La Soledad de la Noche

2.-Una nueva oportunidad

Rose.

Agh, odio las mañanas. Me levanto perezosamente de mi cama para ir a ducharme. Miro a mi gato, al otro lado de mi cuarto, está durmiendo tan tranquilo que podría haber un terremoto y no se enteraría de nada. Que envidia. Miro por mi ventana a la casa de al lado, los vecinos ya se han levantado y podan su jardín. Como pueden tener tanta energía? Ojalá pudiese dormir más..
Ya dije que odio las mañanas?

-Rose! Es tu primer día de clases y ya vas llegando tarde!!!

-si mam.. que?!! Que día es hoy?!!

Al parecer con todo esto de la mudanza olvide por completo la nueva escuela

-Rose ya te dije que llegaras tarde a la escuela, que no te da una idea de que día es?

- muy graciosa ma

- No me hables en ese tono jovencita! Mejor ven a desayunar que llegas..

- Tarde, lo se

- bien

Bueno, nada mal llegar tarde a mi primer día. Daré una genial primera impresión.. me meto a la ducha rápidamente para poder vestirme después. Al salir de la ducha miró la hora. 6 minutos? Nada mal. Eh superado mi record de duchas cortas.
No me da mucho tiempo para pensar en ello, tengo que salir ya si no quiero llegar tarde. Bueno, más tarde. Porque tarde voy a llegar igual.
Y justo hoy que tengo que vestirme rápido, no encuentro ropa.

-Maa!!

- la ropa esta en la caja de la esquina de tu cuarto Rose!

Vale. Mi mamá tiene habilidades siquicas.

Busco en la caja de la esquina y opto por un jersey lila, y unos pantalones azul claro. Me seco el cabello rápidamente y me hago una coleta.
Nunca me a gustado demasiado mi cabello. Es entre risado, y liso. Una mescla muyy rara, y dificil de dominar. Al menos no es tan risado...
Tiene un color cafe muy bonito, como color avellana, pero mas claro.

Al bajar tomo mi colación, y mi mochila. Mi padre me esta esperando afuera.
Que no se suponía que iba en bus?

-por si te lo preguntas el bus paso hace 5 minutos. Te llevare yo

Vale mi madre no era la única con habilidades siquicas.
abro la puerta del copiloto y me subo en tiempo record, mi papa pone la radio y comienza a conducir. Mi padre siempre ha sido de pocas palabras, no le gusta salir de casa y prefiere pasarse el día viendo la televisión. Probablemente siga así hasta que encuentre una buena oferta de trabajo.

Al llegar veo un monton de niños corriendo por todos lados, bueno tan niños no son. La mayoría se ven de mi edad, y aunque pensé que los chicos de 16 serían más, tranquilos, aca es todo lo contrario.
Me despido de mi padre y bajo del auto, el sol me da en la cara pero no me importa.
Observo la institución. La verdad me esperaba algo peor, más.. descuidado. Pero se ve como una típica escuela de esas de película.

Pongo mi mejor sonrisa y comienzo a caminar. En mi antiguo instituto yo era la invisible, y no me gustaba. Es por eso que cuando mis padres nos dijeron -a mi y a mi hermanito pequeño- de la mudanza, me emocione mucho. Tendría una nueva oportunidad, un nuevo comienzo. Y esta ves, iba a hacer las cosas bien.
Me encamine hacia el instituto justo cuando sonó el timbre. Al parecer, no llegué taaan tarde después de todo.

Entro a la clase y me sorprende lo ordenado que está todo y todos. Supongo ue se deberá a la maestra que esta cerca de la pizarra.

Su nombre es cinthia, y al parecer en la profesora de inglés, me cae bastante bien. Lleva el pelo ordenado, y una blusa junto a una falda y tacones. Si yo llevara esos tacones probablemente me habría matado al primer paso. Me dirijo a un asiento libre pero no alcanzo a sentarme por que la profesora me llama al frente.