Parte Cuatro

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—Adiós— se despidió levantándose de su asiento

—Adiós— contestó un con poco confundido

Ella se fué, le parecía divertido aquello, así que debía contárselo a una persona de confianza

Llegó a la Florería Yamanaka con una sonrisa adornando su rostro

—¿Qué sucede? ¿Porqué esa sonrisa?— preguntó la rubia saliendo detrás de un ramo de azaleas

—Nada, ¿Quién crees que volvió a ofrecer su amistad?— exclamó la oji-jade

—¡Oh! ¡Naruto!— gritó entusiasmada

Ino tuvo que cuidar a Sakura, quién estaba destrozada por convencerse que necesitaba divorciarse y le llenaba de gusto saber que al menos los pensamientos de ella no solo estaba el hombre reformado

—¿Qué pasó?— interrogó interesada

La médica sonrió y se sentó en la barra lo que le siguió la rubia

—Bueno, me invitó a comer...— contó y se detuvo para ver la mirada de su amiga —Claro que ramen...y dijo que quería recuperar nuestra amistad, que por Boruto y Sarada— platicó

—Ese idiota, tan estúpido como cuando era niño— exclamó desilusionada de la poca inteligencia del Kage

—Acepte— dijo de pronto —Creo que me hará pasar más tiempo con él—

—Tu sonrisa te lo agradecerá— murmuró rápidamente para que Sakura no le entendiera

—¿Eh?— soltó haciendo que el gesto de la Yamanaka fuera logrado

—Nada, y dime ¿Naruto te ayudará a conocer nuevos chicos?—

—Ino...— dejó escapar la que pronto se volvería completamente Haruno otra vez

—Aún eres joven Sakura, sigues teniendo esa enorme frente pero aún así puedes conseguir algo— ánimo la de ojos color menta

—No lo creó... tengo una hija hermosa que amó, además aún no superó a Sasuke-kun completamente, a lo mejor yo todavía...—

—Callaté— exclamó enojada y puso su dedo en la boca de la contraría —Si dices eso que estoy pensando, te sacaré de mi florería— amenazó y exalo — Tú dime que tipo de hombre quieres y yo te lo conseguiré— ofreció haciendo sonreír a Sakura

—Uno atentó, cariñoso, gracioso y que le guste mi frente— describió la mujer

—¿Quieres...— soltó la rubia —...A un Naruto?—

—Algo imposible, lo sé—

Dijeron ambas al mismo tiempo

—¿¡Cómo que a un Naruto!?— se escandalizó la peli-rosa

—No te hagas la que no sabes, Naruto era eso y sería su perfecta descripción si agregás idiota— tranquila le respondió a su amiga —Lastima que está casado, pero bueno, no podía aguantar hasta que se quitará lo obs...—

—¡Ino!— llamó la atención la oji-jade

—Bueno, alguien parecido a Naruto, comprendo— dijo para mirar la cara arrugada de enojó de la adversa —Pero no idiota—
Sakura se enojó más

La puerta sonó, siendo Sarada quién entró de ella

—Hola, amor— soltó con dulzura
El trató con su hija no había cambiado pero eso no quitaba que le afectará a la Uchiha

—¿Sabes cuándo vendrá mi papá a la aldea?—

—Cariño, ella lo desconoce, Naruto debe de saber— informó la rubia

El último recurso [NaruSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora