✧。゚Capitulo 1゚。✧

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Rachel.

Camino a mi torre, estoy agotada, bueno, agotada se queda corto y a eso hay que sumarle que mañana debo ir con mi doctora, pasado mañana es el día de la cirugía anticonceptiva, y necesito llorar toda la noche por la oportunidad que perdí por la culpa de Meredith.

Me alegro bastante de su muerte, se lo merecía y remordimiento no siento, sólo existe la satisfacción de haberla visto suplicar como yo lo hice cuando me volvió víctima del HACOC e implore que me sacará de ese lugar.

Christopher y yo tardamos mucho en dar con ella, y después de ocho meses la encontramos, aún recuerdo con una sonrisa sus chillidos y sangre por todos lados. Lo que si me da un poquito, no demasiado, de lastima es el niño que encontramos muerto entre sabanas. Confírmanos que había nacido muerto después de revisarlo.

Mi sonrisa se borra cuando un puño impacta contra mi boca tirándome al suelo.

—¡Eres una puta traicionera! —Liz se me viene encima y esquivo los otros tres puñetazos que manda a mi rostro—¿Creíste que nadie sabría que tu eres la infiltrada de la mafia? —inquiere sacando una navaja de su bolsillo, me apartó arrojándola a el piso.

—¡Purgo el puto ejército y quedó como idiota por que el problema no son otros, eres tu! —me grita Christopher encarándome. Me quita a Liz de encima, empujándola lejos de mi.

Me quedo quieta sin nada que decir, ¿quien se los dijo?, así no se tenía que enterar, debía hablar y decirle que nunca se lo quise ocultar, pero estaba bajo amenaza, que no me quedo de otra porque temía por él.

— ¡No eres nada más que una maldita perra traicionera! —Gema lo aparta volteándome la cara de una bofetada, pero él la sujeta del brazo, haciendo que suelte un quejido.

No intentó defenderme, ¿para que?, el hombre frente a mi parece muy convencido de lo que le dijeron, y si, no hay tanto que defender, pero tengo razones, joder.

—Escúchame —suplico ignorando el dolor en el rostro.

—No voy a escuchar a una jodida mentirosa, serás dada de baja y abandonaras tu identidad, agradece que no te mando a prisión.

Gema, a pesar del como la aparto, mira con satisfacción, intentando pegársele, y lo consigue. A pesar de que no la toca, se pone a lado de él, como si fuera suyo.

—Serás exiliada, dejarás todo y no tienes derecho a despedirte, mañana a primera hora entregas tu identidad, alguien de asuntos internos se encargará de ti. Y está vez me encargaré de que no regreses —se va dejándome hecha un manojo de lágrimas.

¿Como replicó a eso?, él ya habló y mañana será posicionado como Ministro —tiene el poder para hacerlo— me convertiría en su primera dama… no quiero el exilio porque entonces volveré a estar muerta como hace cuatro años, y está vez si no voy a regresar, lo dejo claro.

Llegó a mi alcoba, reparo en el vestido que me pondría mañana… Comienzo a sollozar tirándome a los pies de la cama.

¿Como lo perdí todo en menos de un minuto?

Mis manos tiemblan, el aire se siente denso y comienza a escasear, me levanto en busca del inhalador que está en el cajón dé la mesita de noche.

Recuperó el aliento, sin embargo, todo se me nubla y caigo inconsciente.

⑅⁠♡⁠⑅

Todo me duele, estoy en el piso de la alcoba cuando despierto, ¿que mierda?, miro el despertador que suena.

Recuerdo toda la noche anterior y me levanto del suelo reparando a mi al rededor.

Camino al baño y me miro en el espejo, tengo los ojos hinchados, me arde la garganta y las lágrimas llegan nuevamente, me desnudó entrando a la ducha, ni el agua es capaz de destensar mi cuerpo.

Salgo del baño envuelta en un albornoz y me detengo en la entrada del baño mirando al hombre que mira el vestido que aún sigue en la cama junto con la lencería.

—Me decepcionaste, Rachel —dice sin mirarme.

Intentó hablar pero las palabras no salen por mucho que lo intentó, es como si me hubieran cortado las cuerdas bucales.

—Tu muerte será algo provocado, mientras te preparabas para mi nombramientos entraron infiltrados de la mafia rusa e incendiaron la alcoba contigo dentro arrastrando con todo y no pudiste escapar, el cuerpo ya está listo y el rostro quedara deformado, así evitaremos que te reconozcan—me mira. —. Deja de llorar, sabes que te lo mereces, no quiero volver a escuchar de ti, así que evita dar problemas en el exilio, entrégame la placa y las medallas —exige, no me muevo, sólo señaló con la quijada el baño y la chaqueta con las medallas y el tocador en donde está la placa.

Entra al mismo y comienza a quitar las medallas de la chaqueta, el aire comienza a faltar nuevamente y me muevo en busca del inhalador, lo siento a mis espaldas mientras me llevo el objeto a la boca.

No lo miro mientras me visto con unos vaqueros y una sudadera, pero sé que él lo hace.

Salimos de la alcoba y me lleva en donde una chica morena me espera, esta vez no es Johana.

—Vamos, te van a cambiar la imagen y después partirás —lo sigo sin replicar, como dije, me he quedado muda.

⑅⁠♡⁠⑅

Horas después me miro al espejo frente a mi, mi cabello es pelirrojo, mis ojos verdes y la ropa es suelta.

La morena me entrega unos documentos, pasaporte, identificación, tarjetas de crédito e información sobre quien soy.

Jolette Smith, soltera, sin familia e irlandesa.

Me trago las lágrimas y salgo escoltada por tres camionetas hacia el aeropuerto, mi vuelo es hacia México, la morena llamada Hope Martínez, me anima diciéndome que estará cuando la necesite y que no me preocupe por nada, me ubicarán en un estado del la ciudad y me visitará de vez en cuando.

Pero no me importa eso, estaba pensando en que no pude decirle adiós a nadie y en cómo es que Christopher rompió mi corazón. Se supone que ya hablábamos las cosas, joder.

Asumo mi culpa, si. No debí ocultar nada, en ningún instante, pero estaba bajo amenaza, me mostraron como pueden matar a alguien de alto mando sin remordimiento y sin que se les pueda culpar. Tenía miedo, muchísimo miedo.

Me abrazo a mi misma con las rodillas pegadas al cuerpo, detesto la sensación en mi pecho, las palabras siguen sin salirme y no sé por qué. Cómo mala jugada, mi mente comienza a traerme recuerdos de Christopher y yo últimamente, me duele, por supuesto, me jode que por culpa de ese maldito par de idiotas se me haya ido todo, por qué estoy segura que la notica le llegó a través de ellas.

Irónico, por qué en los únicos perfiles que las cosas no cuadraban era el de ellas. Seguro era parte de un plan.

Otro sollozo se me atasca en la garganta y presiento el ataque de pánico, lo que me asusta, por qué no me pasaba hace tiempo.

Las manos y brazos se me congelan con un hormigueo y la respiración se me dificulta, Hope me auxilia de inmediato, pero mi abrazo no es de gran ayuda.

Esto es una mierda. 

𝑩𝒂𝒄𝒌 𝑻𝒐 𝑫𝒆𝒄𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 -  𝙵𝚊𝚗𝚏𝚒𝚌 𝙲𝚑𝚛𝚒𝚜𝚌𝚑𝚎𝚕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora