𝐒𝐓𝐈𝐗𝐇𝐖𝐎𝐑𝐓𝐄 | 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳 𝐓𝐰𝐢𝐧𝐬

06

Tom

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Cuando eres joven, la vida puede llegar a ser una gran fiesta interminable. Todo es risa y diversión, hasta que entregas tu corazón y los colores se vuelven grises.

Muchos lo entienden y pocos son capaces de verlo por sí mismo, pero cuando te ataca y la confusión por uno mismo va aumentando, es imposible no darse cuenta al instante. Ya dependes de alguien, que aún no ha notado aquella confusión.

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La poca tolerancia a la frustración, un concepto que si lo amarras junto a la impulsividad y a los problemas de ira que existen desde que tienes memoria, pueden llegar a cagarte la vida por completo. Es terrible, es poco controlable y para colmo, morirás juzgado por la casi inexistente moralidad del ser humano.

A veces pienso que no puedo hacerlo, que la poca tolerancia me guía al camino de la perdición y que ya no tengo oportunidad de ser diferente, pero después de estar tanto tiempo malgastando tu vida, idealizando situaciones que son tan poco probables, decides adaptarte a lo que eres. Si eres visto como un villano, conviértete en uno y dales la maldita razón a quienes te miran, pero no se miran a si mismos.

Tuve la suerte de tener a un hermano como Bill, a alguien tan idéntico a mi tanto fisica, como mentalmente. Claro, no tenemos la misma personalidad y en varias ocasiones podemos llegar a tener desacuerdos inofensivos, pero nuestra manera de ver las cosas es igual y es eso, lo que nos mantiene siempre juntos.

Sucedió con Amerie la primera vez que la vimos, ambos nos quedamos embobados por ella y al contrario de hacer lo que harían dos adolcentes normales, discutir por quien se queda con la chica, decidimos juntar nuestras ideas y hacer un plan para que se quede con ambos. Ya nos ha pasado antes con ligues inofensivas, pero esta vez el sentimiento era más fuerte y aquello nos carcomia en estómago de la emoción.