Tomás Ezcurra (ii)

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"Nueva"

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Todos los asientos que había en el pasillo estaban ocupados por los chicos esperando el llamado a los nuevos becados, en su caso, (n) había hecho la prueba para tercer año.

Estaba muerta de impaciencia, ya no tenía ni idea qué hacer, había dado mil vueltas a lo largo del pasillo pero no podía parar de moverse, su nerviosismo le ganaba.

Tenía muchas ganas de quedar dentro y, llegando para allá, había conocido a un tal Manuel el cual iba a hacer el examen de su mismo año, le había dicho todo lo que llevaba estudiando y no lo podía creer.

– Perdoname, linda.- Una mujer mayor, de pelo colorado se acercó a ella.- Me ha dicho Manuel que te pregunte a vos, que te conoce. - Señaló al mexicano que estaba sentado por ahí.- ¿Sabrías llegar a la cafetería? Necesito comprar una botellita de agua nada más, es para mi sobrina, está muy nerviosa.

– Dale tía, dejá a la chica.- Una adolescente que parecía ser de su edad se acercó a las dos.

– Mirá, acá está. Mi sobrina Luna hizo el examen para tercer año, ¿y vos?

– Yo también. Un gusto, soy (n).- Sonrió.

– Encantada.- Le respondió la tal Luna con otra sonrisa.

– Ojalá puedan ser compañeritas, tenés cara de buena niña.- La mujer mayor las miró a las dos con una cara como si desconectara de la realidad. Luna movió la mano unas veces frente a su cara y entonces volvió en sí.- A lo que vine, ¿podrías ir a comprarme la botellita?

– Si, claro.

– Tomá el dinero. Y muchas gracias de verdad, no sabemos ubicar nada en este colegio.

– Ya, es re grande. Pero no se preocupen que en nada vuelvo.

Volvió al inicio del pasillo y salió a la recepción, según le habían comentado, la cafetería debería estar justo del lado contrario.

Al pasar frente a la escalera un chico que venía en sentido contrario al suyo, chocó su hombro con ella, causando que ambos retrocedieran.

– ¿Y a vos qué te pasa? ¿No mirás por donde andas?- Le gritó él nada más verla.

– ¿Yo? Perdoname pero el que no miró al frente fuiste vos.

– ¿Qué decís nena? ¿Buscás pelea conmigo? ¿A caso sabés quién soy?- El desconocido, que era más alto que ella, la encaró.

– No me...- Justo cuando iba a responder a su provoque otro chico apareció por detrás.

– ¡Eh Pablo! ¿Por qué no venís?- Un moreno se puso a su lado, fijándose en la chica frente a ellos, a la que no había visto nunca antes.- Pero contame, ¿quién es este bombón?

– Una cualquiera, que se chocó conmigo. Ya nos vamos igual Tomás.

– Con su permiso, Pablo.- Le sonrió falsamente mientras remarcaba su nombre, que había oído a su amigo decir, al final de la frase.- Los dejo, ¿si? Un placer conocerlos.

– ¿Ya estabas chamuyandote a otra minita? Si a penas empezaste a salir con Vicco.- Preguntó el chico moreno, Tomás, con asombro.

– No era eso.- Reprochó con disgusto.- La piba se me cruzó y me chocó de verdad. No pensé que me fuera a responder, vaya carácter que se trae.

– Y bueno, agradecé que te respondió, ¿cómo le vas a gritar a una chica así?- Dijo mientras veía como esta se alejaba por el pasillo.- Si yo como ella no te daría ni bola, es bellisima.

– Es una tarada, me encaró sin más.- Bufó Pablo.- Y vos también lo sos, dejá de mirarla idiota.

– ¿De verdad que no te gustó?- No escuchó el último comentario de su amigo puesto que estaba demasiado ocupado pensando en la posible nueva.

– ¡Claro que no! Toda para ti Tomi.

– ¡Gracias!- Gritó antes de seguir a la desconocida, que se dirigía a la cafetería. Escuchó como su amigo suspiraba y le gritaba "Tarado".

(n) por fin había llegado frente a la máquina, tras la interrupción de un creído y su amigo que, pensándolo ahora, era bastante lindo.
Justo cuando ella iba a meter el dinero en la máquina, se le adelantó alguien.

– Déjame invitarte. Me disculpo por la actitud de mi amigo.- Se apoyó a un lado de la máquina para encararla.- Soy Tomás.- Le ofreció la mano y agitó la de la chica.

– Yo (n). No es para mi el agua, pero gracias igual.- Le agradeció con una sonrisa mientras retomaba su camino de vuelta.

– ¿Y no querés que te invite a nada?

– No gracias, estoy re nerviosa por el examen.

– Ah, ¿sos becada?- Tomás, que no iba a desaprovechar la oportunidad fue tras ella.

– Si, bueno, aún no salen las notas. Estamos esperando, pero creo que me fue bien. Espero entrar.

– Ah bueno, espero que entrés. Además de linda sos lista, eso seguro.- (n) rió con los descarados intentos de su acompañante por enamorarla.- ¿Y a qué curso irás?

– Tercer año.

– ¡Genial!- Exclamó demasiado alto antes de corregirse.- Digo, que yo también estoy en tercero. Podremos vernos todos los días y eso.

– Que bueno. ¿También tendré que ver a tu amiguito?

– ¿A Pablo? Si, él también es de tercero. Pero no te preocupes, yo le digo que te deje en paz.- Le sonrió orgulloso.

– Ya llegamos.- Llegaron al pasillo en donde ella volvería con todos los becados. Pararon justo en el frente. -Bueno, si es que entro, hablaremos tu propuesta de invitarme a algo, ¿si?

– No lo dudes.- Sonrió victorioso.

– Dale, nos vemos.- Le dió un beso en la mejilla justo antes de volver.

– ¡Búscame luego para contarme que entraste! ¡Quiero ser el primero en saber!- Le gritó él desde el sitio.

En respuesta, (n) giró la cabeza y asintió leve.

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- one shots. rebelde wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora