CAPITULO TRES

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Pov Elizabeth

Despierto en medio de la noche, mi respiración acelerada y mis rápidos latidos suenan en mis oídos.

Me quedó mirando a la ventana, pensando en mis sueño, otra vez rememore el momento en el que fue el accidente en el salón de la escuela de ballet.

Me pasó las manos por mi cara, talló mis ojos y me quitó las lagañas, todavía está oscuro afuera no ha amanecido.

Camino a mi escritorio lento y esperando todavía que mi vista se costumbre a la oscuridad de la habitación. Las cortinas de mi ventana están recorridas dejando ver el gran bosque y su lejanía.

Llegó hasta la mesa del escritorio café y me siento en la silla. Prendó la pequeña lámpara que está posada en está, saco de uno de los cajones del escritorio una libreta de cuadro chico.

De mi mochila que está colgada en el respaldo de la silla saco mi reproductor junto a los audífonos. Me los colocó y pongo play.

Empiezo a dibujar un prado hermoso, sintiendo como el sueño desaparece de mi cuerpo. Estoy haciendo presión para las rocas del prado y la punta del grafito se rompe.

Dejó de dibujar, me vuelvo a pasar las manos por la cara y veo la hora en el despertador que está al lado de mi cama.

«Ya casi suena la alarma»

Checó entre las libretas si tengo una tarea pendiente, no encuentro nada sin hacer, al menos tendré buena calificación si sigo así.

Suena muy alarma y me asusta dejando que suelte la libreta que traía en manos, me llevo la mano a mi pecho sintiendo mi corazón acelerado.

Camino al buró que está al lado de mi cama y apagó la alarma. Vuelvo al escritorio.

Guardo mis cosas en la mochila con el horario de hoy, acomodó mis bolígrafos en la lapicera y también la guardó en mi mochila.

Me encamino al clóset, miro entre toda mi ropa que ponerme, agarro una camiseta de cuadros negra y gris y saco una blusa blanca de manga larga, agarro una chaqueta negra, buscó entre mis pantalones, saco unos pantalones grises ajustados de la cintura y anchos de las piernas.

Me cambio y me empiezo a peinar, mi cabello está creciendo más y ya se ve más largos que antes. Me hago una coleta alta, ya lista la coleta hago tres trenzas en esta dejo algo de pelo suelto.

Me miró al espejo y me pongo algo de humectante para labios, miro mi reflejo, mi cara está más limpia y brillosa. Me siento linda.

Cojo mi mochila, comienzo a caminar a la puerta de mi habitación y salgo.

Bajó las escaleras, ya había amanecido hace tiempo. Salgo a fuera tantito viendo el amanecer, aveces salía en las mañanas cuando vivía en Phoenix.

No hay sol solo nubes y todavía queda neblina, se me hermoso el paisaje. Entro de nuevo, camino a la cocina y veo a papá con una taza de café en la mano.

—Hola, papá—lo saludo mientras muestro una gran sonrisa.

—Hola, Liza—mi papá deja su taza en la mesa y se sienta en una de las sillas del comedor—. ¿Que haces despierta tan temprano?

—Nada, solo que me desperté un poquito más temprano y decidí salir a fuera—le dije mientras habría la nevera y sacaba el bote de leche—. Sabes, deberíamos ir de compras—papá asiento.

Golden Eyes [Carlisle Cullen Y Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora