Su rastro.

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Al salir de la cabaña, un fuerte viento nos azotó hasta el punto en el que mi cabello se vio desordenado por completo. Ethan iba conmigo, me tomaba de la mano mientras me hablaba sobre una de sus anécdotas de niño, y a pesar de que yo trataba de escucharlo y entender lo que me decía, mi mente estaba inundada de confusión por Asher. 

Seguíamos a Dann ya que él era el que sabía el camino hacia el punto en donde Asher descansaba, y aunque no sabía si podríamos encontrarlo, o si tal vez los dones de Dann estaban fallando, confiaba en él, y sabía que nos ayudaría a encontrarlo en menos de dos días. O tal vez, de un día.

—Dann ¿estás seguro que tus visiones son claras?. —dijo Zaack.

—Si. —dijo sin siquiera girar a vernos.

—Ahh  —suspiró con agobio—, es que nos estamos adentrando demasiado en el bosque, y el cielo se está nublando.  —dijo Ethan.

—Eso no es lo más importante, puedo cambiar la atmósfera y listo. —dijo Shine, y el momento me causó gracia, fue como decir "pues lo resuelvo y listo".

—Pues hazlo ya, o si no la lluvia nos tomará desprevenidos.  —dijo Zaack.

Al escuchar eso, Shine se detuvo, y nos pidió que nos alejáramos de él, ya que la sobrecarga de energía que podía generar si cambiaba el clima, recalentaría su cuerpo, y su energía podía estallar.

Al cabo de un minuto, el cielo se despejó y poco a poco, el sol empezó a verse en su máximo esplendor.

Con todas las habilidades que Shine tenía, y su increíble inteligencia, eran suficientes para provocar un caos en un imperio entero. Y aunque era un completo arrogante, nunca me iba a dejar de impresionar con todas las cosas que hacía.

Dann seguía caminando en línea recta, y era raro que no se hubiera dirigido a la derecha o a la izquierda para poder llegar al punto en donde se suponía que Asher estaba.

Me dolía demasiado la cabeza, y gracias a eso tenía estrés por el calor que estaba haciendo, y por todo lo que ya llevábamos caminando, pero era imposible volver a cambiar el clima de nuevo, pues Shine había gastado demasiada energía, y si utilizaba ese don, que de por sí requería de mucha energía para poder ser usado, podía morir por falta de la misma. Así que era mejor no arriesgarlo por una simple incomodidad.

—Dann ¿ya casi vamos a llegar?.  —dijo Ethan.

—Ahh —dije con reproche—, no lo presiones o sus visiones se desviarán. —dije.

—Pero te duele la cabeza, y ya no aguanto escuchar tu respiración agitada por el calor, es aún más desesperante. —me volvió a tomar de la mano para entrelazar sus dedos en los míos.

—Ya casi llegamos. —dijo Dann.

—Ahh, por fin. —dijo Zaack, esquivando árboles.

Seguimos caminando, hasta que a lo lejos, se empezó a apreciar la figura de un roble muy robusto y gigante. Sus raíces sobresalían del suelo, y sus gigantes hojas verdes opacas, no se comparaba a ninguna otra. Era un verdadero árbol monstruo, y nunca en mi vida había visto uno así, pero mientras estaba concentrada viéndolo bajé mi vista a la parte baja del árbol, y me sorprendí al darme cuenta de que...

Asher ya no estaba allí. Y lo único que habían eran los restos de troncos y ramas quemados, de lo que parecía ser una fogata.

Las visiones de Dann si eran ciertas, pero desgraciadamente, Asher se había ido muchísimo antes de que nosotros pudiéramos encontrarlo.

Me solté de la mano de Ethan para poder acercarme a la fogata, y efectivamente, ya llevaba totalmente apagada por más de seis o incluso diez minutos. Pues las cenizas estaban totalmente frías.

Strange PlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora