🔥Un juguete sexual🔥 [Sonadow/Shadonic]

¿Qué me pasa?

|Narra Sonic|

Hola, mi nombre es Sonic y tengo 16 años. Soy estudiante del colegio Emerald. Se podría decir que fui una de las más afortunadas por entrar en esa institución, ya que es muy difícil matricularse allí, debido a que es uno de los colegios pertenecientes a la alta sociedad. Sin embargo, cada año se da la oportunidad de regalar 10 becas a los mejores 10 estudiantes de los colegios públicos y por ello estoy aquí.

Al principio estaba nerviosa de venir, ya que tenía miedo a que me rechazaran por ser tan diferente a ellos, pero por suerte no todos los ricos son como los describen. Ya que desde el primer día fui acogida en un pequeño grupo donde son muy amables conmigo y se han vuelto mis más grandes amigos. Ellos son: Knuckles, Amy y Tails. ¡Son los mejores!

Amy: Sonic, nosotros iremos por allá *Señalando una mesa vacía* ¿sí?

Sonic: Esta bien, luego iré con las cosas

Knuckles: Si necesitas ayuda me llamas

Sonic: Ok *Sonreí*

Hoy era un día común como cualquiera, estábamos en la hora de la merienda y era mi turno de ir a comprar el refrigerio, mientras mis amigos iban a ocupar una mesa. Así que fui camino al gran puesto de comida.

Una vez que recibí mi orden, di media vuelta y empecé a buscar con la mirada la mesa en donde habían ido mis amigos. Tails alzó la mano para que lo viera y así pudiera encontrarlos más rápido. Entonces empecé a caminar en su dirección, pero sin darme cuenta alguien me había puesto el pie y caí con toda la comida. Pues como dije antes... no TODOS eran malos...

X: Jaja que torpe

Y: Parece que las pobretonas ni siquiera pueden ver jaja

Me sentí tan avergonzada con lo que me decían aquellas chicas, pero me sentí mucho peor cuando me percaté que había caído encima de alguien. Sentí como mis mejillas ardían. No sé si por la vergüenza o el asombro, ya que esa persona no era cualquiera, pues era uno de los chicos más populares de nuestro colegio. Si no me equivoco, su nombre era Silver.

Sonic: Pe-perdón *Agaché mis orejas*

Silver: No te preocupes, pero... ¿crees que puedas quitarte?

Sonic: Oh, s-si lo siento mucho *Me levanté*

X: Jajaja tan estúpida *Todos empezaron a reír*

Silver: ¡¡Podrían callarse!!

Habló enojado haciendo que todos tuvieran miedo y por fin cerraran su boca. La verdad no es la primera vez que me hacen cosas así, pero mis amigos siempre me defienden, aunque no sé por qué ahora no lo hicieron.

Silver: ¿Te encuentras bien? *Me sonrió*

Sonic: ¿He? S-si *Miré al suelo mientras mi sonrojo solo aumentaba* (¿Pero que me pasa?)

Silver: Jaja, te ves muy linda con tu carita sonrojada *Acarició mi mejilla*

Sonic: Oh, lo siento *Aparté mi mirada*

Silver: No te disculpes, la verdad me gusta cómo te ves

Yo no dije nada más, ya que sentí una presión en mi pecho y mi corazón empezó a palpitar muy fuerte. Jamás me había pasado. Supongo que estoy empezando a enfermarme. No lo sé. Solo espero que no sea nada grave.

Silver: Ten *Me entregó la bandeja y la comida que se me había caído* Es una suerte que los alimentos sean empaquetados ¿No crees?

Sonic: Si, es verdad. Gracias *Le sonreí*

Silver: Bueno, me debo ir. Y esta vez ten mucho cuidado ¿sí?

Sonic: ¡S-si...lo haré! ¡Gracias!

No sé porque reaccioné de esa manera, el solo me sonrió y se fue a la gran mesa que se encontraba casi en el centro del lugar. Todos los chicos populares se hallaban allí. Entre ellos: Silver, Rouge, Infinite, Shadow y Scourge.

Ya que eran famosos me sabía a la perfección sus nombres, pero nunca creí que llegaría a entablar una conversación con uno de ellos.

No se cuánto tiempo estuve mirando a Silver, ya que en unos momentos él me regresó a ver y me guiñó el ojo. Yo solo me di la vuelta deprisa y fui casi corriendo donde mis amigos.

Sonic: Ya llegué *Agitada*

Tails: Sonic, ¿Estás bien? Estás completamente roja

Amy: Uy~ es verdad... ¿Por qué será?

Sonic: *Toqué mis mejillas* N-no lo sé

Knuckles: ¿Será por Silver? *Se ríe*

Sonic: ¿Por Silver?

Eso solo me dejó desconcertada. Tanto Amy como Knuckles empezaron a reír cuando yo ni siquiera entendía a que se referían. No sé qué me pasa hoy, pero mi corazón no se calma y mi sonrojo no desaparece.

Solo espero no agriparme en estos días, no me gusta la idea de tener que faltar a clases.