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Amerie

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Un día despiertas y sabes que todas las consecuencias que creaste en tu poderosa cabeza una noche, fueron parte de la vida real, atascadas en un pasillo del tiempo pasado. Se quedan allí y solo te carcomen en turbias culpas ilegales.

¿Ilegales? ¿Por qué ilegales? Soy abogada y la ilegalidad es indefendible para muchos del mismo campo laboral que el mío. Indefendible solo para aquellos mediocres de mente, que no saben agarrar un libro por si mismo, siendo yo una enorme excepción.

y es cuando caigo y caigo, en ese mar profundo de lo incorrecto y solo me queda resignarme a ser jalada por dos adolcentes de diecisiete años. Para ellos es un juego que anotarán en una libreta, mientras yo me juego la vida entera, para no ser anotada en una libreta de ética carente.

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¿Podrías darme una mejor vida de la que tengo? ¿Serias capaz de tolerar la poca imaginación y mente abierta, debido a los años de edad que me han robado? Si no lo aguanto yo misma, no seria sorpresa que tú tampoco lo hicieras.

El sonido de la alarma retumbando en la habitación matrimonial, avisando que las seis de la mañana por fin ha llegado, me hace sentir tan miserable, como la poca actividad sexual que he tenido desde que me casé con el hombre que tengo acostado a mi lado. Un hombre avaro y amargado, pero con un buen dinero metido en sus bolsillo.

Veinte años de diferencia y no quise hacer caso a todos los que me advirtieron alguna vez, de la incolora vida que me esperaba. Tal vez si hubiese anotado todos los contra que me puse a analizar cuando leía mis votos matrimoniales, me habría evitado todo este destino aburrido y gris.

𝐒𝐓𝐈𝐗𝐇𝐖𝐎𝐑𝐓𝐄 | 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 𝐓𝐰𝐢𝐧𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora