Nameless Liberty

DEUX

Pov´s Morax

-Por favor, permite que ellas atiendan al bebé, le darán alimento y vestimenta.

-¿Pero me lo regresaran?

-Claro que si, Barbatos.

Lo vi dudoso y muy apegado a ese pequeño niño pero termino entregándolo a Ganyu. Aunque no recordaba muchas cosas, parecía tímido en este momento ¿Esto traería problemas?

-Morax.

-¿Mm? Si, dime.

-Él me esta mirando mucho ¿Acaso le hice algo malo?

Xiao permanecía apartado pero con la mirada fija en Barbatos, no le culpo, pues la situación no era clara, pero ambos tenían una buena relación.

-Xiao, acércate. Barbatos, ya dije que nos conocemos desde hace mucho pero lo olvidaste, a Xiao tambien lo conoces ¿No es asi?

Lo vi asentir y se coloco de rodillas frente a ambos.

-Señor Barbatos, es honor volverle a ver sano y…a salvo.

-Xiao, Xiao perdón, yo olvide muchas cosas… soy un tonto, olvide a mis amigos y me comporto tan mal, perdón. No, arriba no te pongas asi, eres mi amigo y yo no soy ningún señor.

Parece que  ser tratado como un dios sigue molestándole. Casi obligo a Xiao a ponerse de pie y le tomo de la mano, le hizo varias preguntas a las cual apenas Alatus podía responder.

-Barbatos, ven, necesitas lavar las heridas y restos de sangre de tu cuerpo, no puedes cargar a un niño de esa forma. Xiao, por favor pídele a Ping ropa adecuada para él.

-Asi será, Rex Lapis.

Rápidamente se fue y aunque estaba dispuesto a llevarme a Barbatos a un lago cercano, se quedo quieto.

-¿Qué ocurre?

-Te dijo Rex Lapis, pero me dijiste que te llamas Morax ¿Me mentiste?

Se veía enojado, esa corrupción junto a su cambio de humor se notaba en el color de sus ojos aguamarinas a un magenta.

-No, no te mentí. Morax y Rex Lapis son nombres que uso, ven, mientras limpio tu cuerpo te explicare.

Tendí mi mano y aunque muy dudoso, la tomo para que le guiara, caminamos un par de metros hasta el lugar que mis adeptus prepararon para é, aunque el clima no suele afectar tanto el cuerpo de un dios, no sé qué reacción tendría Barbatos ahora.

-Aquí te sentirás mejor, necesito que escondas tus alas ¿puedes?

-Sí, claro.

Me hizo caso y se quedo esperando ¿No comprendía que debía hacer ahora? Pero básicamente esa bruja blanca me dejo a Barbatos como su cuidador, tampoco podía esperar mucho si en medio de ese frio priorizo cuidar al niño con sus alas en vez de asi mismo. No tuve otra opción que quitarle las pocas prendas que solía usar, el top blanco  con su capucha y el short del mismo color, tambien sus largos guantes y la única calceta que usaba, al parecer las heridas que tuvo ya se cerraron pero por las marcas de sangre eran obvias que fue cerca de su pecho. Le tome en brazos y lo lleve al interior del lago, al menos los beneficios del agua deberían ayudarlo un poco.

-¿Estas cómodo?

-Sí, sí, se siente muy bien.

Se movió un poco en el agua y nuevamente me miro ¿ahora qué ocurre?

-Entra conmigo.

-¿Eh?

-Ven, quiero que entres aquí.

De verdad, no solo debo solucionar los problemas en Liyue y Mondstadt, sino tambien ser niñera. Alterarlo es lo menos que deseo hacer en estos momentos, asi que sin más ingrese al lago pero apenas lo hice Barbatos se vino encima mío.

-Es mi turno.

-¿Tu turno?

-Tú me quitaste la ropa, no es justo que solo yo este asi.

Aunque siempre solía ser un niño en la actitud, ahora parecía más descarado. Sin otra opción deje que quitara la parte superior de mi ropa menos la inferior, al menos asi se quedaba quieto. Le ayude a quitar las manchas desangre de su cuerpo, estaba bastante tranquilo pero varias veces miraba su pecho y luego mis brazos.

-Morax ¿Por qué tengo esto? en mi pierna tambien hay una, pero tú lo tienes en tu brazo ¿Por qué brillan y son de diferentes colores?

-Barbatos, tu y yo somos dioses ¿recuerdas? Eres el dios del viento y la libertad, tú cuidas una nación llamada Mondstadt junto a  Dvalin y otras personas.

-¿Dios del viento? Recuerdo un poquito, al menos me di cuenta… Mondstadt, no recuerdo mucho pero mi pecho se siente tibio cuando lo pronuncias ¿Quiero mucho a Mondstadt?

-Sí, tú amas a esa nación y los cuidas mucho, yo no sé muchas cosas, pero hay personas que si lo hacen.

-Pero yo olvide mucho ¿ellos no se molestaran porque me olvide?

-Ellos te aman mucho, no dudes eso.

-¿Y a ti tambien? ¿Cuidas a Mondstadt junto a mi?

-No, yo cuido de Liyue, es la nación que he cuidado desde hace mucho y tú la visitas mucho. Pero nosotros tenemos una promesa de cuidarnos mutuamente, por eso vine aquí, Barbatos.

-¿Viniste para cuidarme?

-Sí, perdiste la memoria por una razón… y por esa misma razón, podría haberte matado pero no.

-¿Ma-Matarme? Pero ¿Hice algo malo? ¿Fue por matar a esa mujer, por matar a ese dragón con Dvalin? No, no fue a propósito, ellos me querían lastimar, no es justo, no fue mi intención, de verdad, Morax, Morax lo juro yo no quise hacerlo.

El agua del lago se puso más turbia, agitada por los sentimientos de Barbatos. Me abrazo asustado, gimoteando… creo que fui muy repentino con mis palabras.

-No. No fue por eso, no llores…pequeño bardo.

Lo mantuve contra mi cuerpo mientras se calmaba. Me tome mi tiempo pero le explique el motivo, asi como que su ejecución fue anulada… aunque no se cuanto tiempo será y el método para aliviar toda esa energía que su cuerpo comenzaría a acumular.

-Celestia, se encuentra ahí,

Señale el lugar, donde horas antes estaba en esa maldita reunión.

-Por decirlo de una manera, ellos garantizan tu seguridad y me pidieron que estuviera a tu lado, estar cerca de ti para ayudarte en todo lo que puedo.

-¿No lo haces porque me quieres? Yo te quiero Morax.

¿Cómo podía decir eso si no recordaba nada?

-…Claro que te quiero, eres mi amigo y yo soy el tuyo, tambien tendrás otros amigos, pero solo necesito que ayudes en lo posible ¿sí?

-¿Puedo quedarme con Albedo? Lo cuidare mucho, no se mucho de bebés pero aprenderé, seré su mamá y tu… puedes ayudarme siendo su papá. Por favor Morax, deja que me quede con él.