Chapter Six

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El fin de semana se paso bastante rápido para decir verdad. Ya eran las cinco de la mañana de un lunes, aburrido igual que todos ¿no?

Me dirigía hacia la escuela mientras caminaba por las calles, la brisa se sentía tan bien, me estaba bebiendo un café para poder despertar y dejar el sueño a un lado,
hasta que comencé a sentir una sensación de que alguien me seguía, volteé para atrás y no había absolutamente nadie, o eso creía...

Después de un rato seguí bebiendo mi café, tenía un sorbo en mi boca y sentí como unas manos rodearon mi cintura, me giré y escupí el café en la cara de ese individuo, tenía los ojos cerrados ya que estaba aasustada, escuché como dieron un quejido, abrí mis ojos para mirar quien era. El maldito Tom Kaulitz se limpiaba el ojo mientras no parara de reír, le di una mirada que mostraba bastante enojó.

—Perdón, no creí que te fuera a asustar tanto, hasta me escupiste el café en la cara. Tremenda vieja loca —dijo mientras seguía riéndose.

—¡Pues si lo hiciste! y no me vuelvas a agarrar de la cintura, idiota —Tom se dió cuenta que de verdad me había asustado y paro de reír.

—Perdón, Sam —me sonrió y tomó mi mano para que siguiera caminando, en una forma como si me jalará pero sin lastimarme, aparte mi mano y seguí caminando.

—Hablamos de el contacto físico, Tom. Ya, te perdonó —asintió y camino junto a mi—. ¿Y qué haces por acá? vives más lejos.

—Vine a molestarte, me iba a acercar y ya, pero decidí asustarte y veo que fue mala idea —señaló su ojo, agaché mi cabeza y sonreí levemente.

—Perdón, pero que iba a saber que eras tú —alcé mis hombros y sin darme cuenta, ya estábamos en la entrada de la escuela.

—Odio esta maldita escuela, todo por el maldito plan.

—¿Qué? ¿cuál plan? —lo miré curiosa, no entendía de que hablaba.

—Eh... nada, pensé en voz alta —asentí y entramos a la escuela.

Entramos a nuestra clase, Tom y yo nos sentábamos juntos [el colado siempre se sienta a un lado mío], este siempre se aprovechaba y me copiaba todo. Me di cuenta que al costado de Tom había una chica que siempre miraba al de rastas de una forma rara, pero obviamente le traía ganas a este chango. Por alguna extraña razón también me di cuenta que me odia, no se si es porque Tom se junta conmigo o porque me da esas sonrisas coquetas, no tengo la menor idea.

Estábamos platicando de cosas irrelevantes, hasta que le aventaron un papelito a Tom, era esa chica, le guiño el ojo y se giro, me miro con cara de "¿qué onda?" y comenzó a abrir el papel. Cuando lo abrió decía: "Hola, guapo. Te espero después de clases en el estacionamiento, es algo importante" y tenía un corazón junto con su nombre. Agite sus hombros medio emocionada y me miró extrañado.

—¿Qué te pasa? —pregunté mientras abría un dulce—, ¿si irás, no?

—No, no iré. Realmente no me interesa, a mi me gusta alguien más —hice una mueca y asentí.

No dije nada más y me recosté en la mesa, sin darme cuenta fui cerrando mis ojos hasta quedarme dormida, el grito de la maestra hizo que despertará de golpe y Tom me miraba con una sonrisa.

—¿Por qué no me despertaste, tonto? —el simplemente rodó los ojos.

—Porque te veías cansada, aparte que le importa a la vieja si estas dormida o no, tienes derecho de estar algo agotada —me dió una sonrisa amable, que a mi parecer era la primera vez que lo hacía.

De alguna manera ese comentario me pareció un tanto lindo, tristemente la maestra escuchó cuando dijo "que le importa a la vieja" y eso obviamente le molestó.

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⏰ Última actualización: Jun 28 ⏰

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