El último recurso [NaruSaku]

Parte Siete

Por otro lado, Naruto había regresado a su trabajo, estaba trabajando y al mismo tiempo miraba a la puerta para estar atento cuando llegara Sakura

La puerta se abrió, miró el oji-azul hacía ella, pero era Shikamaru con sus papeles habituales

—¿A quién esperas?— preguntó el Nara al darse cuenta del cambio en el rostro de Naruto

—¿Cómo sabes que espero a alguien?— cuestionó el Kage, el adverso solo movió un poco su cabeza —Esperó a Sakura-chan—

Shikamaru se asombró por la sorpresa y vio a los ojos al rubio

—Nos va a ayudar con el señor "ese"— respondió con una sonrisa

—Supongo que está bien, aunque no está obligada a ello— comentó seriamente el Nara

—Sakura-chan dijo que iba a ayudarme, yo no la obligué a nada— alegó

—A propósito...— habló la mano derecha del Hokage —... Ino me dijo que Sakura está a punto de divorciarse—

—Sí— cortante afirmó el contrario

—No se te ocurra intervenir— aconsejó el de coleta

—¿Porqué?— cuestionó curioso

—Es un problema de ellos y se cuanto los aprecias, por eso, abstente— pidió el Nara —No será bueno para tí—

—¿No tienes curiosidad por ello?— preguntó el rubio

—No— negó —Es totalmente prevecible, Sakura solo abrió los ojos, no es nada nuevo, ni nada extraordinario—

—¿No creés que deba ayudarla? Después de todo, somos amigos—

—No estaría tan seguro— alegó el de ojos afilados

—Me están confundiendo, Shikamaru— honestamente le dijo el Kage

—Olvidaló— pidió el patriarca Nara y salió

Naruto sabía que lo que iba a hacer tendría más beneficios que riesgos, no estaba mal recordar esos viejos tiempos. Sus ojos azules miraron sus manos y movió su dedo índice sobre el medio, recordó cuando no la pudo alcanzar debido a que cayó por la herida que él le provocó. Nunca pudo alcanzarla, nunca pudo llegar a ella, por mucho que lo intentará.

Suprimo todos sus recuerdos para vivir su vida lo mejor posible pero de no podía huir de ellos, aunque lo intentará. Escuchó unos pasos detrás de su puerta y alguien empezó a hablar

—¿Naruto te dijo que iba a venir?— preguntó la oji-jade

Naruto sonrió, hay estaba como lo había prometido

—Sí— respondió Shikamaru —Esta adentro, puedes pasar—

El rubio se puso a ver los papeles para aparentar que estaba trabajando

—¡Hola de nuevo, Sakura-chan!— exclamó al levantar la cabeza

—Hola— respondió con una sonrisa —¿Harás lo que te dije?— preguntó

—Sí, si no las hago me golpearas, lo sé— respondió rascando su nuca

Sakura estaba sonriendo pero recordó a Sasuke escondido en la sonrisa de Naruto. ¿Él también estaría decepcionado de ella?

—Naruto— llamó Sakura —¿Estás decepcionado de mí? Por lo de Sasuke...y yo...— terminó y bajó la mirada

Sakura recordó lo pasado en la aldea del hierro, temiendo que él pensará lo mismo que esa vez

—No— negó bajando la mirada —Creo que yo no tengo nada que decir, es su vida— trató de restarle importancia a su preocupación

—¿No crees que estoy diciendo mentiras? En tus propias palabras yo no puedo dejar de amar a Sasuke-kun—

—Yo creo que aún lo amas— confesó el rubio

—Gracias por decirme la verdad— agradeció de manera seca

Sakura exhaló, ¿Qué más podía decir?, Eso no la ayudaba. En nada

—No quiero presionarte— aclaró el oji-azul, —Yo respetó tus decisiones—

—Sí lo sé— soltó un poco triste, rascando su brazo

—¿Lo arruiné?— le pregunto con un tono dulce

—No— negó —Hiciste exactamente lo que creí que harías— respondió sonrió de manera forzada

Naruto otra vez cometió un error
Shikamaru entró con el empresario que miraba a la mujer que no había visto antes

—Buenos días— saludó la peli-rosa

—Buenos días— hizo lo propio el empresario de buen porte mirando a la oji-jade —¿Usted es la esposa del Uchiha, no?—

—Era...— aclaró

—Oh...lo siento— soltó el señor

—Sí supiera lo que yo, no lo haría— respondió con una sonrisa —Me dió una hermosa hija no puedo quejarme—

—¡Buenos días!— interrumpió el rubio Uzumaki

—Buenos días, Hokage-sama— saludó el contrario

—Me dijo Naruto que usted es quien quiere comprar ese basurero— dijo de forma respectiva la oji-jade

—¿Basurero?— preguntó indignado

—Sí— afirmó arrogante —¿Sabe porque después de tantos años no hemos podido venderlo? Es porque no sirve para nada— habló confiada —Hable con Naruto, y acepto que yo le ofreciera un buen terreno que está reservado para cuando alguien de la realeza quisiera construir aquí— informó mirando a Naruto que sonrió y afirmó, solo dejándose llevar por Sakura —Pienso que si alguien es tan bueno en su trabajo y lucha por lo que quiere merece algo mejor que un basurero—

La oji-jade tomó una carpeta de las que estaban cerca, dándose cuenta que eran aquellas que tenían los terrenos desocupados viables

—Pues se ve mejor que el que elegí— dijo mirando los lineamientos —Parece ser de la realeza sin duda— habló y sonrió —Creo que puedo pensarlo, iré a verlo está misma tarde y mañana le traeré mi respuesta— dijo para luego retirarse

—Apoyar su ego, eso fue buena estrategía— halagó Shikamaru —Eso fue lo que pensaba pero nunca podría tener tan tranquilo a Naruto como tú—

—Me lo imaginaba— habló Sakura —Por cierto, llené de basura el terreno que él quería, después de todo tenía que ser un basurero—

—La siguiente semana limpiaremos, eso es lo de menos— Shikamaru respondió

—Gracias Sakura-chan— agradeció el rubio

—De nada— respondió un poco enojada con el Uzumaki

—Solo espero que esa salida tan apresurada y cambió de opinión no sea una mala señal— preocupado soltó el Nara

—Es que le dí a unas señoras dinero para que hablaran mal del terreno mientras él venía, imaginé que eso ayudaría para que tomará una buena decisión— confesó

—Iré por la chequera para pagarte entonces— dijo el asistente que salió rápidamente mientras pensaba que debió ser más atrevido y hacer lo que Sakura había hecho, ya que él lo había pensado primero

—¿Estás enojada conmigo?— preguntó el Uzumaki

La de cabellos rosas sopló cansada —No— negó —... sólo...no entenderías—

Naruto quería entender, quería que todo fuera como antes

Shikamaru entró y habló con Sakura mientras el Uzumaki la veía

Estaba preocupado por Sakura y como era habitual cuando él estaba así, no podía pensar en muchas otras cosas más que en esas