El último recurso [NaruSaku]

Parte Dieciséis

El empresario vió a Naruto, pensativo, con la mirada perdida y demasiado serio

—Lo siento— habló incómodo de haber hecho que él se pusiera así

El Uzumaki volteó a verlo, sonrió —No es nada— mintió

"Odió a las personas que se mienten a si mismas"

Él tomó un tragó de sake abruptamente

Las mujeres pasaron por detrás de ellos para volver a sus lugares

—¿No piensas comer algo?— preguntó al ver que él daba un segundo sorbo cuando volvió a servirse

El rubio miró a la de ojos jade, ella tenía una mirada que mostraba un  brillo tranquilizador aunque su sonrisa tiraba a ser burla. Él bajó su mirada y su muñeca —No sé—

—Pide la sopa de fideos mushi, ella me dijo que era lo más parecido al ramen que tienen aquí— le informó

Él sonrió, ella le había negado en un tiempo lejano consumir en exceso ese platillo

—Tiene más verduras que los ramen normales— murmuró

—Ay, Sakura-chan— se desilusionó

Suzu rió al ver la dinámica, el otro hombre la vió

La razón del divorcio de ambos era complicada y simple a la vez, pero ambos se estaban mirando muy frecuente mientras hablaban con la otra pareja que como ellos tenían un vínculo profesional

Las mujeres aprovechaban cualquier razón para hablar de cosas de los hombres y ellos las veían con atención y se quejaban cuando pasaban de la raya

La pareja que habían disuelto su vínculo matrimonial se fueron y los antiguos miembros del equipo 7 salieron

—¿Regresarás con Hinata?— preguntó

Él sintió un brincó, pero era más un reacción incómoda, hace mucho no pensaba tanto en su esposa como debería

—Estoy medio borracho, Hinata se preocupara, lo hizo cuando olió el alcohol en mi ropa y en mí— explicó —Sakura-chan— llamó

—¿Sí?— preguntó sin separar el camino pero en pensando en el proceso para hacerlo

—¿Te quedarías conmigo hasta que pueda regresar a casa?— cuestionó

—Bien— respondió demasiado rápido

Sakura quería que el tiempo con Naruto fuera de nuevo como cuando eran adolescentes, que él la hiciera sentir bien, que volviera a ser el sol que alguna vez fue para ella. Otra vez estaba creyendo en los cuentos de hadas, pero era Naruto, nada era imposible para él.

Los adultos fueron a un punto alto, la luna estaba menguante y miraban al cielo en silencio. El silencio era tan sepulcral que se escuchaba que movían su lengua en la boca, como si estuvieran peleando por dejar al otro hablar

—Ella me felicitó— habló ella primero

—¿Por cómo convenciste a su antiguo esposo?— preguntó con una sonrisa

—No— negó con una sonrisa —Casi me aplaudía por decidir separarme de él— informó —Y...es la primera vez que no me hizo molestar o incomodar eso—

El Uzumaki entendió, ella estaba avanzando en su camino a olvidar y superar su poco exitoso casamiento, pero a él ya le quedaba poca voluntad

Él siempre quiso eso cuando joven, pero siempre lo vió tan imposible que decidió entregarse al bulo que solo él podría hacerla feliz porque ella parecía estar convencida de ello y él solo quería verla feliz

—¿Es bueno?— preguntó un poco insensible porque estaba pensando en otras cosas

—Ella me dijo que era normal, lo que se me ofreció ya no llena y eso estaba bien— exclamó

—Pero...te veías feliz— comentó entre su culpa y su incredulidad necia

—Sí— sonrió con nerviosismo —Pero por dentro estaba peleando una lucha con mi soledad y el «debe ser», tenía que sonreír, tenía  que convencerme que era feliz aún cuando me sentía sola—

El rubio la vió, la oji-jade estaba sonriendo —Di mi mejor esfuerzo—

Naruto empezó a sentir que su sangre se calentaba, se enojó porque no era la primera vez que Sasuke lastimaba a su familia por omisiones de su parte. Ellas eran fuertes, siempre lo perdonaban, aparte terminaban por subsanar sus faltas y con ello reducir sus sentimientos para evitar problemas.

¿Realmente tenía que regresar a eso a Sakura? Ni siquiera sabía que pensaba o sentía Sasuke, solo lo suponía

Sakura suspiró —¿No vas a decir algo?—

—Perdoname, Sakura-chan— pidió bajando la cabeza

Ella lo vió

—Yo debí de darme cuenta que...—

—Tú tienes tu familia, no tenías porque...—

—¡Sakura-chan me importa!— exclamó dejando callada a la oji-jade —Lo siento— se disculpó por su tono

La de cabellos rosas se rascó el brazo, miró abajo y sonrió medianamente —A mi también me importas— dijo en voz baja —Por eso no quería que te enterarás, siempre te preocupas de más cuando se trata de nosotros— la mujer tragó —No quería que...— de pronto empezó a lagrimar

Él se alarmó y se acercó más a la adversa. Trató de tocarla.

—No quería que te preocupara. No otra vez.— lo vió con los ojos brillosos

El oji-azul cerró en puño la mano con la que iba a tocar, su corazón se estremeció demasiado fuerte, ella aún lo veía como el chico que  conoció, sentía que la defraudo porque no lo era del todo. Era bueno y era malo.

Ese chico que ella recordaba daría los pasos necesarios atrás para hacerla feliz, ahora la adulta frente ella lo necesitaba, como la chica que fue, lo había necesitado

—No entiendo nada— susurró arrepentido de unos de sus actos

Se sentía culpable, como si él tuviera que mantener esa relación que no lo tenía en la fórmula y aunque estaba en una distinta, se sentía un poco absorto de ella.

Ella rió limpiando sus lágrimas —Siempre has sido un tonto pero siempre has entendido todo—

Sakura se dió cuenta que él trataba de juntar a ella y su expareja cuando sentía todavía fuerte atracción a él. Después fue un momento era diferente.

Él no lo sentía así. Pero sintió la confianza que ella le daba a su actuar actualmente. No quería seguir en el trato con Sarada. Estaba siendo lastimado y afectado por hacerlo y tal vez todo se pudo haber arreglado si no se hubiera metido, pero para la Uchiha era un gran héroe, también una persona en quien confiar, no podía quedar mal con Sakura, ni con un pedacito de Sakura y Sasuke que representaba ella.

Naruto sentía el lazo que tenían aún estaba ahí, empolvado, ahí, pero con él venía algo que se parecía mucho a un amor de pareja combinado con el fraternal, era más complicado que solo "volver a ser amigos", por eso fue tan escabroso su primer encuentro, por algo tuvieron que soltarlo un poco para hacer sus familias, aunque habían tratado de no soltarlo demasiado, llegó un tiempo en que lo dejaron como último recurso

¡FELIZ CUMPLEAÑOS NARUTO!
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