SIX

330 54 9
                                    

Los cuerpos fueron enterrados, la catedral de Favonius y la sede de caballeros como el resto de edificios, tenían los estandartes de los cuatro vientos para que estos acompañaran a los habitantes que partieron y junto a ello, la lejana pero a la vez cercana voz de un dios, que lleno la ciudad con una suave brisa… Barbatos estaba presente en algún lugar para honrar a los valientes que dieron la vida por la nación… Los corazones abatidos de los mortales sentían tal confortación por el dios, por la dulce de Barbatos.

Durante los últimos rayos del sol, Morax acompaño nuevamente a Venti hacia su estancia, aunque en un punto este quiso negarse a ser cargado en la espalda del mayor, pero claramente mucho no podía hacer para evitarlo. El ascenso no tomo mucho tiempo aunque fueron unos minutos más que cuando bajaron, el descenso de temperatura cerca de la cima preocupaba al castaño por el menor pero tampoco quería demostrarlo mucho.

-¡Albedo, Dorian!

Apenas atravesaron el lumbral de la casa, bajo de la espalda del mayor y salió corriendo en busca de los bebés. Ambos aun estaban despiertos, mientras eran cuidados por el espíritu.

-Gordi ¿Sucedió alguna cosa o lloraron mucho?

-No, ellos han estado tranquilos, se los cambio y alimento como ordenaron. Ya que los amos regresaron, proseguiré a preparar un aperitivo.

El arconte anemo agradeció y se acerco a mirar a los pequeños, movía un osito de felpa para llamar la atención de ambos.

-Es tarde ¿Ya regresaras a tu casa?

-Asi es ¿Necesitas alguna cosa de mi?

Guardo silencio, en un punto pensó que su amigo podría querer quedarse, pero al ver que no habia tal posibilidad, no quería forzar ese hecho y ser visto como una molestia tan pronto.

-No, estoy bien. Ve con mucho cuidado y… gracias por ayudarme hoy, con Gordi y Tobi, tambien por llevarme hasta Mondstadt.

-No debes agradecerme, si sucede algo envía un mensaje con Tobi. Cuando tenga una clara respuesta de tu gente, vendré por ti ¿Entendido?

El más joven asintió, Rex Lapis le veía un poco más tranquilo que antes y no habia un cambio por la corrupción aun más notable… tal vez ir a Mondstadt le calmaba en cierto punto. No hubo incidentes fuera del mareo del peliazul, quería que eso se mantuviera un buen tiempo y que no surgieran problemas en la medida en que Teyvat se recuperaba.

-Xiao quiere venir a visitarte ¿Qué piensas de ello?

-¿Xiao?... ¡Oh Xiao! Sí, quiero verlo… me comporte extraño frente a él y quería verlo antes, pero no sabía si se quería acercar a mi otra vez.

-Él te respeta mucho y él más que nadie puede comprender lo que te ha sucedido, solo se sorprendió. Cuando las cosas se solucionen, vendrá  verte y a los niños.

-Esta bien, esperare por su visita.

Morax beso la frente de Venti y de ambos gemelos, quería ser algo atento con el primero para que no sintiera algún tipo de soledad o estigma por vivir tan alejado de los demás. Apenas alejo los labios, noto el rostro del arconte anemo ¿Se encontraba mal?

-¿Venti?

-¿S-Si, ocurre algo?

-¿Te sientes mal? Debería quedarme par-

-No te preocupes, por favor estoy bien, ve rápido antes de que se preocupen por ti.

No insistió mas, si el menor dijo que estaba bien no le iba a cuestionar más y simplemente desapareció en un suave brillo dorado. Venti sonrió ampliamente y miro a los niños, incluso ellos recibieron un beso por parte del castaño.

-Su padre es muy bueno ¿cierto?

Ambos niños miraban atentos al dios, claramente eran diferentes a otros bebés pero estaban muy atraídos por la voz y rostro del arconte… después de todo, era la madre de ambos, los alimentaba, cuidaba y daba mucho calor entre sus brazos.

-Ustedes son unos lindos principitos.

° ° °

En los días siguientes, Venti trato de acomodar los recuerdos que invadieron su mente días atrás, eran siglos de información que en un principio reboso su cabeza como una lluvia intensa. Comenzó con los recuerdos más viejos que flotaban en su memoria… Viento, mucho viento,  fuerte y tenebroso, el cielo… no habia un cielo sobre su cabeza y todo se veía mas grande.

Nació como un pequeño espíritu y vivió atrapado por un mezquino dios, vivió un tiempo junto a un humano… un humano que fue su amigo, su maestro de la música, poemas y habla humana, su compañero… su única familia, pero murió y su forma actual, era como la de su amigo sin nombre. En Celestia se convirtió en dios… después de ellos fue un arconte y sucedieron muchas cosas más, mortales y muerte, mortales y traición… ¿No habia terminado de esa forma por un nuevo conflicto de los humanos?

-Barbatos. Barbatos.

El peliazul parpadeo un momento, se habia concentrado tanto en recordar el pasado que termino desconectándose del mundo real por un tiempo y se acomodo en la silla del estudio, en la mesa se encontraba flotando una esfera dorada, similar a un diente de león pero esta emitía un poder y sensación conocido, pero a la vez no para el dios.

-¿Qué o quién eres?

-No debes estar a la defensiva conmigo, Barbatos. Solo puedo decir que pertenezco a Celestia ¿Morax te explico verdad? Eres valioso para nosotros y por ello queremos que te recuperes, pero tambien necesitamos tu ayuda en este momento.

Venti observo el objeto dudoso, aun estaba inseguro y confundido por sus recuerdos, tras unos minutos solo asintió, su cabeza aun seguía unida a su cuello solo por el deseo de esa entidad.

-Eres inteligente. Seré breve, el poder de Celestia se vio reducido ante los conflictos recientes, la transacción de gnosis a recipientes o dioses nuevos, asi como tambien el castigo a los herejes ladrones.

-¿Ladrones?

-Asi es, hace un tiempo, dos exploradores llegaron a Teyvat, se los clasifica como interventores… el papel de ellos es apoyar el control de los dioses o seres supremos en todos los mundos. Pero hubo una intervención de alguien más, presumimos que fue un tercero aliado de los herejes. Aunque recuperamos a un explorador, del otro no hubo ningún rastro, hasta hoy pero no pudimos capturarla por los conflictos en el planeta y termino escapando. Pronto entraremos en letargo y necesitamos que tú, mantengas oculto al otro explorador que se encuentra dormido y sellado en la esfera. No sabemos en qué estado se encuentra su memoria ni como reaccionara ante la baja del deber de su familiar, pero, por los siguientes 500 años, mantenlo contigo y luego, libera el sello.

Era demasiada información nueva para el bardo, pero no podía negarse y simplemente acepto tal orden, porque era eso, una orden y no un pedido.

-Él no te hará daño, tardara en recuperar sus poderes y por lo contrario, debería estar de tu lado por tu titulo de dios gobernante. No debes explicarle nada, solo di que lo has mantenido bajo tu cuidado y que no sabes donde esta su compañera, tampoco le digas nada de esto a Morax u otro dios, mantén el orbe fuera del alcance de otros, en algún lugar de tu palacio. Cuídate, amado de Celestia, te aseguro que compasaremos a tu familia por tu trabajo.

El fuerte brillo del orbe desapareció asi como la sensación de poder, eso alivio al dios del viento. El objeto descendió con cuidado y quedo  sobre la mesa, Venti lo miro curioso, fuera del brillo tenue de color dorado y la silueta de una estrella, no habia nada más que podía ver.

-Espero no me causes problemas en el futuro, Viajero.

Nameless LibertyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora