa; está vez, tomando un taxi, no tenía ganas de caminar.

Al día siguiente llegué tarde a la escuela, me desperté tarde y literalmente parecía vagabundo, el transporte no pasaba, era un día fatal. No me podía pasar algo peor, ¿O si?, llegué cómo pude a la escuela, no alcance a llegar a la primera hora, pero mínimo a la segunda si llegaba; tarde, pero llegaba. Llegué a la clase y tenía que pedir permiso para entrar, cuándo estaba apunto de hablar vi a Tom sentado en uno de los asientos, me volteó a ver y yo me quedé callada, creí que lo de entrar a la escuela era de broma, el día no podía estar peor. Tenía que darle un recorrido, ayudarlo con las estúpidas materias, ¡qué horror!, hasta que la voz del maestro me hizo salir de mis pensamientos.


-Señorita Argent, ¿Iba a decir algo? - preguntó y yo asentí.

-Perdón por llegar tarde, ¿Puedo pasar?- le pregunté mientras sentía la mirada de Tom.

-Pasé, pero es la última vez qué llega tarde. - asentí y ¡oh, mierda! al parecer me tenía qué sentar a lado de Tom, ya qué; no había otro lugar libre.

Me dirigí hacía mi lugar, noté la sonrisita de Tom, simplemente lo ignore y me puse a escuchar lo que decía el maestro; en realidad, no le estaba poniendo atención por estar pensando en que iba a tener que aguantar al que tenía al lado mío.

Estaba pensando en una excusa para ya no darle; ni el recorrido, ni mi ayuda con las materias. Me habló pero no respondí, si lo había escuchado pero yo seguía buscando excusas, hasta que me habló por segunda vez; y esta vez, si le respondí.

-¿Mhm? - volteé a verlo para que repitiera lo que dijo, no lo había escuchado muy bien.

-Tú andas en otro mundo, ¿No? - me respondió con una sonrisa a lo qué yo negué levemente.

𝔖𝔬 𝔩𝔢𝔱 𝔪𝔢 𝔦𝔫𝔱𝔬 𝔶𝔬𝔲 | 𝔗𝔬𝔪 𝔎𝔞𝔲𝔩𝔦𝔱𝔷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora