8.- Una mala broma

2 0 0
                                    

Lucas.

-¿Quién es Lucas, es un amigo tuyo?

-Lucas, por favor, no fingas, me estás asustando.

-Lo siento, pero no sé de qué me.

-¿De veras no te acuerdas de mí? Por favor, has un esfuerzo. Yo sé que tienes, que no puedes... ¿Solo intenta sí?

No sé quién es la jovencita, pero se ve muy guapa; tengo ganas de besarla, aunque me da pena verla tan confundida y desesperada.

-¿Al menos sabes como te llamas? ¿Te duele algo?

Mi nombre. ¿Cuál es mi nombre?

-No, no recuerdo mi nombre. No recuerdo nada. Lo siento. yo, tu y yo eramos... algo..?

-ojala supiera..

¿No creo que sea ilegal besar a alguien no?

-Lucas que estas..?

Me acerco poco a poco y le beso. Tenía tantas ganas. No es solo deseo. Lo siento. Es, amor..? La joven responde al beso casi de inmediato, y me toma la cara entre las manos. Entonces lo recuerdo. Lucas. Yo soy Lucas. No es la primera vez que la beso, es la segunda, pero ¿es distinto? Me aparto —quizás demasiado rápido— y miro mis manos; luego a Rose; está algo asustada. Quizás la sorprendí. Mierda, Bese a rose, De veras lo hice.

-Lucas..?

-Rose. Lo siento, yo, no sé qué me pasó al besarte, eh -comienzo a sentir arder mis mejillas, así que miro a otro lado.- Cuando lo hice recordé todo. Yo, no sé por qué olvidé solo, ugh, mi cabeza...

-Shh, está bien. No te preocupes, estoy aquí. -ella pone una de sus manos en mi mejilla, y comienza a acariciarme con el pulgar. - ¿Sabes si te golpeaste la cabeza, o algo antes de esto?

- no lo se, estaba algo... eh..

-¿Drogado, eh?-comenta junto con una risa pequeña.

-Sí, jaja, algo drogado. Uf, que sueño. ¿Puedo quedarme en tu casa?

-¿Y tus padres?

-ugh, es cierto. Yo iré a mi casa a comer algo y me escaparé a la tuya en la noche, ¿sí?

-Está bien, pero, ¿estás seguro? No creo que sea algo muy correcto.

-Bueno,-pongo una de mis manos en su mejilla al igual que ella hace unos minutos-, tampoco es muy correcto drogarse, ¿no?

-no tienes remedio Lucas Hastings

-De todas formas, no tiene nada de malo que duerma con mi novia, ¿no? - preguntó con un poco de picardia. -  ¿No es así, Rose?

-¿Qué? ¿tu novia? -sus mejillas se tiñen poco a poco de rojo; se ve muy tierna. No sé de donde saqué la valentía de decirlo- ¿Yo soy tu, tu novia?

-Sí, Rose, eres mi novia ahora. ¿O acaso no quieres?

-Si! Digo sí, si quiero.

Poco a poco me levanto, quitando mis manos de sus mejillas. Ella hace lo mismo, y mira a otro lado un poco avergonzada.

-¿O-oye?

-Mhm

-los novios se, es llos nnovios hacen... este ese, tipo dde cosas?

-¿De qué tipo de cosas hablas?

-No importa. -Su semblante cambia; aún tiene las mejillas algo teñidas de rosa, pero se ve triste, ¿cómo asustada? Oh, ¿o puede ser, cómo pude haberlo olvidado? No soy su primer novio. - nnos vamos? , voy, a buscar a memo..

La tomo por los hombros antes de que se vaya.

-Rose, mirame -ella me mira, la misma expresión asustada. -El hecho de que seamos novios no quiere decir que tengamos que acostarnos, ¿sí? Si no lo hacemos, está bien. Y eso no va a cambiar mi amor por ti, entendido?

Sus ojos se vuelven más vidriosos a medida que hablo, y cuando he terminado, derrama una lágrima.

-si.. gracias yo, lo siento no estoy sana nesesito...

-Te ayudaré a sanar, ambos sanaremos, también tengo mis heridas de viejas batallas, pero son para otro día. El punto es,  que pondré todo de mí para que esto funcione ¿sí? -pongo mis manos sobre sus mejillas, como si estubiese sosteniendo la piedra preciosa más cara del mundo. - Curaremos nuestros corazones, y me aseguraré que no quede ningún trozo de tu corazón roto, porque los pegaré, uno a uno, si es necesario, hasta que esté sano.

-Gracias

-No es nada, ¿nos vamos?

-Sí, me estoy congelando.

-Yo igual, no siento mis piernas, y ya está oscureciendo.

***

Ya hemos llegado a la zona donde vivimos. Deben de ser las 8 y media. Estoy cansado, pero feliz. Porque oficialmente tengo una novia.

-Nos vemos en un rato, Rose.

Digo sonriendo de lado; ella sonrie timidamente y asiente. Ambos nos dirigimos a nuestras casas, yo, listo para enfrentar una pelea, y un par de golpes. Ella, lista para dar la mejor noticia del mundo a su familia. Menos a su gato, que ya se ha enterado. 

La Soledad de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora