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Lisa ya no era una niña tímida. Así que no se molestó en ocultar el deseo que sentía por su novia; quedó claro en la forma en que sus labios se presionaron desesperadamente contra los de Jennie en cuanto sintió que se despertaba.

─Por favor, ─ murmuró una súplica, Jennie ni siquiera entendió 一 todavía somnolienta. Pero los dedos que trazaban su piel y se colaban en sus bragas hablaban por sí solos, y se limitó a asentir a lo que su novia quisiera hacer con ella.

Sin perder tiempo, la más joven estaba entre sus piernas segundos después, quitando el sueño del cuerpo de la mayor con una primera lamida; separándole los labios del coño y enterrando su lengua entre ellos, encajando a la perfección.

Que te comieran a primera hora de la mañana siempre era una experiencia única; pasar del placer de dormir al placer del sexo era una sensación celestial. Pero si había algo que le encantaba a Jennie era la desesperación evidente de una Lisa recién despierta. Era como volver al pasado, cuando no poseía realmente ninguna experiencia, sólo el deseo y el hambre de su novia apoderándose de sus actos, haciéndola correrse con torpes movimientos.

Los tres años que llevaban juntas le habían enseñado a Lisa a complacerla, y Jennie sin duda disfrutaba de la forma en que su lengua le conocía los lugares dulces y jugaba con su coño como si fuera un mapa que ya hubiera memorizado. Pero había algo que la ponía muy cachonda cuando Lisa se la comía adormilada. Tal vez fuera la forma en que la experiencia de la más joven parecía desvanecerse a causa del sueño, y todo lo que quedaba era sólo una cachorrita necesitada que se la comía torpemente, tan sedienta de ella.

La joven empezó a murmurar contra su coño que se había despertado con una erección en mitad de la noche y que había tenido que contenerse para no apartarle las bragas y meterle la lengua en el coño, y luego murmuró que estaba esperando a que Jennie se despertara para probar por fin su coño. La castaña sabía que las sucias confesiones no se debían a eso. Con sueño o sin él, Lisa era sencillamente desvergonzada, expresando con tanta franqueza su deseo por Jennie.

En cuanto terminó de hablar, su lengua volvió a lamer sus pliegues. El músculo húmedo lamió todos los fluidos que salían de ella, rozando su clítoris al final de cada lamida, como si estuviera comiendo helado. No se molestó en ocultar lo mucho que le gustaba su coño, tarareando suavemente mientras cerraba los ojos y se perdía.

Pero entonces oyó algo parecido a un gemido entrecortado. Su mirada voló hacia el rostro de la castaña, cuyos ojos ya evitaban la suya con las mejillas sonrojadas.

─ De-deberías haber utilizado mi coño mientras dormía....

Inmediatamente después de decirlo, Jennie oyó un gemido débil, las manos que separaban sus muslos se volvieron más duras y la lengua que rodeaba su clítoris se detuvo. Sus caderas se movieron automáticamente, buscando la estimulación, y estuvo a punto de quejarse. Pero entonces sus ojos encontraron los de Lisa, y la mirada cargada y nublada por la lujuria hizo gemir a Jennie.

─Joder, bebé, ─ su voz salió ronca. ─ Eso es tan caliente.

La chica bajó la cabeza en cuanto dejó de hablar; su boca no quería abandonar su clítoris, besando la sensible perla. Sus ojos se cerraron de nuevo, quedándose allí, sus labios moviéndose muy ligeramente mientras le daba placer a su novia con suaves y delicadas chupadas. La voz de Jennie salió temblorosa, con los dedos de los pies curvándose. ─Es... En realidad, es una de mis fantasías... ¿No te parece raro? ─

─Te comería toda la noche, ─ respondió Lisa al instante, alzando el rostro, con la voz bañada en convicción. Unos ojos dilatados la miraron directamente durante un segundo, tal vez para hacer ver a Jennie la sinceridad de sus palabras, antes de volver a bajar la vista. ─Joder ya sabes lo obsesionado que estoy con tu bonito coño. ─ Murmuró en voz baja mientras sus pulgares separaban sus regordetes y suaves labios vaginales. Observó, con los ojos brillantes llenos de satisfacción, cómo los pliegues de su coño brillaban ahora con su saliva esparcida por todas partes.

─Lo sé... ─ Jennie hizo un puchero, cerrando los ojos mientras sentía cómo su coño se contraía a causa de la intensa mirada. ─Aun así. No a todo el mundo le gusta eso... Me daba demasiada vergüenza.

La mayor sintió que el colchón se hundía y entonces, una mano en su mejilla. ─Aw, mi bebé, ─ sintió la suave voz de su novia acariciando su oreja, sus labios en su mejilla y luego, en sus labios. Sus lenguas pronto se encontraron, haciendo que Jennie se mareara de excitación.

Lisa era una besadora apasionada 一 entre sus piernas, contra su boca. Movía los labios lenta pero apasionadamente, su lengua se encontraba con la de Jennie en movimientos sensuales, y su voz se unía con suaves suspiros o pequeños gemidos. Permitió que su novia jugara con su pelo y luego la interrumpió con la lengua, la mayor jadeó y enredó los dedos en el pelo de Lisa; haciendo que Jennie se saboreara a sí misma.

La más joven no dejó de besarla mientras agarraba su polla, frotando la punta contra el clítoris de Jennie. La castaña mordió sus labios ante esto. Sentía que su coño se contraía cada vez que la polla de Lisa descendía y presionaba contra su entrada, burlándose de ambas, y estaba a punto de gimotear contra los labios de su novia para que la llenara ya.

Pero entonces, Lisa susurró con voz sombría. ─Si supieras la cantidad de veces que he pensado en comerte este coño mientras duermes, cariño.

Jennie no pudo contener el gemido que salió de sus labios ante aquellas palabras, el placer se duplicó cuando la menor decidió abofetear su coñito con su polla un par de veces. Los sonidos húmedos seguidos de los gemidos de ambas chicas eran sucios; la imagen de la dura polla de Lisa descansando entre la húmeda raja de Jennie era sucia. Pero tal vez, los deseos de Lisa eran más sucios.

─ ¿Me dejarías follarte también? ─ Murmuró, sus frentes tocándose.

Jennie abrió los ojos, encontrándose con los de la joven cerrados, tal vez para ocultar el fuerte deseo que reflejaban, para no presionar a Jennie, Lisa sabía lo débil que era por sus ojos. Sin embargo, la castaña seguía siendo débil por la forma en que se veía tan destrozada; Lisa tenía los labios hinchados, rojos y brillantes de saliva, el pelo revuelto por la forma en que las manos de Jennie lo habían recorrido, los hombros subiendo y bajando en una pesada respiración.

Se reprimió otro gemido, sintiéndose ya tan necesitada, intentando no derrumbarse con la idea de despertarse con la polla de Lisa dentro de ella, o tal vez con su semen goteando de su coño, siendo utilizada y olvidada como si sólo fuera un agujero que follar, para satisfacer las necesidades de su novia. Su clítoris palpitaba de necesidad.

─S-Sí, ─ contestó a duras penas, con los ojos llenos de lágrimas. ─Puedes follarme cuando quieras, incluso si estoy durmiendo.

Y movió las caderas, logrando que la polla se introdujera en su agujero. Ambas gimieron, la punta hundiéndose en aquella deliciosa estrechez, ya succionándola.

Lisa abrió los ojos, y se encontró con los vidriosos de Jennie, a su merced.

─ Solo一 usa mi coño como te plazca. 

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NIGHTTIME - JENLISA ┃ G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora