Capítulo 3

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A veces la vida tiene formas extrañas de expresarse

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A veces la vida tiene formas extrañas de expresarse.

Tenía quince años, aún recuerda, cuando vio como Walburga Black lanzaba un obliviate a su hijo mayor, que en ese entonces estaba decidido a no pelear la guerra y esa era las consecuencias. Perdiendo su identidad, quién era y como llego alli.

Regulus reveló más tarde que los recuerdos que pusieron en su mente fueron lo suficiente crueles como para que el chico se fuera y jamás quisiera volver a ver a su familia.

Fue solo una decisión y todo se perdió...

No sabía con precisión que paso despues. Pero pronto supo que Sirius había sido adoptado por los Potter y acusaba a su familia de crueles y sin sentimientos, fue doloroso ver como uno de los suyos no recordaba de manera real a su familia, amigos y novio.

Remus fue quien más sufrió, pero amaba lo suficiente a todos para no seguir el paso de Sirius, se pasó muchas noches tratando de convencer al pelinegro que luchar del lado de la resistencia era lo mejor, no hubo caso. Perder a mamá Hope seis meses después de que Black abandona la resistencia solo lo llevó a pasar una semana en aislamiento por golpear a un soldado.

—¿Quieres un poco de Whiskey? Lo robé de la oficina de mamá.

El chico solo la miró y luego se escabulleron al bosque que rodeaba la estructura.

Fue duro para ambos, después de todo su amigo se fue sin mirar atrás y mamá Hope fue quien los crió.

Un día, ambos en su primera misión, caminaron por Callejón Diagon, debían encontrarse frente a una tienda de libros que no recuerda el nombre. Cuando se dirigen allí lo ven. Su cabello suelto de manera rebelde, chaqueta de cuero y una enorme sonrisa del brazo del chico Potter, James. Remus se detuvo, congelado en el momento, pero ella tampoco podía moverse mucho. Entonces Sirius los vio, sus ojos se clavaron en ellos como dagas, como si los reconociera, luego solo se volteo y siguió su camino.

Y su corazón aprendió a entender que era otra persona.

Siempre fueron Sirius, Remus y Jael. El trío del caos, si Sirius tenía una sonrisa demasiado grande, Remus miraba a todos lados nervioso intentando de actuar indiferente y ella estaba pintándose las uñas era por que en algún lugar de la Resistencia, había una broma a punto de explotar.

Desde pequeños, correteando por las instalaciones, fueron ellos. Estaban Lily, Regulus, Evan, Pandora y Dorcas pero ellos eran inseparables.

Sirius el impulsivo.

Remus en cerebro.

y Jael la ruda.

Ya no quedó nada de ello. Sirius los abandonó como si fueran perros, motivado por su deseo de explorar lo que existía más allá de las barreras que rodeaban la gran estructura donde habían crecido, escapando de una guerra en la que sentía que no debían involucrarse.

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