03

15.5K 1.1K 115
                                    

Al salir de clase, Lisa se dirigió de inmediato a una pastelería que acababa de abrir para comprarle a su bebé sus dichosos antojos - caminó por las calles de la ciudad y vio a la gente apresurarse, cada uno con su propio trayecto.

Las aceras agrietadas y las viejas estructuras de la ciudad se fundían con el aire cargado de niebla contaminante, sin que pareciera sobrar ni un minuto.

Los coches circulaban por las ajetreadas calles de Seúl, el sangriento flujo de la ciudad resquebrajándose y mostrando lentamente la decadencia urbana mientras Lisa se encontraba caminando hacia un local de comida rápida.

Si Jennie fuera un cachorro, seguro que habría agudizado el oído al oír el tintineo de las llaves. Cuando la puerta se estaba abriendo y el silbido casual de Lisa se hizo más fuerte, la chica ya estaba frente a ella; sus grandes ojos felinos miraban atentamente la bolsa que colgaba de su delgado brazo.

─Comida. ─ Se limitó a decir mientras cogía la bolsa y echaba a correr. Ignoró la risita de su novia mientras la colocaba sobre la mesa y sacaba lo que había dentro, chillando feliz al ver el trozo de tarta, de aspecto tan delicioso con nata montada decorándola y una dulce fresa encima.

─Toma, ─ Lisa le ofreció una cuchara, sentándose a su lado, y Jennie la recibió al instante, sin perder tiempo para empezar a comer.

La sonrisa de Lisa no se había borrado en absoluto, encantada por la forma en que su linda novia mordisqueaba el pastel; las mejillas llenas y un pequeño puchero en los labios, con un poco de crema en ellos.

─ ¿Está bueno? ─ Preguntó, Jennie asintió enérgicamente con la cabeza en respuesta. En cuanto tragó la comida, la atacó a preguntas. ─ ¿Dónde lo has comprado? ¿Es un sitio nuevo? ¿Podemos ir otro día? Está tan delicioso, ¡me encanta!

Lisa volvió a reír, buscando sus labios, Jennie le devolvió el beso con alegría. Sintió que la más joven le lamía el lateral de la boca antes de apartarse. ─Mmm, la crema seguro que está deliciosa. ─ Jennie asintió con la cabeza.

─ ¿Has comido algo? ─ Preguntó, cogiendo otra cucharada y poniéndola delante de la cara de Lisa. El gesto hizo que una dulce sonrisa floreciera en el rostro de esta última. Todavía recordaba cuando eran más jóvenes, y Jennie, siendo la persona más generosa que conocía - siempre compartía todo con ella - era posesiva cuando se trataba de su tarta de fresas. A su bebé le gustaba mucho.

Aceptó el bocado, cerrando los ojos mientras masticaba. Canturreó satisfecha: ¡sabía realmente bien! Anotó mentalmente el nombre de la tienda para ir allí la próxima vez que su bebé quisiera un postre. ─Un poco. Sólo un frapp' entre clases. Pensaba pedir algo ahora.

Jennie sacudió la cabeza, con los labios manchados de crema de nuevo; Lisa se los limpió con el pulgar, lamiéndose el dedo después. La morena no se inmutó por sus acciones. ─He hecho gamjatang. Sólo falta servirlo.

─ ¿En serio? Suena increíble, ─ sonrió Lisa, dejándole un besito en la frente. Antes de levantarse, le susurró al oído, sugerente. ─Pero no te preocupes, me aseguraré de dejar sitio para el postre. ─Se marchó con una sonrisa pícara, dejando a una Jennie confundida. Las mejillas de la morena enrojecieron al comprender lo que Lisa quería decir.

Jennie seguía feliz por el sabroso postre, su estado de ánimo se expresaba en la forma en que su cabeza se movía de un lado a otro, tarareando una canción, y sus pies se balanceaban en el aire. Desde su dormitorio, pudo oír a Lisa cepillándose los dientes. Luego, sus pasos acercándose. Y pronto tuvo a un bebé grande en sus brazos, oliendo su aliento a menta mientras la más pequeña dejaba escapar un suspiro, recostando la cabeza en su pecho.

NIGHTTIME - JENLISA ┃ G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora