Art Deco/ Alastor x Reader/

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———》Narra T/N 《———
El resto del viaje fue en silencio, hasta que la limusina se detuvo en una gigante estructura. Me bajé y miré el lugar, no estaba mal, tenía su toque elegante.
Junto a Lucifer nos dirigimos a la entrada, donde al apenas tocar la puerta una pequeña criatura de pelo rojo y amarillo con un solo ojo nos recibió, piel pálida y una sonrisa nos abrió.
- ¡Mí señor Lucifer! Pase pase, su hija está en el vestíbulo.- Dijo, al verme yo le pasé la mano de forma cortez y ella rápidamente la agarró con entusiasmo... Raro...

- Soy T/N, es un gusto.-
- Nifty, ¡Es un placer!- Dijo sonriendome.

Sentía que este lugar de a poco iba a acogerme más, entramos y caminamos hasta una barra, donde un gato gris con grandes alas estaba del otro lado, frente a el un chico con cuatro brazos y blanco con marcas rosadas estaba coqueteando con el.

Solo los vimos, no tuve tiempo a saludar ya que Lucifer me arrastró a otro sitio, donde estaba su hija con la chica que casi me ataca en casa y... una persona que con solo sonreírme me irritó.
Nuestras vistas se encontraron por accidente, me mantuve firme, viéndolo fijamente a sus ojos, no dejaba de sonreír el mal nacido.

Lucifer se acercó a Charlie y la abrazo, ella le devolvió el abrazo feliz pero sentí su mirada curiosa sobre mí.
- Tu... Eres aquella chica de esa casa tétrica.- Yo solo incline levemente mi cabeza en modo de respuesta.
- Hija, la traje ya que supuse que querías a... Más pecadores para tu proyecto... Además de que necesito que estés más segura.- Habló Lucifer con un tono amable que jamás lo había escuchado usar.

Me acerque a Charlie de forma firme y hice una leve reverencia.
- Será un gusto trabajar para usted su majestad, sabe que estaré a su-...- De repente ella rápidamente corre hacia mi y me abraza, su emoción era increíble.
- ¡SERÁ TODO UN GUSTO QUE ESTES AQUÍ! No seas taaaan formal, después de todo aquí somos más una familia.- Me quedé algo confundida pero decidí solo ascender y apartarme un poco. Me acerque a Vaggie dándole la mano.
- Es un gusto verte esta vez y que no quieras  atravesar me con una lanza.- Dije y ella me regaló una mirada seria, para después apartar su mano.

Por último lo ví a el... El cuernudo rojo. Me miró de arriba a abajo y yo le devolví la mirada.
- Es un placer conocerte cariño ¡Soy Alastor! Me dicen el demonio de la radio.- Se presentó de forma alegre, su voz sonaba como con estática, parecía una vieja radio charlatana.
- Me llamo T/N, es un placer Alastor.- Dije pasándole la mano de forma amable, el la acepto rápidamente y soltó una leve risa.
- Bueno, Charlie, sabes que puedes llamarme si ocurre algo cariño. Y tu T/N, ya sabes de lo que hablamos.- Fijó su mirada en mí como una amenaza.
- Si mí lord, estoy consciente de ello.- Respondí y el apartó su vista de mí, se dirigió a su hija y la abrazo, para luego desaparecer de un chasquido de dedos.

El silencio predominó por leves segundos.

- Bueno T/N, acompáñame, te enseñaré tu habitación.- Dijo Charlie agarrando mí mano y de golpe estirando me para que la siguiera.
Acomodé todas mis cosas y abrí las cortinas, el pentagrama rojo sobre esa enorme ciudad dejaba una vista hermosa, aunque era raro estar en un lugar donde todos te traten de forma tan amable)? Bueno hasta ahora solo Charlie, pero me acostumbraré, supongo.

———》Narrador omnisciente 《———
Bajaste nuevamente a la sala, todos estaban juntos está vez.
- ¡Hey! ¿Tú eres la fresita nueva?- Pregunta el chico arácnido. - Me llamo Angel Dust.-
- Soy T/N, es un gusto Ángel.- Dijiste sin cambiar tu plante serio, en ningún momento lo hiciste de hecho.

Al ver al gato este solo te saludó desde la distancia con la mano mientras bebía de una botella de alcohol.
- Bueno, ahora voy a enseñarte el lugar ¿Te parece bien?- pregunto Charlie a lo que ascendiste.
Te llevó a recorrer todo el hotel. Una importante cosa es que ella no paraba de hablar, tener que escuchar su plan inservible de la redención hizo que te duela la cabeza.
El lugar era enorme, habían habitaciones de todo tipo y el estilo era divertido, hablaron por un rato sobre ti, ella estaba curiosa por cómo funcionaban las cosas en casa así que le explicaste. También charlaste con ella sobre Alastor, estabas curiosa al respecto sobre la presencia de ese demonio.

- ¿Te atrae Alastor?- Preguntó en broma pero yo me quedé seria.
- No siento atracción hacia nadie, su majestad.- Mencioné, molesta por dentro.

- No seas tan formal, dime solo Charlie o Charlotte, aquí somos todos familia después de todo.- Te dejó algo confundida el pedido de la princesa pero seguiste lo que te dijo como una orden.
- Como quieras Charlie.-
- Y... esta es la estación de radio de Alastor, le gusta hacer transmisiones de vez en cuando.- Me mostró el lugar sonriendo y orgullosa de todo su hotel en cada momento.
Me acerque y miré todo el equipo que tenía, se veía antiguo, pero el lugar era ordenado y elegante, nada salido de lugar. Para ser honestos te sentías cómoda, te gustaba el orden y lo elegante, odiabas a la gente sucia y te repugnaba.
Ibas a tocar algo hasta que una mano que no era la de Charlie se posó en tu hombro.
- Cariño... Te recomiendo no tocar nada, es delicado.- Esa voz estática sonó detrás de ti, te volteaste, encontrándote con Alastor y su sonrisa de pendejo.

- Bien.- Apartaste su mano de un golpe ganándote una mirada algo más fija de su parte.

Al notar los nervios de Charlie por el incómodo momento te retiraste con ella sin decir nada más.

El resto del día fue tranquilo, bueno, aburrido. Hasta que la princesa quería salir a repartir boletines sobre su hotel. Te ofreciste a ir con ella y Vaggie, y por más que te insistan a que te quedes no hiciste caso.

Como esperabas nadie estuvo interesado, la princesa llegó deprimida al hotel, tú te estabas limpiando las manos ensangrentadas con un pequeño pañuelo. Hubieron algunos pecadores intentando pasarse y hiciste tu trabajo.
Mientras lo hacías escuchabas a la princesa triste hablar con Husk, no le daba mucha bola este mismo pero por lo menos escucha.

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