Pictures to burn. |WANDANAT|

4°

Natasha.

—No puedo creer que esta fuese mi noche  —se quejó Clinton.

Hice una mueca.

—Lo siento, no esperaba que las cosas resultaran así de mal —murmuré enrojecida.

No me sentía orgullosa de mi comportamiento en la fiesta, sin embargo, sé que es porque no tengo demasiada tolerancia al alcohol, porque nunca bebo demasiado, y es por eso que hago el ridículo cuando creo que puedo con un "poco" más de el.

—No te estoy culpando, no querías hacer nada mal, querías ayudar. Eso es grandioso, Nat. Pero para la próxima esperaremos a los bomberos.

Asentí bajando mi mirada.

—Siempre quise ser bombero, ¿sabes?  —dije yo con una sonrisa —. Me imaginaba haciendo algo bueno por los demás...

—¿Y qué pasó? —preguntó él mientras bebía de su café y yo me acomodaba mejor en la silla de la sala de espera.

—No lo sé. Me regalaron mi primera cámara, y no tenía opciones, debía trabajar y ayudar a mamá antes de estudiar en algún sitio costoso. No quería que ella cargara con todo.

—Luego nos conocimos en la universidad.

—Justamente, y creo que allí noté que no podría hacer tanto, pero el trabajo ha sido bueno. Hago lo que amo.

—¿Y por eso eres bombero amateur cuando ves problemas? —dijo viendo mi mano hinchada.

Suspiré.

—No sé por qué llevaron a niños pequeños, era una jodida celebración de compromiso, ¿acaso son así de inconscientes?

—Lo dice quien saltó desde el tercer piso para atrapar a un niño que colgaba.

—Era eso o que sus manitos no resistieran más —dije yo —. Sus padres estaban totalmente alcoholizados.

—Su padre, ella era la prometida de su padre. La madre es quien vimos en la estación de policías.

—Oh, la morena atractiva.

—¡Era muy atractiva! May Parker —comentó él —. Dejo esto para ti...

Clinton extendió la tarjeta donde se veía el nombre de una oficina y un número.

Enarqué una ceja.

—No quiero dinero.

—Dice que desea agradecerte en persona. Estabas tan dopada en ese momento que le dije que prefería que no hablara contigo.

—Oh... ¿Y ella insistió?

—Dijo que por favor te comuniques con ella. Salvaste a su pequeño Peter, ella estaba muy agradecida.

—Solo hice lo que el alcohol me permitió —admití.

—Me sorprendió mucho verte allí arriba con todo el vértigo que te dan las alturas.

—Insisto, era un niño pequeño... Solo dos años, ¿se puede ser así de irresponsable? —me quejé y él me observó en silencio.

—Dímelo tú.

—No expondría a mi hijo a eso, el daño que me haga yo misma es independiente de...

—¿Cómo planeas tener bebés si no eres capaz de cuidarte?

—No lo sé —admití mientras veía la nada —. Creí que Tony era el indicado, ¿sabes? Y de pronto, yo no era la indicada para él, eso me dolió mucho.

Clint y yo levantamos la mirada al oír unas pisadas bastante fuertes.

—¿Otra vez tú por aquí? —preguntó un hombre vestido de militar.