El templo de Poseidón

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Seguíamos a Dann mientras él sostenía la manta de Asher en una de sus manos, y al mismo tiempo la olía para percibir su aroma y seguirlo, pues gracias a que su olfato era muy desarrollado, no sólo tenían la gran habilidad de poder percibir su olor y seguirlo, sino que también podían ubicar a la persona con total rapidez.

—Ethan, suéltame la muñeca.—dije tratando de soltarme de su mano mientras corría.

—Ahh, discúlpame —me soltó de la muñeca—, es que estoy muy estresado por seguir a Dann, corre demasiado rápido, y no puedo dejarte atrás. —volteó para verme.

—No tienes por qué preocuparte, voy casi a tu mismo ritmo, así que, simplemente sigue, yo estaré a tu lado.

Ethan frunció los labios formando una línea con ellos, y me soltó la muñeca para tomar la delantera. Yo trataba de seguirle el ritmo, pero tenía total razón, pues todos ellos sabían manejar su velocidad perfectamente, y superarla aún más. Mientras que yo hasta tropezaba tratando de correr a mi máxima potencia. Pero en un punto, Ethan notó que yo no estaba corriendo a la par de él, así que bajó su velocidad, se puso a mi lado y entrelazó su mano en la mía para ayudarme a correr a su misma velocidad.

—¿Ya ves porqué no te quería soltar de la mano? Tu velocidad es muy lenta por naturaleza, y a este ritmo, nunca alcanzaremos a Dann —hizo una pausa—. ¿Si lo ves? —señaló a Dann que aún se podía ver a lo lejos— va mucho más adelantado que todos nosotros.

—No puedo creer aún que Dann sea tan veloz. —esquivamos un enorme árbol que casi nos hace chocar.

—Uff, por poco y nos estrellamos por culpa de ese árbol —aumentó su velocidad—. Pero tienes razón, pueda que Dann sea un poco idiota, pero gracias a él, es que hemos descubierto muchas cosas.

—Entre todos nos hemos apoyado mutuamente, y siempre he pensado, que la unión hace la fuerza.

—Exacto mi amor —dijo con un tono alegre—. Súbete en mi espalda, te llevaré.

Acepté su propuesta y me subí a su espalda sin dejar escapar ni un sólo minuto. En el camino esquivamos múltiples árboles de tamaños descomunales, pasamos por riachuelos y alguna que otra laguna, pero el camino parecía hacerse más largo cada vez más.

Ya debían ser al menos las diez de la noche, y me sentía exhausta, me pesaban los ojos y casi ni podía ver bien, pero, de alguna forma, Ethan con unas increíbles fuerzas para seguir, y gracias a que las energías de aquellos seres irreales eran descomunalmente fuertes. Él podía seguir al ritmo de antes sin cansarse o disminuir de velocidad.

A medida que íbamos avanzando, cada vez más, se empezaba a apreciar un tipo de templo en ruinas.

Aunque su infraestructura se veía fuerte, ya que tenía vegetación por todas partes, los vidrios de las ventanas estaban totalmente rotos, los ladrillos viejos y desgastados empezaban a perder su color, y con todas esas características. Era muy notable que aquel templo tenía al menos unos cien años de antigüedad.

—¿Será ese el lugar a donde Dann nos quiere guiar?. —me dijo Ethan, con el rostro fijo en aquel lugar. 

—Pues ahora lo descubriremos. —respondí con desconfianza.

Seguimos avanzando, hasta que efectivamente, Dann se detuvo al frente del templo.

De cerca era mucho más gigante, tenía una escultura de mármol sin los dos brazos, de quién parecía ser algún tipo de fundador, filósofo o algo así. Pero lo que más me impacto, era saber que aquel lugar estaba totalmente lleno de vegetación y agua por dentro, tanto así, que el suelo era prácticamente un estanque de peces de al menos unos cuatro metros de profundidad.

Strange PlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora