Strange Place

El palacio Hayton

Salimos de la cabaña, mientras Ethan y yo junto a él. Seguíamos un camino específico, íbamos por el bosque, me llevaba en su espalda mientras corría, pero se detuvo. No llevábamos ni un km de distancia de la cabaña cuando me dijo que me bajara de su espalda, y al hacerlo, me dijo:

—Tendrás que irte con Dann, ya percibieron tu presencia. —no me miró, sus ojos estaban mirando hacia todas partes, previniendo algo que tal vez se aproximaba. 

—¿Pero cómo sabré dónde está Dann? Él es muy veloz y de seguro ya va muy cerca del palacio. —debatí. 

Antes de que pudiera responderme una sola palabra más, aquel rubio de aspecto pícaro apareció, y acomodándose el cabello con coquetería, me dijo:

—Aquí estoy princesa —me guiñó el ojo mientras sonreía—, y antes de que hables, móntate en mi espalda y vámonos.

—Pero...  ¿Cómo así? ¿y Ethan?.  —pregunté con extrañeza.

—No te preocupes por eso, estaré allá en unos cuantos minutos, pero te prometo que todo esto acabará pronto. —me respondió Ethan.

—Por favor, has las cosas con cuidado, ellas han de ser muy astutas, y si cometes el mínimo error, muy de seguro acabarán contigo, y todo nuestro plan se irá a la mierda. —tomé su rostro entre mis manos para poder verlo directamente a los ojos.

—Nada malo pasará Marry —sonrió con confianza—, hazle caso a Dann, te veo allá. —se despidió con un beso en mi mejilla, y se fue por el lado contrario al que íbamos Dann y yo.

Yo tenía miedo de que le hicieran daño al hombre había empezado a amar de una forma inexplicable, en ese momento, pero de algo si estaba segura. Ethan sería un futuro Nixydis, uno tan fuerte y resistente como el acero.

                                                          ???

El recorrido no duró ni diez minutos cuando a lo lejos pude ver la mansión Hayton, que era verdaderamente hermosa: Sus paredes hechas de ladrillos marrones combinaban a la perfección con la vegetación que servía de decoración por los alrededores del mismo, sus cuatro pisos eran iluminados con un juego de lámparas de araña antiguas en cada una de las entradas del palacio. El techo de su cuarto piso tenía forma triangular para darle ilusión a cabaña antigua, cada uno de sus tres picos tenía una ventana al igual que todas las habitaciones del palacio.

Parecía una cabaña, pero era muchísimo más gigantesca, y al ser un palacio, debía contar con más de ochenta habitaciones por todo este, tenía ventanales bastante grandes, tal vez del mismo tamaño que una puerta de departamento.

Era espléndida, y al mismo tiempo era extraña y misteriosa.

Cuando llegamos, Dann me hizo esperar atrás de un árbol cercano mientras el desactivaba todas las cámaras por afuera del palacio. Era muy grande, y por eso tuve que esperar casi una hora hasta que se dignó a aparecer. Me miró para hacerme saber con una seña que ya podía entrar por la puerta principal, y según él, no me podrían ver adentro si corría lo más rápido que podía.

Al entrar, miré los alrededores con detenimiento. Era muy hermoso estando por fin allí, pero no quise tomarle mucha atención a eso y corrí hacia el cuarto de cámaras, al hacerlo, sentí un leve cosquilleo por todo mi ser. Era cómo si mi velocidad estuviera extrañamente más rápida, pero aún así, me centré en llegar rápido a mi destino, pues temía que un Naeba me viera y no me dejara ni siquiera dar un paso más. 

Llegué en menos de el tiempo esperado, y al estar frente a la puerta, Dann me abrió al instante para dejarme pasar con una reverencia muy poco elegante, ya que me miraba de una forma pícara y presuntuosa.